La gran novela "tecnológica" del gobierno de Cambiemos fue la instalación en el país de Amazon Web Services, el poderoso brazo "cloud" de la firma de Jeff Bezos. Ya en 2016 se hablaba de su posible concreción, de la mano de los aires renovados que trajo consigo el gobierno de Macri y su fuerte apuesta a que la inversión directa del exterior se tradujera rápidamente en brotes verdes capaces de impulsar la economía local.
Casi 4 años después, si bien la historia parece más cerca de concluir, no deja de sumar capítulos. El último de ellos volvió a inclinar la balanza para el lado de las pampas, ya que información procedente de Seattle, donde funciona la casa matriz de Amazon, asegura que la firma tiene decidido instalar un data center en la zona de Bahía Blanca.
La localidad bonaerense sonó en varias oportunidades como candidata a recibir la millonaria inversión. Sin embargo, el escabroso rumbo que tomó la economía hizo reconsiderar el proyecto. Así, todo indicaba que Chile sería el pescador beneficiado por el "río revuelto" de las finanzas nacionales.
Ahora, los ojos vuelven a estar puestos del lado del Atlántico: incluso, Jujuy y Pilar no pierden las esperanzas de ser bendecidas por el toque del "Rey Midas" de la industria cloud. Mientras tanto, en AWS hacen silencio de radio.
El plan: abundante de energía, falto de conectividad
Por lo pronto, la compañía estadounidense analiza invertir la friolera de u$s 800 millones en los partidos de Bahía Blanca y Coronel Rosales, en el marco de un plan a 10 años y que, producto de tantas idas y vueltas, muchos en la industria ya toman "entre pinzas".
Los motivos para tal escepticismo son varios. En primer lugar, ninguna fuente oficial confirmó la información. En segundo término, los especialistas no consideran que este sea el momento ideal del país como para una desembolso de tal envergadura. Si bien la sanción de la Ley 27.506 de Promoción de la Economía del Conocimiento y los beneficios fiscales que brinda el régimen de zona franca del área son alicientes, el desbarajuste de la macroeconomía lleva a pisar sobre un verdadero campo minado, en el corto y mediano plazo.
Por último, en lo referido a infraestructura, todavía quedan muchos ítems por cubrir, aunque los avances hechos en materia de energía renovable allanaron el camino, al menos en cuanto a consumo energético, factor fundamental a la hora de encarar la construcción de estos centros de datos.
Es, en ese punto, en el que se ubican las cartas fuertes de los bahienses. - En marzo, Pampa Energía, del empresario Marcelo Mindlin, inauguró su segundo proyecto eólico, a 20 kilómetros de Bahía Blanca, que aportará 53 MW de energía renovable al sistema nacional.
El proyecto tuvo una inversión superior a los u$s70 millones y cuenta con un total de 14 aerogeneradores.
- En julio entró en funcionamiento el parque Pampa Energía III, ubicado en la ciudad de Coronel Rosales, de idénticas características. Y se espera para 2020 la inauguración de un cuarto establecimiento, también en esa localidad. El grupo de Marcelo Mindlin ya genera 206 MW de energía eólica en el sur de Buenos Aires, casi 20% del total país y 13% de la renovable. Un punto fundamental es que atiende al segmento de grandes usuarios a través de contratos entre privados. Asimismo, Amazon quiere que sus datacenter estén alimentados con energía 100% renovable, por lo que se trata, a priori, de un posible matrimonio perfecto entre Jeff Bezos y Mindlin.
"Amazon podría establecer un contrato MATER con Pampa, su opción más viable. Si quisiera comprar energía al mercado a término, es su mejor alternativa, ya que hay contratos de entre 45 a 62 dólares el megawatt/hora", asegura a iProUP una alta fuente del segmento.
No se trata de una "factura de luz" común y corriente: en realidad, son millones de dólares al año destinados a alimentar una infraestructura que deberá permanecer activa el 99,95% del tiempo, en caso de que esta tenga la calificación TIER IV.
Sin embargo, existen puntos por resolver que ponen entre signos de interrogación el llamado "Proyecto Tango". "Los parques eólicos son intermitentes, como la energía solar. No tenés viento todo el día, como tampoco tenés sol. No hay esquema de almacenamiento de baterías y ese es el gran desafío que se viene", explica el mismo especialista.
La fuente aclara que CAMMESA (Cámara Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico) simplemente se limita al rol de compensadora, ya que "decide" dónde se necesita más o menos energía. Al igual que el "clearing" de los cheques, es la que determina cómo se distribuyó y cómo deben dirigirse los pagos, de acuerdo al consumo realizado.
Para la ingeniera Marina Rosso Siverino, Presidente de la Comisión de Tecnología, Innovación y Transformación Digital del Centro Argentino de Ingenieros (CAI), "por los montos de inversión, que apuntan a 10 años, creo que no se empezará con un centro de envergadura, sino con una construcción modular que crezca a medida que lo necesite".
Además, explica que, en Argentina, "es muy difícil que pueda haber un datacenter TIER IV (como el que prevé Amazon) por la regulación eléctrica. No creo que lo pueda solucionar, eso es solo una calificación y hay muchas otras. Si bien no lo veo relevante para Amazon si el datacenter es propio, sí es probable que se lo exija a terceros".
Rosso Siverino enumera además otras trabas que deberán eliminarse para el pase de rumores a la realidad: "Más allá de las exenciones impositivas, hoy no podría exportar estos servicios de cloud por el ‘cepo’. Además, debería desarrollarse un Polo de Conocimiento como los de CABA, Mendoza y Córdoba, y adecuar redes para brindar mejor conectividad".
En esa línea, advierte: "estos ‘colosos’ necesitan ser atendidos por más de un operador, con redes totalmente segurizadas, inclusive hasta por mares distintos. Hoy son muy pocos las cableras en condiciones de ello y todas deben hacer inversiones para llevar a tiempos de respuesta más acotados".
No solo eso, la gestión de estos servicios de red (NOC) está concentrada en la Ciudad de Buenos Aires. En ese sentido, no alcanza con la red de cable que llega hasta Las Toninas para alimentar de Internet al mercado local, se requiere también de infraestructura actualizada para una solución de estas características.
Si bien en Bahía Blanca apuntan a la creación de un polo que pueda generar un ecosistema de innovación alrededor del centro de datos y genere a la vez centenas o incluso miles de puestos de trabajo en la industria tecnológica, por ahora todo se encuentra en el terreno de la planificación.
Por lo pronto, fuentes cercanas a la empresa confirman que el Proyecto tango contempla hasta 3 datacenters. Para tal fin, habría comprado tres predios, dos en territorio bahiense y un tercero en Coronel Rosales, destinados a este plan. El más grande es un terreno de 100 hectáreas sobre la ruta provincial 51, próximo a los parques de Pampa Energía.
Jujuy y Pilar, con distintos proyectos
Carlos Alfonso, secretario de Modernización de Jujuy, había revelado en junio a iProUP que estaban trabajando para convertirse en "el polo de datacenters de Argentina". En rigor, la provincia tiene un convenio de hermandad con su par china de Guizhou, que se caracteriza por haber desarrollado la industria de big data en ese país.
Además, subrayó: "En La Quiaca disponemos de una zona franca de 90 hectáreas próxima a inaugurarse; amplitud térmica moderada y temperatura no muy elevada. Además, es una zona antisísmica, estamos lejos del mar y contamos con energía renovable".
A esto se suma el proyecto de Ley de promoción de Inversiones, iniciativa que tiene como finalidad otorgar beneficios fiscales a la firmas del ramo tecnológico que se instalen en la provincia.
En cuanto a la llegada de Amazon a Jujuy, el titular de la cartera había confirmado en ese momento que Morales mantuvo reuniones en Estados Unidos con ejecutivos de esa compañía y aclaró que "hubo un acercamiento entre las partes".
Esta apuesta tiene sustento: la provincia norteña está en un centro geográfico no sísmico con relativa corta distancia a 3 caminos de fibra independientes -Chile, Brasil, Argentina-, tiene un buen clima y un fuerte foco en energías renovables y Big Data. Por ello, no se baja de la pelea por los u$s800 millones. Pilar, por su parte, ya se aseguró una inversión de entre u$s20 millones y u$s40 millones en un centro de datos Amazon CloudFront Edge, destinado a la entrega rápida de contenidos. Y va por más.
El servicio, de menor envergadura que el Proyecto Tango, corre sobre las instalaciones de EdgeConnex, un desarrollador de centros de datos de tipo "Edge", que envían datos, videos, aplicaciones y APIs de forma segura a sus clientes en todo el mundo, con baja latencia y altas velocidades de transferencia.
La apuesta es que la inversión siga en alza, de la mano de uno de los negocios de mayor crecimiento dentro de la monumental estructura de negocios de Amazon.
A modo de repaso, en el primer trimestre de 2019, reportó una facturación de u$s7.700 millones, un alza de 41 por ciento sobre el mismo período de hace un año, lo que equivale a casi el 13 por ciento de las ventas totales de Amazon.
Mientras Bahía Blanca avanza hacia puerto seguro y el resto pugna por quedarse al menos con un puñado de esos dólares, la industria aguarda por una confirmación que no hunda las expectativas generadas.
Es que la historia sin fin del proyecto "Amazon en Argentina" generó un efecto pavloviano hasta en los más optimistas: ante cualquier novedad en el frente, la primera reacción es de recelo.