Todos los rubros de la economía están viviendo una fuerte reconfiguración de sus negocios, ante una digitalización que avanza a toda marcha y deja atrás paradigmas que, hasta hace algunos meses, eran intocables.
Uno de ellos, sin dudas, es el fuerte crecimiento a nivel global de las criptomonedas como una forma de resguardo ante políticas de emisión de diversos gobiernos para impulsar la economía.
Los argentinos ya habían visto con atención a estos activos desde el cepo lanzado sobre el final de la gestión macrista y que se acentuó con la llegada de Alberto Fernández. La pandemia, la imposibilidad de ahorrar en moneda dura y la tendencia alcista de las criptomonedas hicieron el resto: ya hay más de 2 millones de cuentas albicelestes para operar con divisas virtuales.
Un sector que vio a las criptomonedas como una alternativa para reactivar las ventas fue el inmobiliario: el Colegio de Escribanos porteño festejó la firma de 2.500 escrituras en junio (casi el doble de las 1.400 de un año atrás), si bien la cifra estuvo lejos del promedio de las más de 4.600 que se registraban mensualmente en la prepandemia.
No sólo la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA) viene capacitando a martilleros desde hace casi un año, sino que hasta Mercado Libre habilitó un filtro para dar con propiedades que pueden comercializarse con este medio de pago.
Por lo pronto, en abril llamó la atención a más de uno un anuncio de un monoambiente en avenida Rivadavia y Paraná por el que se pedían dos bitcoins, cuando estaba en u$s58.000 por unidad.
Escenario actual
Alejandro Bennazar, presidente de la CIA, asegura a iProUP que en la entidad es bien recibido todo modo de financiamiento alternativo que permita incrementar el nivel de operaciones.
"Las criptomonedas son un instrumento en permanente estudio en la cámara: nos estamos capacitando y contamos con asesoramiento legal y contable", remarca. Agrega que "al ser tan volátiles, es muy difícil establecer cuál será su uso a futuro en el país, pero hoy son un elemento más dentro del mercado y se están publicando propiedades valuadas en criptomonedas".
"Para mí, es un medio de pago más, como uno puede abonar en efectivo o por transferencia bancaria. Es un mecanismo que facilita y habilita una nueva vía para mover el dinero", dice a iProUP Gabriel Brodsky, CEO de Predial. El ejecutivo señala que, en este momento, los bajos valores actuales de las propiedades "hace mucho tiempo que no se veían" y estima que "ya se tocó fondo".
Para Brodsky, es el momento ideal para invertir en viviendas porque ya están comenzando a observarse ciertos movimientos alcistas por el aumento del costo de la construcción, que se mide en dólares. "Creo que las oportunidades que hay hoy se van a ir terminando y los precios empezarán a subir", anticipa.
El CEO de Predial anticipa que el pago en criptomonedas se irá afianzado por otra cuestión que va más allá de las trabas a la compra de dólares: "La facilidad que te da es la no movilización de dinero físico, la velocidad de transacción y la agilidad de que el traspaso se realice entre dos personas con sus celulares y se acredite el pago en cuestión de segundos o minutos".
Agrega que otro factor relevante es la ausencia de intermediarios en la operación: no hay que ir al banco, abrir cuentas especiales, pedir autorización ni ningún otro trámite engorroso. "Con esta tecnología, la transferencia se hace directo de una billetera a otra, es super expeditiva y sin fronteras. La persona puede estar al lado tuyo, a 15 km de distancia y el tiempo de acreditación es exactamente el mismo", suma Brodsky.
Víctor Zabala, CEO y fundador de Sumar Inversión, anticipa a iProUP que implementará divisas digitales en su firma, que permiten financiar colectivamente (crowdfunding) una propiedad de pozo entre varios usuarios. Pueden entrar con montos bajos (desde u$s1.000) y ganar un proporcional a la hora de su venta.
"Estamos firmando en los próximos días un acuerdo con un socio estratégico para que nuevos inversores compren participaciones en nuestros proyectos con criptomonedas de cualquier tipo", adelanta Zabala.
Por su parte, Damián Lopo, fundador y director de Crowdium, la plataforma de crowdfunding inmobiliario más importante de Latinoamérica, añade que debe considerarse una limitante: compatibilizar la operatoria con las leyes de cada mercado en el que se opere. "En Argentina debés cumplir con lo que te piden la AFIP, UIF y otros organismos. Para eso hay que tener el dinero incluido en la declaración jurada y en blanco, como sueldo, herencia, patrimonio, etcétera", remarca.
Mercado Libre agrupa a las publicaciones de inmuebles que aceptan Bitcoin
Lopo afirma que con el crowdfunding, el beneficio no es solo el pago con criptomoneda, sino que se puede entrar al mercado inmobiliario con montos muy accesibles. "Históricamente, el real estate estaba reservado para gente de alto poder adquisitivo: menos del 8% de la población mundial tiene u$s200.000 o u$s300.000. En Latinoamérica, el porcentaje es muy reducido", completa.
El futuro
Zabala considera que el uso de criptomonedas en el mercado del ladrillo es una herramienta más para participar de las inversiones de la economía real, dándole opciones a los tenedores de estos activos para ingresar de manera ágil y segura.
"Consideramos que, al igual que el concepto de crowdfunding para las inversiones inmobiliarias, la opción de pagar con criptomonedas llegó para quedarse. Es parte de la evolución del sector fintech", resalta.
Lopo añade: "Sin dudas esta tendencia irá en alza y crecerá por otra cuestión más: el sector inmobiliario está a muy poco de protagonizar la revolución más grande de los últimos 100 años".
El directivo hace referencia a un momento "bisagra", basado en el uso de blockchain y tokenización de activos (es decir, representar una propiedad con criptomonedas para que pueda ser divisible cuantas veces se desee y que cada usuario pueda comprar una porción desde cualquier país).
"Si mirás el mercado inmobiliario, hace un siglo es básicamente el mismo. Será la disrupción más grande: al tokenizar un activo inmobiliario, cualquier persona va a poder adquirir porciones pequeñas de propiedades de todo el mundo y desde cualquier lado. Este será el gran cambio", se entusiasma Lopo.
El ejecutivo añade que esta "revolución se concretará a través de la tecnología blockchain, que ofrece trazabilidad, seguridad y el particionado del activo en cuotas. Se dejará registro de quiénes son los titulares a través de los tokens". Además, confía en que dinamizará muchísimo el sector, sobre todo por una de las principales debilidades: la inversión inicial a la hora de comprar.
"Generará mayor liquidez porque al tener tickets más bajos, el recambio de un inversor por otro siguiendo todos los protocolos legales vigentes será más dinámico. Obviamente, es más fácil hallar alguien que desembolse u$s100 o u$s200 que a una persona que tenga u$s200.000", ejemplifica.
Las inmobiliarias ofrecen la posibilidad de firmar el boleto bajo el formato de cesión-permuta para aceptar bitcoins
Por último, Brodsky, cree que es una tendencia va a ir creciendo porque cada vez más personas irán ingresando al mundo cripto. Además, señala que el sector se beneficiará ya que "varios gobiernos le están poniendo más ojos al tema, inclusive muchos están por lanzar su propia moneda digital para sustituir o compensar al dinero físico".
De esta forma, las criptomonedas ingresan a un mercado acostumbrado a manejar dólares y que intenta volver a valores prepandemia. La revolución digital, una vez más, parece ser la llave.