Luego de una negociación silenciosa, finalmente Okta, empresa de gestión de acceso e identidad que cotiza en bolsa con sede en San Francisco, adquirió al unicornio argentino Auth0 por u$s6.500 millones.
La compañía argentina, fundada por Eugenio Pace y Matías Woloski en 2013 y que contó con una inversión inicial de apenas u$s50.000, pasará ahora a manos de Okta, creada en enero de 2009 por Todd McKinnon, que se mantendrá al frente de la compañía.
Actualmente, Okta y Auth0 operan en un mercado que mueve unos u$s80.000 millones anuales. Pero en los negocios, como se suele decir, la clave es el timing. Algo que Pace y Woloski tuvieron en claro desde el inicio de su desarrollo.
Ambos desarrolladoraes le dieron vida a una firma que se basa en un servicio con poco glamour, pero muy requerido por las empresas de la era digital.
La historia
Auth0 es una de las empresas argentinas que en el mercado tecnológico era identificaba como el "quinto unicornio", detrás de Mercado Libre, Globant, Olx y Despegar.
Hasta diciembre de 2019, AuthO contaba con 500 empleados, 7.000 clientes, oficinas en Bellevue (EE.UU.), Buenos Aires, Londres, Tokio y Sydney y, entre sus clientes, figuraban nada menos que Wall Street Journal y Mozilla, la fundación detrás de Firefox.
A partir de su venta, Auth0 operará como una unidad de negocio independiente dentro de Okta, y será dirigida por el argentino Pace, CEO y cofundador de la plataforma.
"Tanto las plataformas de Okta como las de Auth0 serán compatibles, invertidas e integradas a lo largo del tiempo, lo que acelerará la innovación y hará que Okta Identity Cloud sea aún más atractiva para todo el espectro de clientes y usuarios", precisaron ambas compañías.
Eugenio
Pace, cofundador de Auth0
McKinnon, en tanto, resaltó que "Okta y Auth0 siempre han compartido una visión común para el mercado de la identidad. Ambas somos empresas que priorizan a la nube y al cliente primero".
Autho0 es una plataforma de autenticación electrónica para acreditar la identidad, en general son servicios para empresas y uno de los usos más habituales son los sistemas de contraseña e identificación.
Más detalles
Aunque sea difícil de creer, aún en 2021 las contraseñas más utilizadas del planeta son 'password', '123456' y 'qwerty'.
Sin embargo, existen personas que trabajan cada día desde distintas ciudades del mundo para construir, justamente, un mundo digital más seguro y con menos problemas de este tipo.
En 2019, Auth0 se sumó a la manada de unicornios locales que hasta el momento tenía a cuatro miembros consolidados y de larga experiencia en el ecosistema techie.
Lejos de las historias rimbombantes, Pace y Woloski construyeron su emprendimiento en base al estudio, el esfuerzo en silencio y una idea multimillonaria de poco glamour para las portadas de los diarios y revistas.
"Para hablar en concreto, nosotros proveemos la famosa 'cajita de login', porque cualquier aplicación que tenga algún tipo de valor necesita que el usuario esté autenticado", resumió Woloski, gerente de Tecnología (CTO) de la firma.
Para definirlo con propiedad, Auth0 es un referente en la industria de identity-as-a-service (IDaaS, por sus siglas en inglés), un negocio que, según la propia firma, para 2025 podría mover más de u$s22.000 millones a escala global con una demanda creciente, en particular en el mercado asiático.
Su producto se convirtió en el diferencial y en punta del iceberg para luego invertir en posventa, más innovación y marketing.
La identidad como servicio no es algo muy sexy para vender, pero los inversores de Silicon Valley piensan diferente. En mayo 2019, la firma levantó u$s103 millones en una ronda liderada por el fondo Sapphire Ventures.
Eugenio
Pace y Matías Woloski, cofundadores de Auth0
Así, ingresó al selecto club que en el país integran gigantes de la economía digital como Mercado Libre, Despegar, Globant y OLX.
"Apunto a que Auth0 sea un unicornio. Al principio, lo veía difícil, incluso salir a cotizar en Bolsa, pero ahora no lo veo tan descabellado", se sinceraba Woloski en 2017.
El libro que dio paso a la idea
Woloski estudió para ser ingeniero en informática en la Universidad de Buenos Aires, pero su gran habilidad estaba en la venta.
Esta virtud mamó y, en parte, heredó de su padre, que tenía un local de repuestos de autos sobre la calle Warnes.
Fue su poder de convencimiento el que consiguió que Microsoft se sumara como cliente a la consultora Southworks, que había fundado junto a un compañero de la facultad.
Del otro lado del mostrador estaba, nada más y nada menos, que Eugenio Pace. Ingeniero electrónico por el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) y más de una década mayor que su futuro socio, Pace, CEO de Auth0, construyó una larga carrera en el gigante fundado por Bill Gates.
Tras un breve paso como desarrollador en Banco Galicia, ingresó en Microsoft Consulting Services en el 2000 y escaló hasta convertirse en product manager por aquel entonces.
"Empecé a trabajar con él en varios proyectos y uno de ellos, en 2008, fue escribir un libro para resolver el problema de la autenticación", recordó Woloski.
El mundo analógico los unió para desarrollar un proyecto para el sello editorial Microsoft Press. Fueron tantas las horas que le dedicaron que, poco a poco, se dieron cuenta que podía ser una arista interesante para desarrollar como un negocio en sí mismo.
Incluso, Pace se lo propuso a uno de sus profesores en The Founder Institute y este reconoció que era una idea con gran potencial, para facturar miles de millones. Sin embargo, manifestó que era algo difícil de plasmar en la realidad. Aquellos interesados aún hoy pueden conseguir A guide to claims-based identity and Access control por u$s7 en Amazon.
Historia de trabajo y sacrificio
Tras 13 años en Microsoft y como principal lead program manager, operando desde Washington, Pace renunció y decidió asociarse a Woloski para iniciar el camino de emprender con una inversión inicial de u$s50.000.
El eje de negocio del proyecto, pensaban, sería el programador, que antes debía implementar un login por sí solo, tarea más que compleja. Pero los clientes a los que les venderían su plataforma no serían estos desarrolladores, sino los que realmente estaban dispuesto a desembolsar un fee mensual por el servicio: las corporaciones.
Pasaron varias semanas hasta que los clientes comenzaron a llegar. El primero contrató la licencia de la firma por u$s27 al mes y el segundo aterrizó gracias a la actualización del perfil de Pace en LinkedIn.
Los primeros meses no fueron fáciles. Como no generaban volumen de ventas, tuvieron que financiarse ofreciendo servicios de consultoría. A esto se le sumaba que, a pesar de su trayectoria, ninguno de los dos tenía experiencia liderando un proyecto desde cero. Por eso recurrieron a un experto.
"Hicimos algo que nos ayudó: contratar a un CEO. Tener la capacidad de decir 'yo no sé todo' fue clave para pasar ese primer año", recordó el director tecnológico de Auth0.
Llamaron a Jon Gelsey, exIntel y HP. En los últimos años, se había desempeñado como director de
Desarrollo Corporativo y encargado del área de Estrategia y Fusiones y Adquisiciones de Microsoft.
Se sentó en la silla principal hasta diciembre 2017 cuando asumió Pace (ahora dirige Xnor.ai, dedicada a desarrollar software para Inteligencia Artificial).
Si bien la consideran una compañía argentina, sus headquarters se encuentran en Bellevue, Washington.
En tanto, gran parte de su estructura se encuentra repartida en a lo largo y a lo ancho del globo, ya que de los 500 empleados que reportaba en julio de 2019 más de la mitad trabajaban de manera remota.
"Hay hackers que se roban passwords de bases de datos, están las listas publicadas en la web. Nosotros evitamos que a compañías como Netflix les pase eso", remarcó Woloski.
Y agregó: "Los passwords son una solución vieja. Podemos darles a los programadores una plataforma que pueda leer más variables como la huella digital o el rostro".
Al poco tiempo de operación tuvieron una jugosa oferta de u$s2 millones por la empresa, pero ambos coincidieron en que su meta no era venderla y siguieron adelante. Para expandirse apelaron al capital privado.
La primera ronda llegó en 2014 con una inyección de u$s2,4 millones liderada por Bessemer Venture Partners, que volvió para la serie A de u$s6,8 millones en junio del año siguiente.
A estas se le sumó una serie B de u$s16 millones, una C de u$s30 millones y una D de u$s55 millones para totalizar más de u$s210 millones en inversiones.