Los NFTs (token no fungibles) de la Champions League serán una realidad a partir del próximo año gracias a un convenio firmado entre la UEFA, organizadora del certamen, y la compañía coleccionables Topps, con base en Nueva York y Londres.
De esta manera, los fanáticos podrán coleccionar -en video- los mejores momentos en los partidos por la "Orejona".
El acuerdo de los derechos de cromos de las competiciones UEFA será por los próximos seis años, donde se han incluido los derechos de los NFTs, ya que "esto está siendo un fenómeno y todo el mundo está empezando a comprar los NFTs", explicaron desde la compañía.
La clave del boom, es que "hasta ahora, nadie garantizaba la propiedad de los token virtuales, pero en NFTs sí se garantiza toda la cadena de blockchain. Y al ser digital, independientemente de que la empresa quiebre o no, sigue siendo tuyo, es un valor del que lo ha comprado".
Messi fue uno de los primeros en presentar su propia colección de NFT
Cómo fue la negociación
Topps ya se ha hecho con los derechos de los NFTs de la UEFA y ahora está inmersa en un segundo proceso de negociación de esos derechos con cada uno de los clubes que participa en las competiciones europeas. La adquisición de derechos se traduce en 'royalties' y en cantidades fijas.
"Una vez que tengamos estos derechos con cada uno de los clubes, lanzaremos el producto de los NFTs de la Liga de Campeones sobre una plataforma que está desarrollando Topps para gestionar todos los NFTs", ha explicado.
Este es un paso importante para poner en valor el producto, ya que, incluso, en función de las condiciones de la venta, hay cadenas en las que el primer vendedor sigue recibiendo todavía pagos o comisiones de esa venta de NFTs a un tercero.
¿Los Token-No-Fungibles serán las nuevas figuritas coleccionables?
La tecnología disruptiva también llegó al mundo de los coleccionables y presenta nuevos desafíos legales. Los Token-No-Fungibles (NTF, por su sigla en inglés), son una creación digital que se soporta sobre tecnología blockchain, igual que cualquier otro criptoactivo.
Sin embargo, a diferencia de Bitcoin (BTC) o Ethereum (ETH), que son esencialmente fungibles porque pueden ser intercambiadas por otra moneda del mismo valor (de la misma manera que funciona el dinero tradicional que hoy conocemos), los NTF son únicos.
Los NFT llegaron al mundo de los coleccionables y presentan nuevos desafíos legales
Justamente este carácter de únicos y auténticos es lo que despertó el apetito voraz de coleccionistas y amantes de la tecnología hace unos meses atrás, cuando ciertas obras de arte comenzaron a ser vendidas en este nuevo formato por sumas siderales.
Y también por eso, que hoy los NFT se presentan como una nueva oportunidad para diversas industrias como, por ejemplo, la artística, las celebridades y también el mundo del deporte.
Panini, empresa líder en figuritas y de coleccionables en general, ya ofrece y subasta tarjetas coleccionables o autógrafos de reconocidos deportistas en su formato NFT.
Recientemente, la Asociación de Futbol Argentina (AFA) celebró un acuerdo y presentó $ARG, el primer token NFT del seleccionado argentino, los que podrán ser comprados en el sitio socios.com, permitiendo a sus compradores adquirir estos activos digitales que podrán coleccionar e incluso revender más adelante.
Sí, es tal como suena. Los NFT son las figuritas coleccionables en versión 4.0. No más álbum impreso ni pilón de figuritas a intercambiar. En adelante tendremos nuestra billetera de coleccionables con todo tipo de tokens digitales.
Estos NFT no necesariamente sean imágenes estáticas (como ocurría con las figuritas o autógrafos) sino que pueden consistir en cualquier representación visual y sonora, por ejemplo, un compilado único con las mejores jugadas de Messi en el seleccionado argentino, al que sólo tendrá acceso el dueño de ese token en particular.
Ahora bien, esta revolución de los Token-No-Fungibles y las creaciones artísticas pueden traer nuevos desafíos también en el aspecto legal. ¿Por qué? Básicamente, siempre que surge una tecnología disruptiva de este tipo hay que analizar qué efectos jurídicos puede provocar.