El ecosistema financiero se ha vuelto sumamente complejo. A medida que avanza la tecnología y se van sumando nuevos jugadores al mercado, se vuelve más difícil poder predecir qué es lo que pasará o que rumbo tomarán las empresas.
Lejos quedó el mundo financiero gobernado por grandes empresas con productos tradicionales y redes enormes de sucursales. Por el contrario, ocurre permanentemente que surgen pequeñas startups que se dedican a medios de pago y de la noche a la mañana empiezan a otorgar préstamos o empresas que se dedican al mercado de inversiones y amplían su negocio incorporando tarjetas.
Incluso los grandes bancos se han visto forzados a transformarse hacia el mundo digital, cambiando sus procesos, creando sus propias fintech o adoptando nuevos productos disruptivos.
¿Qué es lo que pasará? Miremos el horizonte.
1.- El QR será interoperable
Existen distintos modelos de sistemas de QR en el mundo. China, pionero en pagos por QR, tiene un sistema donde más del 90% de mercado es dominado por WeChat Pay y Alipay, pero ambos sistemas no son interoperables. Contrario a esto, en México fue creado el sistema CoDi, desarrollado por el Banco de México, el cual funciona como una red interbancaria para el pago con QR y tecnología NFC.
Tiene poco sentido pensar que cada sistema de QR se mantendrá cerrado en los próximos años. Si bien Mercado Pago golpeó primero y ha logrado entrar a los comercios cómo un medio de pago más, se han incorporado muchos otros jugadores que están creando sus propias redes y reclaman la interoperabilidad.
Si bien el estándar de código QR ya fue reglamentado por el BCRA para garantizar la interoperabilidad, falta una acción firme del regulador para avanzar hacia un sistema interconectado que beneficie a los usuarios. Las empresas proveedoras del servicio de QR podrían competir por la adquirencia de comercios buscando rentabilizarlo a través del cobro de una comisión de "interchange".
2.- El Banco Central regulará las fintech
En enero de este año, el Banco Central definió a las llamadas "Billeteras Virtuales" como "Proveedores de Servicios de Pago" (PSP), les impidió mover los fondos que sus clientes tienen depositados en ellas y les exigió a las empresas que brindan ese servicio que se registren cómo tales antes de abril.
Más tarde, en febrero, la entidad que preside Miguel Ángel Pesce determinó que las empresas que debitan cuotas por prestamos financieros no pueden utilizar el Débito Directo como herramienta de cobro. Luego de eso, el BCRA realizó varias observaciones e informes sobre las empresas que se dedican a la comercialización de criptoactivos y sobre las tasas de interés que cobran algunas fintech por sus créditos.
Todo parece indicar que el Banco Central avanzará más en profundidad sobre las fintech. La pregunta es si finalmente se establecerá una mesa de diálogo que permita crear una normativa consensuada e integral sobe el sector o si la entidad reguladora seguirá como hasta ahora, emitiendo comunicaciones sorpresivas que obliguen al sector a adaptarse de la noche a la mañana.
3.- El mercado de crédito se nutrirá de modelos no tradicionales de bureau
Los scores de crédito tradicional están muy bien para el sistema tradicional, pero si se quiere hilar fino es importante entrar en nuevos modelos de calificación que permitan medir mejor.
Los nuevos métodos de calificación y validación de identidad están permitiendo escanear de forma certera a millones de persona que están por fuera de los sistemas de crédito bancarios, lo que da la posibilidad a muchas fintech de dar préstamos a personas que antes no tenían acceso.
Si se quiere extender este motor de crecimiento a un público no tradicional, se necesita un método de evaluación acorde.
4.- Las personas tendrán más acceso a inversiones por fuera de los plazos fijos o compra de dólares
Con la incursión de algunas billeteras en el mundo de los fondos comunes de inversión, se han abierto más de 2 millones de cuentas comitentes en nuestro país. Además, algunas fintech de inversión se esfuerzan en acercar proyectos agropecuarios, bonos, acciones y monedas digitales, entre otros.
Aunque falta un poco más de confianza en el peso y en el mercado financiero, de a poco se va saliendo del plazo fijo y el dólar billete.
5.- Los pagos sin contacto llegaron para quedarse
En Europa, este sistema ya está instalado hace años. Es común ver que los comercios tienen la terminal del lado del comprador en la línea de caja, por lo que el cliente solo debe apoyar el plástico, tomar lo que compró e irse.
Existe una doble transformación en el mercado de medios de pago sin contacto por fuera del QR: mientras se renueva el parque de terminales de las principales empresas que procesan el negocio de adquirencia, las marcas de tarjeta van obligando a sus emisores a ir incorporando tecnología contactless.
Además, de a poco va llegando la tokenización de las tarjetas, por lo que es esperable que empiecen a aparecer bancos y fintech que permitan pagar acercando el teléfono a la terminal del comercio a través de la tecnología NFC presente en la mayoría de los smartphones.
6.- Blockchain y otras monedas serán más comunes
Hoy sigue siendo extraño hablar de blockchain y Bitcoin, sin embargo, en los próximos años dejará de serlo. Así cómo alguna vez tener email o Facebook fue extraño, hoy es extraño que alguien hable de estos temas.
Las nuevas tecnologías generan este rechazo natural, pero para los entendidos en el tema, el sistema descentralizado de blockchain es tan eficiente que es impensado un futuro donde no se use.
Además de que el movimiento de las monedas virtuales es extremadamente difícil de rastrear, representan un refugio excelente ante la inflación por ser activos independientes del valor peso, por lo que son una forma de ahorro prometedora para los argentinos.
7.- Las bigtech darán servicios financieros
A principios de junio, Facebook lanzó los pagos por WhatsApp en Brasil. Apple ya lanzó su tarjeta y otras bigtech ya anunciaron el lanzamiento de la propia.
La expectativa es que en el futuro cercano las bigtech empiecen a aterrizar en distintos mercados comercializando nuevos productos financieros, apalancados por sus servicios actuales y por la enorme cantidad de datos de usuarios que poseen.
8.- En un futuro un poco más lejano, llegará open banking
A medida que la tecnología avanza y el sistema se va interconectando, es más probable que surjan iniciativa gubernamentales que busquen reglamentar el intercambio de información.
El Open Banking consiste en un sistema de API abiertas que permite a empresas conectarse con la información bancaria y financiera de los usuarios a fin de usarla para ofrecer nuevos servicios, como modelos de crédito o plataformas de control de gastos.
Este sistema interconectado parece lejano en nuestro país, pero ya se está ensayando un marco regulatorio de open banking en Brasil. Veremos cuéndo aterrizará por acá.
9.- Cada vez menos plástico
Hoy en día, ya hay muchas fintech que están implementando tarjetas virtuales. Estas tarjetas permiten realizar compras online y extracciones de efectivo a través de la generación de códigos de autorización.
Esta innovación, sumada a los pagos por NFC, muestra que la época del plástico empieza a llegar a su fin.
10.- Las transferencias internacionales serán más baratas e instantáneas
Va quedando obsoleto el tradicional sistema interbancario SWIFT y empiezan a aparecer empresas que utilizan monedas digitales o compensaciones de fondos periódicos para agilizar la transacción de los clientes.
El sistema tradicional es muy caro para las pequeñas transacciones y puede demorar hasta una semana en llegar a destino. Gracias a la innovación y el desarrollo fintech, estos costos y plazos son mucho más accesibles.
*Alejandro Tomás Scasserra es Business Development Manager en Wilobank