Nadie sale de una crisis igual que entró. Los inversores, tampoco. La inquietud provocada por la expansión global de la epidemia del coronavirus ha obligado al capital riesgo a revisar las estrategias y también a redirigir y reforzar el foco en unos sectores en vez de en otros.
Las compañías de healthtech, es decir, las que aúnan salud y tecnología, se han convertido en ganadoras de esta situación. Ya estaban entre las preferencias de los fondos de private equity y venture capital y ahora han adquirido todavía mayor atractivo.
La captación de recursos por parte de start ups dedicadas a la innovación tecnológica en salud se ha incrementado desde que empezó el año para imponer un nuevo récord de inversión en el primer trimestre.
Y se prevé que se sigan batiendo registros, ya que el Covid-19 se ha convertido en un importante acicate de esta tendencia al revelar todavía con más nitidez el potencial de este tipo de actividad, aseguran Preqin y Pitchbook, dos de los principales servicios de análisis de la industria de activos alternativos.
El respaldo de los fondos de capital riesgo a los grupos que ofrecen soluciones tecnológicas relacionadas con la medicina, la atención sanitaria o el bienestar se disparó de enero a marzo, hasta alcanzar un importe agregado de 8.200 millones de dólares (unos 7.500 millones de euros), un 76% más que en idéntico periodo de un año atrás y un 25% más que en el trimestre anterior, el último de 2019, según los datos de Preqin.
Esta progresión da prueba del salto que las compañías de healthtech han dado en el orden de prioridades de los fondos.
La región con más actividad fue Norteamérica, con 289 de las 423 operaciones de inversión totales que se cerraron en este sector en los tres primeros meses de 2020 (el 56%).
Destacó dentro de esta geografía la ronda de financiación de la farmacia digital Alto (antes, ScriptDash), que permite a los clientes planificar la entrega de medicamentos o contactar con un farmacéutico a través de su aplicación, entre otras cosas, y que en enero captó 250 millones de dólares de diferentes fondos, como SB Investment Advisers, Greenoaks Capital, Jackson Square Ventures, Olive Tree Ventures y Zola Capital Management.
Europa, con 87 transacciones; Asia, con 73, y el resto del planeta, con 24, completan la distribución por zonas de la inversión en healthtech.
Buena proyección
Las perspectivas apuntan a que el apetito por este sector continuará vivo en los próximos meses. De hecho, en el más de mes y medio del segundo trimestre transcurrido hasta el 18 de mayo, pese a las restricciones operativas que la actual situación presenta para los fondos y que están ralentizando las transacciones, los acuerdos de compra relacionados con esta industria se calculan en 3.200 millones de dólares, un valor próximo al promedio trimestral de 2019 de 4.800 millones de dólares, recoge Preqin.
La actual crisis «acelera la cuarta revolución industrial de la digitalización», señalan los expertos de Pitchbook. El sector de salud y también la biotecnología y la industria farmacéutica «generarán un mayor interés», pronostican en un informe reciente sobre el impacto del Covid-19 en el private equity europeo.
Healthtech, beneficiada por la pandemia
Coincide en esta dirección una encuesta de Preqin -realizada en abril entre un centenar de gestores de capital riesgo-, según la cual, hasta un 36% de los inversores pretende elevar la apuesta por las compañías de healthtech en 2020 ante los efectos del Covid-19, que han puesto de relieve las oportunidades de crecimiento que en el presente y en el futuro inmediato albergan las innovaciones tecnológicas que ofrecen productos y servicios de salud y bienestar.
No solo por sus propias virtudes, sino también por los cambios que se están promoviendo en el entorno.
Con millones de personas confinadas en casa y los sistemas de salud desbordados por la pandemia, gobiernos de todo el mundo -con el de Estados Unidos a la cabeza- están reduciendo algunas barreras regulatorias que han pesado durante años sobre la prestación de atención sanitaria digital.
Para los expertos de Deloitte, estas novedades en las políticas podrían ayudar a acelerar aún más el interés de los inversores en este sector. Todas estas proyecciones invitan, así, a los analistas a adelantar que este año se rebasarán los algo más de 19.000 millones de dólares que, según Preqin, invirtieron los fondos en healthtech en 2019 e incluso el máximo anual de 20.000 millones de dólares de 2018.