25 años. Un cuarto de siglo. Dos décadas y media. Dicho de cualquier modo, es mucho. Más para un emprendimiento. Y en Argentina. Pero sí, en 1997 creamos con mi hermano Esteban una empresa que produce contenidos a través de su marca Periodismo.com.
¿Existe una fórmula aplicable para todos los emprendedores argentinos? Acá arriesgo 10 ítems que a nosotros nos funcionaron y que quizás puedan servirle a otros. Descarto obviamente todos los aprendizajes útiles para cualquier compañía del mundo (hay miles de libros) y me centro en tópicos que aplican especialmente en nuestro país, que pocos suelen comentar.
Crisis = oportunidad… peeeero
Si la palabra crisis es riesgo y oportunidad en chino, lo es también y todo el tiempo en argentino. Vivimos en crisis y cada crisis abre una oportunidad. Por lo tanto, la nuestra es una tierra fértil para emprendedores, como lo demuestran nuestros compatriotas diseminados por el mundo en compañías top.
Pero hay un pero y ese es el otro carácter chino que arma la palabra crisis: el riesgo: se puede perder todo muy rápido ante un cambio de timón. En la crisis de 2001 estuvimos a punto de cerrar, pero surgió la idea de dar cursos de periodismo a distancia, cuando todavía faltaban doce años para que se inventara Zoom. Eso nos salvó. Ya más de 5.000 personas de todo el mundo hicieron cursos a través de Periodismo.net.
Nada sin modelo de negocios
Antes de la explosión de la burbuja de las puntocom ningún inversor te recibía si no tenías un business plan. Vengo del periodismo y soy argentino: eso me resultaba superfluo. "Vamos viendo".
El tiempo me enseñó que no es tan necesario tener un business plan formal –de hecho, muchas veces es limitante–, pero que sí hay que hacer todo con un modelo de negocios bien pensado detrás. Flexible. cambiante, pero explícito. Y navegar hacia ahí.
Desconfiar de las modas
Desde 1997 vi lanzarse y cerrar a decenas de competidores. Venían a "revolucionar todo", pero terminaron desapareciendo en silencio. Casi siempre seguían las modas del momento, especialmente las de EEUU: newsletters, news tickers, webstories, blogs, apps, podcasts, de nuevo newsletters fueron los nombres de esas modas casi siempre vacías que aplicaban al periodismo digital.
Pero lo que funciona en el resto del mundo no necesariamente funciona acá, hay que tenerlo siempre presente.
La única moda que vale
Hay sí, una moda que siempre hay que mirar en Argentina: la coyuntura.
Si en Finlandia un empresario puede centrarse en lo que pasa dentro de las paredes de su empresa, aquí hay que estar bien informado de "las nuevas tendencias" políticas y económicas (preferentemente antes de que pasen) y estar listos para actuar en consecuencia.
"Todo es una ecuación"
La frase pertenece a Serguéi Brin, fundador de Google, y es uno de sus mantras a la hora de tomar decisiones.
En Argentina, tenemos una versión propia, la "frazada corta". En el fondo es parecido. Ser consciente de nuestros recursos y distribuirlos en función de nuestras necesidades prioritarias. Una oda al no apalancamiento.
Q + C
Seguimos con las matemáticas. La cultura empresarial argentina es cálida y emocional. Además de las cualidades que aplican en el resto del mundo, acá sumamos especialmente la fórmula "Q + C": Química + Confianza. Que esta dupla aplique siempre a la relación con tus socios, tus empleados y tus clientes.
Pero, a la vez, dejar siempre todo por escrito. Hace unos años íbamos a vender nuestro sitio a un conocido empresario. Pactamos las condiciones y él nos dijo: "Sellamos este acuerdo con un apretón de manos, ¡no me caguen, eh!". Esa fue la última vez que lo vimos.
Emprender en digital
Si todavía estás definiendo tu empresa en Argentina, que la pata más fuerte siempre sea la digital. Los motivos son muchos, pero los dos más importantes para nuestro país son la posibilidad de achicarte y agrandarte fácil según los vaivenes económicos y, por supuesto, trabajar para clientes del mundo, que permite escapar del riesgo argentino.
Que el foco sea un nicho, cuanto más específico, mejor, pero, a la vez, que permita diversificar tus vías de ingresos.
Pitchear "a la Argentina"
Si pretendemos llamar la atención, distinguirnos del resto en nuestras propuestas a clientes, hay que hacer algo que se escape de los formulismos. El template para proponer una idea nos muestra grises e iguales al resto.
En nuestro caso, la receta es presentar un buen proyecto siempre, pero espolvoreado con humor, sobre un fino colchón de creatividad. Sírvase lo más pronto posible. Y buen provecho.
Obrero toda la vida
En una entrevista reciente, Hernán Casciari contaba que "hay una década, de los 30 a los 40 años, que uno es obrero de la construcción… y después de eso sos arquitecto".
Tengo una noticia para los que quieren emprender en Argentina: podés llegar a ser arquitecto, pero siempre vas a tener que seguir siendo obrero. Además de glamorosas reuniones y decisiones empresarias, hay que estar listo para agarrar el fratacho en cualquier momento.
El único balance que importa
Vivimos en Argentina y eso tiene innumerables desventajas, pero también muchísimas cosas positivas. Entre ellas están la amistad, la familia y la idiosincrasia.
No hay que engañarse: el balance contable de la empresa es fundamental, pero al final del día el único balance que importa es el que hacemos para nosotros mismos, sabiendo que nos dedicamos a lo que nos gusta, rodeados de gente que nos gusta para gente que nos gusta.
*Diego Rottman es CEO de Periodismo.com