A sólo tres días de que el ministro de Economía, Sergio Massa, anunciara el desarrollo de la Moneda Digital Argentina (MDA), el dólar blue comenzó su senda alcista hasta superar los 890 pesos, su máxima cifra histórica.
Las divisas digitales recibieron el impacto. Tal es así que el "dólar bitcoin", que surge de dividir el precio internacional en dólares por el valor en pesos que toman los exchanges, también se disparara hasta los 880 pesos.
Moneda Digital Argentina: cuál es su precio en el ecosistema cripto
Teniendo en cuenta de que la MDA será una moneda digital de banco central (BCRA), su valor replicaría al del peso. Si bien se estima que no cumplirá varias de las características de una criptomoneda (como la descentralización y la privacidad de Bitcoin o Ethereum), su funcionamiento podría emular el de estos activos.
Según el dólar bitcoin, un peso (o una MDA) valdría u$s0,0011. Así, sólo superaría en valor a seis criptomonedas de baja reputación del top-100 de Coinmarketcap.
Entre ellas hay dos "meme coins", llamadas así porque no tienen más respaldo que ser representar algo gracioso.
Una de ellas es Shibainu (SHIB), que se lanzó en agosto de 2020. Aunque en sus primeros meses tuvo una presencia discreta en el mercado, ganó notoriedad a medida que su comunidad de seguidores creció exponencialmente.
Se basa en la cadena de bloques Ethereum y se autodenomina "la moneda de los memes". Uno de sus atractivos principales es la promesa de ser una divisa accesible para todos, con una gran cantidad de monedas en circulación y precios bajos por unidad, lo que permite a los inversores comprar grandes cantidades sin gastar una fortuna.
Su pico histórico fue en febrero, cuando cotizaba a u$s0,000014. Hoy vale la mitad: u$s0,000007, bastante más debajo que el peso a valor dólar cripto.
La otra memecoin "competidora" de la MDA es Pepecoin (PEPE). A diferencia de Shibainu, no se basa en un meme de perro, sino en el famoso meme de Internet "Pepe the Frog", una figura icónica en la cultura web durante años.
La divisa se lanzó en marzo de 2021. También se basa en la cadena de bloques Ethereum y se autodenomina "la moneda de la comunidad". El proyecto Pepecoin tiene como objetivo fomentar la creación y el intercambio de memes, así como el apoyo a obras benéficas. Esto se logra a través de la plataforma PepeSwap, que permite a los usuarios intercambiar Pepecoin y otros tokens relacionados con memes.
A principios de año, Pepecoin cotizaba a alrededor de u$s0,0004, precio que se mantuvo estable durante varios meses. Pero luego experimentó un aumento abrupto hasta los u$s0,002 en junio de 2022. Este repunte también se debió en parte a la creciente comunidad de seguidores y a la promoción activa del proyecto.
Actualmente, la Pepecoin se posa en los 0,00000007 dólares, muy por debajo del peso argentino a dólar cripto.
Sin embargo, la MDA tiene un contendiente con mayor historia: Terra Classic, cuya divisa Luna Classic vale u$s0,000058. Se trata del spin off de la plataforma luego de que en mayo del año pasado pasara de valer u$s113 a desplomarse por debajo del centavo de dólar. Una devaluación abrupta que terminó destruyendo valor por u$s50.000 millones.
Tal fue el escándalo que Do Kwon, su fundador, se dio a la fuga y fue apresado en Montenegro, además de ser condenado a cuatro meses de prisión.
Las otras criptomonedas a las que le ganaría el proyecto oficial son:
- APENFT (tokens no fungibles): u$s0,00000032
- BitTorrent New (intercambio de archivos): u$s0,
- eCash (pagos): u$s0,000025
Además, se posiciona en empate técnico con Flare, un ecosistema de aplicaciones descentralizadas cuya divisa nativa cuesta u$s0,011.
Moneda digital argentina: qué dijo la ONG Bitcoin Argentina
Ricardo Mihura, presidente de la ONG Bitcoin Argentina, argumentó que "la propuesta de una moneda centralizada controlada exclusivamente por el gobierno a través del Banco Central -conocida mundialmente como CBDC (Central Bank Digital Currency)- es algo demasiado complejo y controversial como para ser lanzado en el tramo final de una campaña electoral".
Además, desmintió que los países citados por el ministro de Economía como modelos de uso de CBDC se hayan tenido éxito en su desarrollo.
"No es cierto que Suecia y Noruega sean ejemplos de modelos de implementación exitosa. Son solamente dos casos en los que se está estudiando el tema desde el año 2016", remarcó Mihura.
Además, señaló que "por el contrario, el Banco Central de la República Argentina cuenta con un único informe unipersonal del año 2022. Técnicamente es un tema extremadamente complejo y que ninguno de los países que lo vienen estudiando ha podido aún llegar a un modelo operativo y sostenible".
Por su parte, Rodolfo Andragnes, cofundador de la ONG, advirtió que "ante la falta de consultas previas a organizaciones idóneas en el tema para lanzar esta idea, la Moneda Digital Argentina (MDA) no es más que un proyecto. No existe, hasta el momento, un programa a seguir en concreto donde se mencione cómo podría afectar a instituciones financieras privadas, por ejemplo".
Los expertos exigen a Massa el derecho a la privacidad en sus operaciones y el libre comercio
Desde la ONG señalan que no existió hasta el momento "ningún debate ni consenso sobre las características esenciales de la moneda digital propuesta".
"Por este motivo, no quedaría en claro si la MDA sería de uso obligatorio y exclusivo, si reemplazaría totalmente al efectivo, si sería anónima o nominativa, si será accesible para los ciudadanos o sólo para los bancos y, sobre todo, si preservará el derecho al libre comercio y a la privacidad de las personas o, por el contrario, si se plantea un sistema de control totalitario por parte del Estado", agregan
La ONG Bitcoin Argentina además remarcó su compromiso y defensa al "derecho y las ventajas de la libre adopción y utilización de Bitcoin como una alternativa libre y soberana".
"Instamos a los argentinos a no dejarse engañar o confundir por una propuesta de CBDC que es totalmente superficial e infundada, y que muy probablemente termine funcionando como un experimento de ingeniería social extremadamente peligroso", concluye Mihura.