Pasan los días y crece la cantidad de casos confirmados con COVID-19. Pese a que Argentina cuenta con una orden estricta de aislamiento obligatorio, el virus que preocupa al mundo entero sigue esparciéndose.
Más allá de las complicaciones económicas que presentan estas medidas extraordinarias tomadas por el Gobierno, comenzaron a aparecer todo tipo de dificultades en la vida cotidiana. Una de ellas, que preocupa a gran parte de la población, es la imposibilidad de conseguir recetas médicas para adquirir remedios en las farmacias.
En este contexto, han surgido soluciones intermedias o de emergencia para paliar esta problemática, por lo menos hasta que pase la pandemia o se llegue a un acuerdo más de fondo entre las partes involucradas.
Concretamente, las obras sociales y prepagas están impulsando el uso de fotos de recetas firmadas y enviadas por WhatsApp o email para que sus afiliados puedan acceder a los medicamentos con los descuentos o reintegros correspondientes.
Por ejemplo, desde OSDE comunicaron que "de forma excepcional y durante el tiempo que se extiendan las restricciones, podrán adquirirse medicamentos con el descuento habitual", siempre y cuando se presente una copia legible de la prescripción médica en soportes digitales (foto) o impresa. PAMI, por su parte, dispuso un proceso similar.
El mismo camino sigue Swiss Medical. Desde su app permite solicitar recetas con un sistema de código de barras y, ahora, en la emergencia sanitaria, se está poniendo en marcha la opción de que el médico envíe una foto de la receta al paciente y este la presente en cualquier farmacia que tenga convenio sin necesidad de imprimir nada.
La polémica está a la orden del día: ¿de qué depende que las farmacias acepten o no este formato?
Solución a medias
En medio del estado de emergencia, desde los distintos sectores le piden al Ministerio de Salud una resolución oficial para poder saltear este problema lo antes posible.
"No hay decisión política clara. Si bien este punto intermedio está funcionando a pequeña escala, lo que buscamos es la masificación de la propuesta", afirma a iProUP Marcelo Peratta, titular del gremio Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFYB).
Más allá de las posturas individuales de cada organismo, asegura que "la coyuntura impone un cambio" y que este tipo de soluciones debe ser regulada para que todos puedan acceder a su beneficio.
Luciano Allegro, gerente de Marketing (CMO) y cofundador de la obra social digital Wiri Salud, quien trabaja de cerca con el tema de recetas digitales, afirma a iProUP: "Deberían ser aceptadas si se puede garantizar que ese documento está hecho por un médico que lo firme. "Para que eso pase - añade- debería ser generado en un formato específico e incluir una firma digital que permita verificar su autor. Una foto de una firma de puño y letra no es suficiente ya que podría estar adulterada".
También señala que hay mucha desinformación sobre la materia. "Cada colegio médico tiene su postura sobre el tema y todavía hay mucho miedo en la medicina sobre las consecuencias legales en las que pudiese llegarse a incurrir quien genera la receta", subraya.
Sin embargo, ante esta situación extraordinaria se comenzó a flexibilizar el sistema para garantizar el acceso a los medicamentos, especialmente por parte de las obras sociales. Por eso, cada afiliado debe consultar con su prestador antes de salir a la calle. - En el caso de OSDE, exige a los asociados que, al momento de realizar la compra, dejen por escrito, de puño y letra en el ticket, su conformidad: nombre y apellido, teléfono, firma y DNI. "Esta flexibilización en las pautas habituales para el suministro de medicamentos tiene como objeto garantizar el acceso al servicio durante las restricciones impuestas por el DNU 297/2020", expresan.
- Por el lado de Galeno, a través de la app los socios pueden solicitar su receta digital y presentarla desde su celular en cualquiera de las 9.000 farmacias que conforman la red de la prepaga. "En general, los pacientes con medicación crónica o crítica ya se encuentran registrados en el sistema.
El servicio de telemedicina está en contacto permanente con el equipo de prestaciones médicas y las áreas específicas que manejan estas patologías", confían fuentes de Galeno a iProUP. Asimismo, aseguran que se "flexibilizó muchísimo la operación", de manera de poder garantizar el acceso.
"Por ejemplo, con la campaña de vacunación antigripal, los socios tienen distintos factores por los cuales se cubre la vacuna al 100%. Ahora, se los está vacunando sin necesidad de orden médica, en todos los sanatorios de la Trinidad", remarcan.
Hay casos particulares, como embarazadas o niños que hayan recibido la vacuna durante 2019, a quienes se les pide que concurran con una orden digital indicada por su obstetra o pediatra. No hay necesidad de presentarla impresa pero se requiere del consentimiento del médico. "La flexibilidad existe, pero se deben seguir las pautas necesarias de seguridad", agregan desde la compañía.
En este escenario, el titular de SAFYB exige "una reunión ya mismo para acordar algún tipo de solución generalizada para los pacientes así se les brinda acceso rápido a los medicamentos, así como también una autorización sencilla a las obras sociales y una validación a las farmacias". Y añade: "Esto urge y el Gobierno tiene que citar a todos los sectores y darle una solución a la gente".
Una ley incumplida
En la Argentina ya existe legislación sobre el tema, aunque no se cumple. "Esta ley existe hace 10 años. Si se cumpliera, le hubiese facilitado la vida a todos los pacientes durante la pandemia", resalta Peratta. En su visión, la norma deja bien en claro que "los médicos tienen que tener su firma electrónica, retirar su pendrive –que funciona como una 'llave digital'– para validar las recetas. Una vez que el paciente va a la farmacia, se le da luz verde y se sigue con su flujo.
Por su parte, Allegro asegura que hace falta un acuerdo que permita este tipo de intercambios. "Hoy, muchos médicos no han registrado su firma digital para generar este tipo de documentos, pero una vez dados de alta y con el software adecuado, ya podrían empezar a generar las recetas". Agrega que, de cumplirse, permitiría enviarlas a miles de farmacias.
Cabe destacar que la receta electrónica es la que proviene de un formulario online, mientras que la digital es aquella que estuvo impresa y fue digitalizada través de una foto o escaneo. Sin embargo, la falta de implementación tiene un trasfondo más profundo que comenzará a aflorar en la medida en que avancen las soluciones intermedias, detalla Peratta." Las empresas auditoras van a tener que decidir si pagan o no las recetas que se presentan en fotos, ya que van a tener que validar sin son verdaderas o falsas", resalta.
"El problema de fondo es la sobre-prescripción, y por eso el sector farmacéutico no quiere implementar la receta electrónica, ya que esto implicaría un control más exhaustivo. La industria gana con un sistema anárquico y desordenado", sentencia el sindicalista.
Más allá del trasfondo político y empresarial que envuelve el uso de la receta electrónica, este tipo de sistemas digitalizados tiene beneficios para los pacientes:
- Rápida gestión
- Validación por software
- En tiempos de pandemia, menor exposición y contacto con otras personas
- Ahorro de tiempo
- Reducción de trámites y burocracia
"Esta situación mundial que estamos atravesando ha demostrado la importancia de las nuevas tecnologías y los grandes beneficios que proveen a la sociedad. La mayoría de los países de la región ya cuenta con soluciones de este tipo y creo que es la oportunidad ideal para actualizar nuestro sistema de salud", concluye Allegro.