Ciertamente que el 2020 ha sido un año de sorpresas. Enero pareció un mes muy largo porque pasaron muchas cosas y hubo desastres naturales, accidentes aéreos, y una amenaza de guerra mundial. Pero enero terminó y la cosa empeoró: el evento del año es la pandemia del coronavirus que convirtió la vida en una película de ciencia ficción. Luego llegó el golpe más doloroso de todos: la crisis económica y el colapso de los mercados. ¿Y qué está haciendo Warren Buffett mientras todo esto pasa? Está vendiendo, quemando acciones.
Los fans de Warren Buffett saben muy bien que este comportamiento es atípico en extremo. Es el mundo al revés: sé codicioso cuando todos tienen miedo. Comprar a los pesimistas. Sonreir cuando los precios bajan. Comprar barato, vender caro. Nunca vender en el fondo. No preocuparse por la macroeconomía. Buscar activos infravalorados y conservarlos para siempre. Estas son las enseñanzas de Warren. Pero ahora....¿Vender? ¿Qué? ¿Cómo? Pero, ¿por qué?
Durante la crisis del 2008, la banca fue el sector escogido. La crisis financiera golpeó muy duro a los bancos y las acciones se fueron al piso. Mientras el público entró en pánico y medio mundo comenzó a vender a precio de gallina flaca, Warren era el gran comprador de estos frutos bajitos.
Durante años, el inversor más exitoso de la historia y el CEO de Berkshire Hathaway, una de las compañías más grandes del mundo, ha estado acumulando una pila gigantesca de dinero en efectivo. Durante años, en entrevistas, le han preguntado sus motivos.
Y él siempre ha respondido lo mismo. Al parecer, no encuentra nada atractivo porque las valoraciones están muy elevadas. Es decir, todo está muy caro. Los que conocen el lenguaje de Warren saben lo que estaba diciendo. Se estaba en medio de una burbuja financiera que tarde o temprano explotaría.
Todo esto quiere decir que, tras leer reporte tras reporte en su oficina de Omaha, Nebraska, el valor fundamental de las compañías no justifican su precio de mercado.
Si se realizas un avalúo del negocio, el monto total es inferior al precio de su cotización. Comprar ese negocio a ese precio es simplemente absurdo. Buffett prefiere seguir acumulando efectivo que pagar caro por una acción que no vale la pena a ese precio en particular.
Él ha sugerido en varias ocasiones que un buen indicador para valorar el S&P 500 es compararlo con el Producto Interno Bruto (PIB). Mientras más grande sea el S&P 500 en relación al PIB, uno se se acerca más a una burbuja.
El secreto de su éxito
Antes de la llegada del coronavirus, tres cosas anunciaron una burbuja a los cuatro vientos. El S&P 500 por las nubes, un PIB en descenso y una acumulación increíble de efectivo en las arcas del Berkshire. Ya es un patrón que se reparte antes de cada crisis. Cuando la compañía registra ingresos conservadores en sus libros es porque tiene mucho efectivo en sus manos. Luego cuando llega la crisis y los precios caen en picada, Warren y Charlie Munger (su hermano en armas) usan ese efectivo para comprar buenos negocios a muy buenos precios. Después comienza la recuperación, los precios empiezan a subir y hacen una fortuna. Las ganancias se reinvierten y todo comienza otra vez. He aquí el secreto de su éxito.
Bueno, en realidad no es un secreto porque Warren lo repite una y otra vez en su reporte anual. Comprar lo más cerca posible del fondo durante la crisis. Y en lo posible nunca vender. Y cuando se vende lo hace en las mejores condiciones posibles. Esto es cerca del máximo en medio de una burbuja. O sea, durante el ciclo alcista. En el libreto de Warren Buffett, se vende en el alza y se compra en una crisis. Se podría decir que es la fórmula Buffett. Él tiene su método. Y sus seguidores lo conocen muy bien.
He aquí la gran sorpresa. En shock, vimos cuando anunció que vendió sus participaciones en el sector de las aerolíneas. Berkshire controlaba 11% en Delta Airlines, el 10% en American Airlines, el 10% en Southwest Airlines y el 9% en United Airlines. Bueno, se liberó de todo. Y esto provocó nuevos hundimientos en estas acciones. Por algo que se llama el "Efecto Buffett". Si Warren Buffett compra algo, eso sube de precio. Y si vende algo, su precio baja.
Warren abandonó a todo un sector en una crisis. Definitivamente el mundo al revés. Todos asumieron que actuaría como siempre se ha comportado. Y esta sorpresa no llegó sola. Porque luego anunció algo más sorprendente aún. La banca fue el siguiente objetivo de desinversión. Hasta hace poquito, Warren defendía sus posiciones en la banca con gran orgullo. ¡Adios Goldman Sachs, Bank of America y Wells Fargo! "¡Hijos mimados de la vida! Tu historia ha terminado. Hemos acabado de contarla…" Bueno, a veces la eternidad es un instante. Cuando compró esas acciones dijo en más de una ocasión que las conservaría para siempre. En esta ocasión, el para siempre duró muy poco. Fue un amor efímero como tantos otros. Gran boda, sonoro divorcio.
El "método Buffet" no estaría siendo seguido por el mismo Buffet
Dudas del momento
¿Qué está pasando con Warren Buffett? ¿Por qué no está bailando en esta crisis? ¿Acaso ya le están pegando los años a nuestro viejito? Bueno, aquí hay que entrar en el campo de la especulación. Es posible que Warren esté esperando una segunda gran oleada. Es decir, este cuento no ha terminado y esta recuperación es solo temporal. Lo peor aún está por venir. El dinero en efectivo no da rentabilidad, pero da seguridad. Y la posibilidad de rescatar a las compañías de su grupo que se metan en problemas durante la crisis.
En otras palabras, invertirá hacia dentro. Ciertamente que él recibe los reportes de sus negocios. Y sabe muy bien lo que está entrando y lo que está saliendo. ¿Usará su efectivo para cuidar a la familia? Pero antes de eso decidió limpiar la casa. Tal vez no podría rescatar a todas las aerolíneas. Pero sí puede rescatar a una fábrica de chocolates, por ejemplo.
Entonces, se podría pensar que lo que se busca es estabilidad y la liquidez suficiente para cuidar a sus mejores posiciones dentro de su portafolio. No sería insensato pensar que la economía está muy mal y podría haber una pandemia de bancarrotas. Pero no solo eso. Se podrían ver más caídas en los mercados bursátiles. En este escenario, la decisión de Warren tiene sentido.
¿Cómo comprar ahora sí se piensa que los precios colapsarán pronto y que muchos negocios estarán en aprietos y necesitarán dinero de rescate? Una situación extraordinaria requiere medidas extraordinarias y no se puede seguir la misma vieja fórmula. La vieja fórmula ha podido funcionar muy bien en el pasado, pero perdió su vigencia ante una crisis históricamente excepcional.
¿Por qué les importa a los cripto entusiastas lo que haga o no Warren Buffett? Ciertamente Warren Buffett no es infalible. Podría estar equivocado y cerrar su brillante carrera con la equivocación más grande la historia. Eso es posible. Pero sí existe una posibilidad que veamos nuevas caídas como la de marzo en el futuro cercano. Ahora están muy confiados de que lo peor ya pasó, pero todavía es muy prematuro cantar victoria. De pronto, todavía no se ha tocado el fondo y esta recuperación es solo pasajera.
El halving del bitcoin, un evento muy importante
Eso importa porque la correlación entre Bitcoin y el S&P 500 últimamente ha sido asombrosa. Se vive un mini boom con esta recuperación. Los planes de desconfinamiento, los estímulos y los planes de rescate han tenido su efecto positivo. En el caso de Bitcoin, se agrega el halving y la comunidad cripto está demasiado segura de sí, sumergida en una confianza cegadora e imprudente.
Error. Es un error abusar de la suerte. Sí, es posible que esta crisis sea una V. Y el fondo ya se dejó atrás. Es decir, lo peor ya pasó. Pero también es posible que estén ante una W y se vivan nuevas sorpresas más adelante. Es mejor no contar los pollos antes de nacer. Hay que escuchar a Warren, afirma una nota de Cointelegraph.