A partir de la emergente popularidad de las criptomonedas y con la entrada de muchas empresas en la industria de la criptografía, es imposible negar que la tecnología blockchain ha cambiado la faz de las transacciones monetarias hoy en día.
La eliminación de intermediarios hace que sea mucho más fácil y rápido realizar operaciones en este tipo de plataformas a través de sistemas criptográficos llamados "contratos inteligentes", al mismo tiempo que esta herramienta digital brinda mayor privacidad a las gestiones, aunque seamos los únicos responsables en mantener nuestras billeteras virtuales.
Los rubros y áreas de negocios que están incursionando en criptomonedas y blockchain son variados y están en auge. Por ejemplo, banca y seguros tradicionales, salud, retail, comercio internacional y hasta el arte.
En lo que refiere, a la banca y finanzas, debido a su alto nivel de seguridad y al ser casi impenetrable, esta tecnología hace que las transacciones sean más rápidas y seguras, generando eficacia y auditoría. Adicionalmente, están teniendo como competencia a las mismas fintech, lo cual las empuja a innovarse.
En cuanto a la industria de seguros, las insurtech presentan una interesante adopción para operaciones cripto; los datos se optimizan y las actividades comerciales siguen siendo transparentes a través de contratos inteligentes.
En el ámbito de la salud, las gestiones comerciales que giran alrededor de la atención médica, con todos los jugadores que participan en ella, hacen que sea un gran caso de uso también (para obras sociales, gobierno, farmacéuticas, hospitales, etc.); todo lo que tiene que ver con la atención médica debe tener un alto nivel de confidencialidad y precisión. Por último, el arte está viviendo un momento disruptivo a través de lo que se conoce como NFT (Non-fungible token).
Un NFT es una unidad de datos sobre una cadena de bloques (blockchain), y cada uno de los NFT son únicos del resto e irreproducibles.
Los artistas venden sus obras digitales "únicas", incluso a precios millonarios (recientemente un artista vendió un NFT en una subasta por más de u$s69 millones). Por lo que, la incursión en criptomonedas de cada uno de estos sectores da cuenta de que se trata de una tecnología con cada vez más alcance.
Volviendo al sector financiero, desde la aparición de Bitcoin hace más de 10 años, hubo mucha tensión en este ámbito, y algunos jugadores minimizan el potencial que tienen las criptomonedas.
Como sabemos, su existencia sería imposible sin una operación digital. Las transacciones se realizan sobre blockchain, y esta tecnología se puede utilizar para casi cualquier sistema informático para proporcionar más seguridad, eficiencia y velocidad de procesamiento.
Se estima que valen billones de dólares, y como la economía se basa en expectativas, esto demuestra que la gente confía en ellas -con apenas una década de vida- casi tanto como en la banca e industria financiera tradicional.
En ese sentido, la Argentina y Latinoamérica lideran los países con más adopción, probablemente por ser mercados hiper regulados y volátiles, que hacen que las DeFi (finanzas descentralizadas) atraigan tanto la atención. Es evidente que estamos ante un activo de dato electrónico con cada vez más protagonismo.
Es por eso que la seguridad cumple un rol fundamental en este tipo de operaciones. Una de las recomendaciones para tener en cuenta es que, al no haber intermediarios, debemos apoyarnos en la tecnología existente, usar analytics y dashboards para entender toda la foto, la historia de cada activo, cómo se relaciona con el mercado cripto, entender el volumen de negocios que tiene cada moneda y usar las proyecciones y predicciones.
Además, hay muchos riesgos vinculados a la volatilidad que representan estos activos (especialmente Bitcoin) ya que genera preocupaciones sobre la creación de una burbuja especulativa e incertidumbres legales y fiscales. Por todo esto, no podemos negar que la transformación digital es clave para la captura, almacenamiento, protección, procesamiento, acceso y explotación de información y data.
A partir de este escenario actual, debemos comprender que Big Data es la solución que ayuda a organizaciones, empresarios e inversores a comprender las tendencias recientes del mercado y a tomar decisiones.
En ese sentido, analizar este gran volumen de datos proporciona un marco de transacción seguro y permite a los inversores individuales determinar las condiciones adecuadas del mercado e invertir en base a eso.
Al reconocer el patrón de blockchain a través de un análisis basado en inteligencia artificial, estas tecnologías facilitan monitorear operaciones de criptomonedas en tiempo real para evitar hackeos y fraudes.
Hoy en día, gracias al crecimiento exponencial de la data generada, la red Bitcoin tiene una potencia informática 43.000 veces mayor que las 500 supercomputadoras más grandes del planeta juntas.
Las criptomonedas se almacenan en billeteras digitales, lo que significa que los usuarios no necesitan llevar tarjetas para acceder a sus fondos y concluir una gestión; pueden viajar por todo el mundo y utilizarlas para pagar productos o servicios, siempre que se acepten estos activos.
Además, no hay necesidad de intermediarios, bancos o cualquier otra entidad para concluir un trámite. En ese sentido, Big Data analiza grandes cantidades de información para recopilar el panorama de mercado más rentable y adecuado para las nuevas empresas, lo que les permite tomar decisiones más propicias.
Las criptomonedas llegaron para quedarse y seguirán avanzando como activo de dato electrónico, sobre todo en Latinoamérica. Indudablemente, revolucionaron la forma de invertir y hoy son parte del fenómeno de transformación digital al que toda entidad que busque progresar deberá tener como norte.
* Por Sergio Mastrogiovanni, Head of Data & Innovation de Nubiral