El sector turístico es, sin dudas, el más afectado por el cierre masivo de fronteras que disparó el coronavirus. Sufrió fuertes pérdidas y Despegar perdió su categoría de unicornio, ya que su valor bursátil se redujo muy por debajo de los u$s1.000 millones.
La empresa había llegado a cotizar en la Bolsa de Nueva York en 2017. En ese momento logró su precio máximo, u$s32 la acción, lo que se tradujo en una capitalización bursátil (que surge de multiplicar la cantidad de papeles por su precio en el mercado) mayor a los u$s2.200 millones.
Despegar nunca volvió a esos máximos, y desde el segundo semestre de 2018 se mantenía por debajo de u$s20, aunque conservaba su status de unicornio. A comienzo de año había descendido a la zona de los u$s14 y el coronavirus llegó para terminar de hundirla.
Hoy, la acción de Despegar vale apenas u$s7,65 (tras tocar mínimos de u$s5,60) y su capitalización bursátil es algo mayor a los u$s520 millones. En otras palabras, esa cifra viene a ser un cuarto del valor que tenía en su debut.
El debut de Despegar en la Bolsa de Nueva York fue en septiembre 2017
"En función del balance del primer trimestre, proyectamos que Despegar finalizará el año 2020 con una contracción en sus ingresos de 34% en dólares, presionado por el cierre del turismo a nivel global en la primera mitad del año, así como por la depreciación de las monedas latinoamericanas con las que opera (especialmente el peso argentino y el real brasileño), sumado a la creciente incertidumbre económica regional que afecta las ventas", sostienen desde Research for Traders.
Además, recomienda mantener la tenencia de acciones si bien descarta comprar nuevas participaciones. El precio objetivo que espera es de u$s9,50 y da cuenta de "un upside del 18% en dólares a 12 meses como escenario más probable".
Como Despegar no cotiza en Argentina, la forma de acceder al papel es a través de un CEDEAR, que representa esa acción a nivel del mercado local y se puede comprar en pesos (ver infografía). En cambio, para adquirirla directamente en Nueva York, se puede recurrir a una cuenta propia en el exterior o a la operación de mandato mediante un agente de Bolsa o plataformas como Quiena.
Fortalezas del papel
Aunque está pasando por un momento desafiante, la acción de Despegar tiene algunas fortalezas que los analistas destacan. Entre ellas:
- La rápida reacción para bajar los gastos
- La buena posición de caja
- Es una marca reconocida
Al momento de la presentación de los resultados del primer trimestre, el propio CEO de la firma, Damián Scokin, se encargó de destacar las ventajas de la empresa y señaló que la compañía entró a la pandemia "con un balance sólido y una liquidez saludable".
Al mismo tiempo, subrayó que había cerrado el primer trimestre "con una posición de efectivo de u$s222 millones, sin pasivos financieros a largo plazo y solo una cantidad mínima de capital de trabajo a corto plazo".
En ese marco, consideró que la posición de liquidez y los recursos son "suficientes para resistir el entorno desafiante actual durante los próximos doce meses", y agregó que cree que Despegar resurgirá como una compañía "más fuerte" y que rápidamente podrá empezar a capturar más participación en el mercado una vez que el entorno se normalice.
El CEO de Despegar, Damián Scokin, asegura que la compañía entró a la pandemia con un balance sólido y considera que saldrá fortalecida de la crisis
Martín Sigwald, gerente de inversiones de Quiena, coincide en destacar la buena posición de caja de Despegar. "Creo que 12 meses deberían ser más que suficientes para empezar a generar nuevos ingresos y que no sea necesario consumir toda esa reserva de efectivo", opina.
Por su parte, José Ignacio Bano, gerente de research de InvertirOnline, también menciona que esa reserva la deja en una mejor posición frente a la competencia.
"Otros competidores más chicos quizá no tengan tanto respaldo, tanto por la caja como por la capacidad de endeudarse. Por eso, es posible que le vaya disminuyendo la competencia. Eventualmente, cuando el turismo se regularice, es muy probable que encuentre un mercado menos competitivo y eso lo va a beneficiar", estima.
Asimismo, Sigwald considera como fortaleza la rápida reacción del management para reducir costos operativos. "Apenas detectó que se avecinaba esta caída, empezó a recortar lo más posible los costos operativos. Redujo su staff en casi 500 personas, hubo suspensiones y disminución de horas. Todo en pos de disminuir la sangría operativa de estos meses", apunta.
En último término, Bano señala que la firma tiene una excelente posición en el mercado y recuerda que recientemente compró Best Day, empresa mexicana que factura más, pero que tiene altas erogaciones que se podrían empezar a recortar mientras continúa el freno al turismo.
Puntos de incertidumbre
A la hora de analizar el "Lado B", los especialistas resaltan los puntos más flojos, entre ellos:
- Forma parte de un sector muy golpeado por el coronavirus
- Tiene un negocio de nicho con pocas chances de reconvertirse
- Opera en América Latina, que hoy es epicentro de la pandemia
-
Se desconoce cuándo el turismo volverá a la normalidad
- Se transita por una devaluación de monedas latinoamericanas, lo que encarece los viajes
Gustavo Neffa, socio de Research for Traders, se muestra muy cauto al referirse a la acción de Despegar e indica que, tal como se presenta el contexto actual, quizás convenga esperar a que haya un escenario más firme del turismo a nivel global.
"Hubo varios casos de aperturas y cierres posteriores, como ocurrió en Brasil o en España. Hasta que no estén normalizados algunos parámetros básicos, es difícil mirarla positivamente", afirma.
En la misma línea, Bano sostiene: "Despegar está metida en la industria que más sufrió el coronavirus. Fue golpeada muy fuerte y todavía está por verse cuándo se recuperará completamente".
Y añade: "Tiene un desafío por delante y eso se amplía porque es una compañía bien nicho. No es tan fácil para Despegar cambiar de rubro o ampliar su propuesta de valor para ofrecer cosas que no estén relacionadas con el turismo. Eso se está reflejando en el precio, ya que vale algo más de la mitad de lo que valía en febrero".
El cierre de las fronteras mundiales y la incertidumbre en cuanto a la apertura generan dudas sobre la acción de Despegar
Por su parte, Sigwald prefiere hacer un análisis de pros y contras del papel sin realizar una recomendación específica de compra o venta. Considera que eso debe decidirse en función del perfil del inversor y las posibilidades de diversificar la cartera.
El ejecutivo de Quiena apunta a la base geográfica de operaciones como punto débil. "El 40% de su negocio se centra en Brasil y el otro 60% está dividido casi en partes iguales entre Argentina y el resto de Latinoamérica. Viendo cómo viene evolucionando la pandemia, es algo negativo", considera.
"El resto del mundo ya está en verano y eso le juega a favor, ya que permite que el comercio, turismo y los vuelos puedan reactivarse. En el hemisferio sur la actividad aeronáutica es baja", argumenta.
Neffa coincide: "El modelo de negocios funciona con el mundo normalizado. Hoy es uno de los sectores más relegados. En lo personal, prefiero una tecnológica a una agencia de turismo, aunque la empresa está mucho mejor que otras del rubro pero está enfocada en América latina, que es un foco importante del coronavirus y tiene muchas actividades frenadas".
Otra cuestión negativa que indica Sigwald es la fuerte emisión de monedas duras en el mundo, que conlleva una devaluación de monedas emergentes y latinoamericanas. "Eso afecta el nivel de viajes y turismo externo", expresa, y agrega: "Para atraer a los clientes, las empresas de turismo van a tener que bajar sus márgenes para ofrecer precios más competitivos".
Con todo, Despegar es una buena opción para apostar mientras siga en sus mínimos. Pero no es una inversión para cualquiera: requerirá la paciencia del buen inversor hasta que el coronavirus deje de paralizar la actividad.