La ansiedad de esperar hasta los 18 años para obtener la licencia de conducir y ser libres para manejar un auto por cualquier lugar de la ciudad hace tiempo pasó de moda. Hoy, los jóvenes no tienen esa prioridad, y lejos de pensar en llegar a comprar su primer vehículo invierten sus ahorros en viajes u otras experiencias placenteras.
La tendencia, que hace tiempo ya se viene manifestando en el mundo y observando claramente en los concesionarios, se acentúa cada día. Por ejemplo, en tiempos de pandemia, en los que se fortaleció el uso de medios digitales, ya popularizados entre las nuevas generaciones, tampoco se percibe un cambio de actitud ni hubo mayor acercamiento.
Lo cierto es que en diferentes concesionarios consultados por iProUP explican que la situación es tan alarmante para su negocio que hay poca renovación de público y, en general, quienes acuden a cambiar un vehículo son clientes que ya compraron alguna unidad en otro momento o bien alguno nuevo que le sacaron a la competencia. En definitiva, alguien que ya fue propietario de un coche.
Además, resaltan que prácticamente no entran jóvenes a los puntos de venta y ni siquiera reciben consultas online. Ante este panorama, las automotrices ya han puesto en marcha planes para adaptarse a este cambio de tendencia y en cómo captar clientes de otra forma.
¿Qué significa esto? A falta de una demanda que tenga al auto como una primera necesidad, deberán seducir a las nuevas generaciones con el uso de este medio de transporte aggiornado a la era digital.
"El auto debe estar al servicio de los jóvenes, no los jóvenes al servicio del auto, lo que implica lavarlo, pagar el seguro, hacerle el service, tener al día los papeles", explica a iProUP Juan Manuel, propietario de un concesionario Renault.
Por eso, las automotrices comenzaron a brindar otro tipo de servicios, como el de alquiler, aunque no en su formato tradicional. Esto significa que ofrecen un vehículo para usarlo por tiempo determinado, pero sin demasiados requisitos. Es decir, no hay obligación de devolverlo cumpliendo condiciones, sino que se puede dejar en cualquier lugar, sin nafta ni controles. Todo más rápido y práctico.
"El plan de alquilar un auto de forma convencional también quedó fuera de juego, y el hecho es facilitar la vida a la gente", comentan a iProUP en otro punto de venta.
Qué piensan los jóvenes
El cambio de tendencia no tiene que ver con una falta de interés por aprender a manejar únicamente, sino que además está relacionado con cuestiones económicas y ambientales.
Por un lado, mientras muchos jóvenes no llegan a comprar el auto propio, otros que sí tendrían el dinero evalúan cuánto necesitan por mes para mantenerlo. Una vez que hacen las cuentas, miden todo lo que podrían hacer con esa plata.
De esta manera, hacen cálculos y concluyen que les conviene usar un vehículo a demanda. Es decir, en el momento que lo necesitan, en lugar de afrontar los gastos fijos mensuales.
También hay una cuestión ecológica que las nuevas generaciones están empezando a valorar. En este sentido, todo vehículo que sea eléctrico, como los monopatines, son vistos como más amigables.
Los jóvenes disfrutan de las experiencias y no piensan en su primer
auto
Según una reciente investigación de Deloitte, esta tendencia es global y se manifiesta de forma creciente en Argentina. El informe destaca cómo las consecuencias de la pandemia han afectado a este segmento de la población y seguirán firmes con sus acciones, más aún en lo que respecta al ambiente, buscando que las empresas y gobiernos den prioridad a la sustentabilidad.
En el caso puntual de Argentina, con respecto a temas ecológicos, se advierte un cambio muy particular: más de la mitad de los encuestados (55%) creen que es demasiado tarde para reparar el daño causado por el cambio climático.
Sin embargo, en la encuesta realizada en medio de la pandemia, la cifra se redujo y los muestra como esperanzados en que todavía hay tiempo para actuar y proteger el planeta. Estos dos factores −dinero y medio ambiente− influyen directamente en el interés de los jóvenes por el auto.
Además, la falta de empleo, la vida online, el cambio en el estilo de vida, la forma en que las personas se transportan en las ciudades y el cambio en la percepción del auto como símbolo de estatus impactan fuertemente para que los "millennials" (los nacidos entre las décadas de los '80 y '90) posean menos interés que sus padres en manejar o incluso adquirir un coche.
"Los millennials no quieren tener un auto ya que prefieren consumir otras cosas como: experiencias", aseguran en los concesionarios y automotrices. Estas experiencias, especialmente los viajes, son más importantes para los jóvenes que ahorrar parte de sus sueldos y destinar esos fondos a la compra de su primer coche.
La estrategia de Toyota y Nissan
Como reacción ante el escaso interés de las nuevas generaciones a la compra de un 0KM, la industria automotriz se ve obligada a modificar la forma de ofrecer los autos. Y es que en realidad ya no pueden seguir vendiéndolos como un bien, sino como una prestación, con el fin de seducir a los consumidores más jóvenes.
Toyota Kinto, un nuevo servicio de movilidad.
Esta nueva estrategia de venta se propone mediante el concepto "Transporte como un servicio", que consiste en que las empresas ofrezcan sus coches a "demanda", atendiendo una necesidad puntual y obviamente con costos accesibles
Una de las que ya dio el puntapié en Argentina para captar la atención de esta nueva generación es Toyota. La japonesa lo hizo con el lanzamiento del nuevo modelo de negocio englobado bajo la marca Kinto.
Se trata de un servicio que propone desde la posibilidad de usar un auto por hora o días, retirándolo en ciento de puntos en todo el país y entregándolo en otro, hasta rentarlo por tres años y organizar las flotas de las empresas, entre otras cosas.
Lo que explican en Toyota a iProUP es que Kinto es una marca de soluciones de movilidad a nivel global, que llegó al país renombrando a la plataforma Toyota Mobility Services que existía hasta ahora. Lo que muestra la automotriz es que su negocio ya no es solamente vender autos, sino ofrecer servicios, y eso hará Kinto.
"Kinto es parte de nuestra estrategia para hacer crecer a Toyota en Latinoamérica. Incorporar servicios de movilidad al modelo tradicional de negocios permitirá responder a las nuevas necesidades de los clientes en una sociedad que está experimentando profundas transformaciones, impulsadas aún más por los recientes problemas de salud que estamos enfrentando", comenta a iProUP Masahiro Inoue, CEO de Toyota para la región de Latinoamérica y Caribe.
Así, la nueva movida de la firma se basa en tres modelos de servicio:
- Kinto Share: permite alquilar modelos Toyota o Lexus por horas o días. Estaba vigente desde noviembre de 2018 en el país
- Kinto One: se trata de un servicio servicios para empresas (B2B), que permite no sólo alquilar autos por tres años sino también gestionar toda la flota
- Kinto Flex: consistirá en un modelo de suscripción que se abonará por mes y llegará antes de fin de año. Al igual que Share, el pago mensual incluirá los gastos de mantenimiento
"Hace menos de dos años fuimos la primera automotriz de Argentina en ofrecer un servicio de movilidad para clientes con otros tipos de necesidades. Con la llegada de Kinto Share estamos dando un paso más en nuestro plan de convertirnos en una compañía de movilidad", indica a iProUP Daniel Herrero, presidente de Toyota Argentina.
Y completa: "Estamos seguros de que es una unidad de negocio que seguirá creciendo, conforme a los nuevos estilos de vida de las personas y de los contextos que estamos atravesando", agrega.
Por otro lado, Nissan y otras marcas ya hablan de sus estrategias a futuro también haciendo referencia a una estrategia mucho más abarcativa que ser meros fabricantes de autos.