Argentina se convirtió en el país con mayor adopción de World (antes Worldcoin), el ambicioso proyecto global que busca crear una identidad digital universal basada en la biometría.
El país concentra 2,2 millones de usuarios escaneados sobre los 7 millones totales a nivel global, posicionándose a la vanguardia de esta polémica tecnológica.
Desarrollado por Tools for Humanity, World propone un nuevo concepto de identidad digital a través de su "World ID", un pasaporte digital único e irrepetible obtenido mediante el escaneo del iris.
La propuesta tuvo y tiene un sinfín de cuestionamientos por el destino y preservación de los datos que obtiene.
Worldcoin, récord en Argentina
La iniciativa no deja de generar una gran adhesión en Argentina, donde las largas filas para obtener el World ID se volvieron comunes.
Actualmente, son 52 los Orbs (dispositivos para leer el iris) que dan vuelta por todo el país recolectando datos. El próximo paso de la firma es tener un aparato cada cinco cuadras y hasta piensan en instalar un local en shopping Abasto.
Plan de Rappi en Argentina
La alta adopción se explica, al menos en parte, por la crisis económica que atraviesa el país, situación que para muchos hace ver una oportunidad para acceder a nuevas fuentes de ingresos.
Pero la captura de información plantea una serie de interrogantes sobre la privacidad, la seguridad y el futuro de la identidad digital.
Si bien la compañía asegura que los datos biométricos son altamente seguros y no pueden ser utilizados para rastrear a las personas, no pocos especialistas piden regulaciones claras para garantizar la protección de los usuarios.
"Yo sigo esperando una resolución que prohíba la práctica de parte del regulador de la Ley de Protección de Datos Personales", dispara a iProUP el abogado Daniel Monastersky, de Data Governance LATAM.
El letrado, conocido en X como @identidadrobada, sostiene que "las cámaras toman imágenes de personas, hacen un tratamiento de datos personales" y por esa razón "deberían estar inscriptas en el registro de bases de datos privadas".
La compañía anunció días atrás su expansión a Brasil, donde ya comenzó a instalar Orbs en San Pablo. Además, se encuentra trabajando en nuevas funcionalidades para mejorar la experiencia del usuario, como la verificación facial en tiempo real a través de videollamadas y la integración con pasaportes físicos.
Para tener una dimensión del impacto mundial de esta propuesta basta subrayar que se distribuyeron 328.414.835 tokens y se crearon 486.238 cuentas a lo largo de la última semana.
En una clara mirada crítica, Monastersky plantea: "¿Por cuánto tiempo se guardan esas imágenes? ¿Quién puede acceder? ¿Se guardan registros de accesos? ¿Se guardan localmente o en la nube? ¿Hay transferencia internacional de datos?".
Worldcoin y Rappi en Argentina
Rappi y World anunciaron una alianza estratégica que permitirá a los usuarios argentinos obtener su World ID de manera más sencilla, cómoda y, nuevamente, polémica.
A partir del primer trimestre de 2025, los repartidores de Rappi llevarán los dispositivos Orb directamente a los hogares de los usuarios, quienes podrán realizar el escaneo de su iris y obtener su pasaporte digital.
La gente interesada podrá intercambiar sus datos biométricos por tokens WLD, una criptomoneda con un valor aproximado de $2.500. Los repartidores de Rappi facilitarán este proceso, como si se tratase de una pizza o un kilo de helado.
Algo parecido se intentó implementar sin éxito en Chile: "A principios de noviembre, las autoridades chilenas ordenaron a World suspender sus operaciones, argumentando que su asociación con Rappi contravenía las normativas locales de protección de datos. Ante estas acusaciones, Rappi aclaró que su acuerdo se limitaba al mercado argentino", detalla a iProUP Ludmila Cáceres, periodista chilena.
Chile no fue el único. La firma tiene en su haber expulsiones en países como España, Kenia y Corea del Sur. Sin ir más lejos, en la provincia de La Rioja clausuraron un local de la empresa y pidieron su expulsión de Argentina, algo que claramente no sucedió.
Además, en Argentina esperan vender el Orb para que comercios e individuos tengan puestos de recolección de datos y cobren una comisión por ello.
Wolrd ahora, consciente del impacto de su actividad en nuestro país, decide redoblar la apuesta y no parece tener mayores obstáculos a la vista.