En abril del año pasado, el Banco Central autorizó la existencia de cajeros automáticos extrabancarios. Es decir, que a partir de entonces dejó de hacer falta que estén dentro de una entidad financiera.
Es que la Argentina es uno de los países de la región con menor densidad de terminales: 60 por cada 100.000 adultos, contra casi el doble que ostenta Brasil (120) y por debajo también de Uruguay (90).
Los especialistas coinciden en que se requieren de al menos 50.000 equipos más para cubrir el territorio. En la actualidad, hay apenas 16.500 (un tercio) desplegados por las dos redes que, hasta el momento, se reparten todo el mercado: 9.300 pertenecen a Link y 7.200 son propiedad de Banelco.
En este marco, aparece un tercer jugador que viene a patear el tablero. Se trata de Octagon, una compañía creada en Estados Unidos hace 12 años por el argentino Sebastián Ponceliz y que vino con un ambicioso objetivo: colocar 2.000 cajeros quioscos, supermercados, estaciones de servicio y cantidad de locales de otros rubros durante su primer año.
Además, promete que sus cajeros tendrán funcionalidades de última generación y con un modelo en el que los comerciantes e inversores también pueden obtener rentabilidad en un mercado virgen a nivel local.
El negocio
Luego de varias demoras vinculadas a la obtención de licencias en el país y la firma de convenios, Octagon se lanzó al mercado. Para lograr esta expansión, se instalarán las primeras 300 máquinas entre noviembre y diciembre.
Se trata de la oficina del Banco Interfinanzas, que la firma (Octagon) está en proceso de adquisición desde el año pasado, donde una de estas terminales ya está funcionando aunque sin conexión a la red.
"Si bien la apertura de la adquirencia debió comenzar formalmente el 1º de diciembre, todo ese proceso fue largo, y lejos estuvo de ser automático. Eso nos fue corriendo la fecha de largada", señala a iProUP Begoña Pérez de Solay, gerenta general para la Argentina de Octagon.
El proceso se demoró debido a que Visa procesaba de manera local estas transacciones a través de Prisma y recién este año trajo al país su plataforma VisaNet. En cambio, con Mastercard la firma ya está operativa.
La compañía tiene las licencias de adquiriencia de las redes pertenecientes a ambas marcas de tarjetas de crédito, por lo que "pide" información a estas empresas en lugar de conectarse a las redes Link y Banelco.
"La transacción se procesa por Visa o Mastercard, pasando a través de la cámara compensadora, el banco presentador (Interfinanzas) recibe en nombre de Octagon los fondos y los liquida a quienes cargaron los cajeros", explica la ejecutiva a iProUP.
Estos últimos son los dueños de los locales donde se ubicarán las terminales y son una parte vital del ecosistema, que brinda la posibilidad de participar en este negocio como:
- Inversor: adquiere el equipo y Oddissey Group –empresa propietaria de Octagon– se encarga de buscar y contratar la locación
- Locatario: cede su espacio para que la compañía instale el cajero
- Inversor + locatario: el comerciante puede adquirir una terminal e instalarla en su negocio
Los precios de los equipos parten desde los u$s8.500 y generan rentabilidad, ya que cada operación tiene un costo asociado, que le es advertido al usuario. Pero, además, aportan ciertos beneficios al comerciante, sea a o no inversor:
- Puede "descargar" el dinero de su caja, evitando gastos de transporte de caudales
- Genera más tránsito de un público que, de otra manera, no hubiese ido al local
"Actualmente, contamos con más de 1.200 cajeros vendidos: cerca de 200, a inversores particulares, y más de 1.000 a un fondo de inversión. Muchos de ellos ya ingresaron a producción y tienen un punto de locación cerrado, entre supermercados, farmacias, kioscos y redes de cobranzas", remarca Pérez de Solay.
Desde la firma esperan una fuerte demanda de estos equipos. Además, prepara un edificio en el Distrito Tecnológico de Parque Patricios para almacenar las cientos de terminales que irán trayendo traerán desde China. También instalará allí un laboratorio para reparación, actualización y puesta a punto de los cajeros.
La red Octagon se basa en una plataforma que va más allá de la terminal: la idea final de la compañía es que sean un "marketplace" de servicios de terceros.
"Comenzaremos con retiro de efectivo y transferencias, para que una persona bancarizada pueda enviarle dinero a una no bancarizada o viceversa, o entre dos personas no bancarizadas", revela Pérez de Solay a iProUP.
Cada extracción de efectivo tendrá un costo de $60, equivalente a un dólar, independientemente del monto retirado, aunque en los próximos meses podría aumentar a 1,5 dólares ($90).
Según la directiva, su billetera MoneyFi permite ingresar el DNI y el número de documento de un individuo para generar una orden de extracción. Así, puede pasar un token (una especie de clave) para obtener dinero de un cajero de la red Octagon o bien guardarlo en su billetera virtual y retirarlo de a poco.
"El cajero ofrece un servicio de cash-in a todas las billeteras virtuales", remarca Pérez de Solay. En efecto, esa es la estrategia de la firma: invitar a las fintech para que la red Octagon sea una vidriera de sus productos.
"Venimos negociando con gran número de empresas. Con algunas, estamos más avanzadas. Liquidación de préstamos estará en breve, pago de servicios también estará este año y lo que viene es el otorgamiento de créditos", asegura la ejecutiva.
Asimismo, la firma posee acuerdos con casas de cambio virtuales para posibilitar la compraventa de Bitcoin y otras monedas digitales a través de los cajeros, mientras prepara su propia divisa –que se llamará también MoneyFi– para proveer transferencias internacionales de bajo costo.
"También estamos muy avanzados en tarjetas prepagas, con una impresora de tarjetas integrada en los cajeros para que los usuarios de las billeteras puedan llevarse la plata o un plástico", asegura la country manager de Octagon.
La directiva adelanta que las fintech también podrán distribuir sus tarjetas a través de las terminales y ahorrarse el costo del delivery. Especialmente, de las prepagas (Mercado Pago y Ualá las ofrecen, por ejemplo). "En otros países tienen un fuerte desarrollo, especialmente entre los no bancarizados, ya que no requieren de una línea de crédito y permiten abonar servicios digitales como Netflix".
La compañía tiene acuerdo con los fabricantes de cajeros Puloon y con GRG, que es el principal fabricante de máquinas expendedoras de billetes a nivel global. Este último ofrece terminales de altas prestaciones, como lector de huella, pantalla táctil, lector de código de barras y QR para el pago de servicios, entre otras opciones.
"Se trata de un modelo supernovedoso para el mercado retail, ya que tiene módulo reciclador. Los empleados de los comercios pueden ingresar el dinero y la terminal realiza toda la gestión de tesorería", señala Pérez de Solay.
Y agrega: "El ATM hace la validación de cada billete que se deposita, guarda en la memoria el número de serie, los ordena en las casetas (según denominación) y los expende a la gente. Eso hace un uso muy eficiente del dinero, ya que esa plata termina saliendo de extracciones".
Pérez del Solay señala que, si bien el principal cliente son los comercios "para brindar un servicio a adicional a sus clientes y a la vez resolver sus costos de manejo de efectivo", las máquinas expendedoras "pueden ubicarse en diferentes ámbitos: desde una empresa, para sus empleados, hasta en la puerta de un edificio", para bajar los gastos de expensas.