El Ministerio de Seguridad dio a conocer la aprobación del "Plan Federal de Prevención de Ciberdelitos y la Gestión Estratégica de la Ciberseguridad (2025-2027)".
Esta iniciativa tiene como propósito reforzar la capacidad estatal en la prevención, identificación e investigación de ciberdelitos.
Este proyecto busca salvaguardar las infraestructuras clave del país frente a las crecientes amenazas cibernéticas, y establece una estrategia integral y federal para combatir delitos ciberdependientes y ciberasistidos, los cuales crecieron con el avance de las tecnologías digitales.
Por otro lado, propone articular esfuerzos entre el Gobierno Nacional, las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, "a fin de promover un entorno seguro en el uso de las tecnologías de la información y la comunicación y fortalecer las capacidades de prevención e investigación de los ciberdelitos".
La implementación estará a cargo de la Dirección de Ciberdelito y Asuntos Cibernéticos, en colaboración con todas las fuerzas policiales y de seguridad federales.
La medida no implicará un aumento en el gasto público.
Un programa para combatir al crimen organizado y sus métodos electrónicos
En los fundamentos presentados en el Boletín Oficial, se destaca que "el vertiginoso avance de las tecnologías digitales y el creciente uso de internet han generado nuevas formas de criminalidad tales como delitos ciberasistidos en los cuales las tecnologías digitales son utilizadas como herramienta para cometer delitos tradicionales y delitos ciberdependientes".
Por otro lado, se explica desde el ministerio de Seguridad que estos delitos no sólo afectan a las personas, sino que también tienen un impacto negativo en empresas, instituciones públicas y la infraestructura crítica del país.
Este impacto podría generar consecuencias graves por un lado para la seguridad nacional, y por otro lado para la economía y la confianza de la ciudadanía.
Ciberseguridad: el 90% de las claves y contraseñas son fáciles de robar
Un informe de IT Governance destaca que es sencillo robar contraseñas e indica que "existen al día de hoy registros de 10.000 millones de claves vulneradas". Frente a ello, existen errores habituales muy sencillos de corregir y recomendaciones para hacerle el trabajo más complejo a los atacantes.
Por empezar, las claves más vulnerables son las que no tienen complejidad, las que no ofrecen combinaciones. Por ejemplo, las que están compuestas sólo por números o las que tienen letras solo en minúscula o las que son muy cortas.
Mucha gente usa solamente números y, en algunos casos extremos, números correlativos, como 123456, que es la más obvia pero según los especialistas de Zula se observa con cierta asiduidad.
El otro error común es utilizar palabras de uso habitual, combinadas con números sencillos, por ejemplo martes1. Muchos usuarios, cuando el sistema pide, por razones de seguridad, actualizar la contraseña, apelan a la continuidad de dicha lógica, y entonces la cambian a martes2 y así en adelante.
El otro error habitual, que permite que las contraseñas sean fácilmente robadas, es usar datos personales: nombre del gato, del perro, de familiares, de fechas representativas, etc.
Los hackers, muy preparados en la materia, buscan la información en Facebook y al conocer la persona tienen altas chances de poder intuir la contraseña que usa.
"Eso se llama ethical hacking: investigan la conducta de la persona para luego poder robarles la contraseña", remarcó Alan Burastero, ingeniero en sistemas y CEO de Zula.