A la espera de la publicación del dato oficial de inflación de octubre, surge el interrogante entre los ahorristas respecto a qué plazo fijo será más rentable en la última parte del año y comienzos de 2023: el tradicional o el UVA.
Este "dilema" surge porque la tendencia alcista de los precios de la economía no cede, y los pronósticos más elevados de algunas consultoras privadas están indicando que el mes pasado se registró una suba en el índice de referencia para el consumidor de hasta 6,8%. Mientras tanto, las tasas de interés en las colocaciones a 30 días se ubican en un nivel interesante de 6,25% mensual, que equivale a una tasa nominal anual (TNA) de 75%.
Por lo tanto, esta tendencia está generando entre los ahorristas el interrogante respecto a cuál es el plazo fijo ideal para este momento de "tensa calma" para el país, en el que el dólar libre se encuentra relativamente a un precio estable.
Bajo este panorama, cabe recordar que las colocaciones tradicionales son a un período mínimo de 30 días, mientras que las que ajustan por UVA (inflación) tienen un lapso base de encaje de los fondos de 90 días para pagar dicho rendimiento.
"Tras un virtual 'empate' en octubre entre ambas alternativas de plazo fijo, donde una mínima diferencia fue a favor de los depósitos UVA, las expectativas para el resto de 2022 y principios del año que viene también se fundamentan en una nueva ventaja para las colocaciones ajustables por inflación", indica a iProfesional Andrés Méndez, director de AMF Economía.
Plazo fijo UVA vs. Plazo fijo tradicional
Ahora bien, en base al Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM), efectuada por el Banco Central entre diversos economistas, se puede proyectar cuál será el rendimiento en el último tramo del año y principios de 2023, tanto para los plazos fijos tradiciones como para los plazos fijos UVA.
La "batalla" entre el plazo fijo UVA y el plazo fijo tradicional se inclina para la opción de ahorro que ajusta por inflación.
Respecto a los depósitos UVA, se debe tener en cuenta que se toma la inflación acumulada desde los 45 días previos a la fecha de la colocación de los fondos.
"En primera instancia, debe considerarse que noviembre tiene un día menos que diciembre y enero, por lo que el rendimiento mensual del plazo fijo tradicional disminuye un escalón", advierte Méndez.
Para agregar que, en segundo término, se espera que la evolución del IPC Nacional sea "más elevada en octubre que en septiembre pasado, situación que se reflejará sobre el rendimiento de los plazos fijos UVA de noviembre y diciembre, dado el desfasaje de 45 días que media entre el índice de precios y la valorización de la UVA".
En resumidas cuentas, si se considera que se espera que en octubre el IPC Nacional registre un aumento de 6,8%, Méndez estima que el plazo fijo ajustable entre la valorización de la UVA y los intereses puede arrojar un rendimiento cercano al 7% en el corriente mes.
Por lo tanto, considera que el margen es "suficientemente revelador" respecto a que el rendimiento de este instrumento será superior en noviembre al del plazo fijo tradicional. Es decir, en noviembre el ahorrista que apuesta por el tradicional obtendría 6,2%, mientras que en el UVA ganaría ese mes alrededor de 7%.
En tanto, en diciembre, de nuevo podría llegar a calcarse la situación observada en octubre pasado, con rendimientos parejos en ambas alternativas cercanos al 6,4% mensual.
Finalmente, en enero del 2023 resultará ligeramente mejor para la alternativa tradicional (6,37%), mientras que la que ajusta por precios de la economía puede brindar alrededor de 6,2%, siempre y cuando la inercia inflacionaria no sea más alta.
La suba de la inflación genera que los plazos fijos UVA brinden un mayor rendimiento, aunque la opción tradicional tiene sus ventajas.
¿Cuál es el plazo fijo ganador?
Uno de los puntos centrales que condicionan estas proyecciones es que el Banco Central mantenga los rendimientos vigentes desde mediados de septiembre pasado, en torno al 75% anual.
"Si al promediar noviembre la entidad monetaria llegara a incrementar los rendimientos mínimos para los depósitos a tasa de interés fija, como consecuencia de la suba del índice de los precios al consumidor de octubre, es posible que los resultados de este período no se modificarán de forma significativa", describe Méndez.
Por lo tanto, sostiene que aquellos ahorristas que se posicionen en la segunda quincena del corriente mes en un plazo fijo tradicional "tendrán un panorama más optimista, que se cristalizará plenamente en diciembre próximo".
En conclusión, estos razonamientos llevan a advertir que ambas colocaciones se están moviendo en un marco de paridad con puntos a favor y en contra.
"El plazo fijo UVA arrojará rendimientos algo superiores, pero, en su beneficio, el plazo fijo tradicional cuenta con un menor período necesario de colocación. Algo que para la idiosincrasia de los argentinos es determinante", destaca Méndez.
A raíz de la incertidumbre en la situación económica y política, se advierte en la actualidad un traspaso desde el plazo fijo UVA hacia el tradicional, reflejando que, pese a los rendimientos ligeramente inferiores que está ofreciendo, "los depositantes prefieren un instrumento con más rápidos resultados", concluye este analista.
La otra salida que les queda a los ahorristas para posicionarse es la opción de plazo fijo UVA precancelable, que permite "salir" de forma anticipada y retirar los fondos después de los 30 días de la constitución. El problema que presenta es que si se "gatilla" esa opción, la renta que se pasa a cobrar es inferior a la que ofrece una colocación tradicional, ya que es de 71% anual, indicó iProfesional.