Sin papel, sin necesidad de espacio físico para almacenar, sin costo de envío, con más transparencia y seguridad. Instantánea, en tiempo real, escalable, vehículo de más ventas y generadora de información valiosa para la gestión del comercio. Eso es la factura electrónica, es decir la que se expide y recibe en formato digital.
Tarde o temprano, la factura electrónica se ubicará en el centro de la revolución de los sistemas de pago en nuestro país, entre otras cosas por la necesidad de agilizar los tiempos de entrega de los productos y así mejorar la experiencia de compra de los clientes.
Como anticipo de lo que viene, un dato revelador es que, en la actualidad, el uso de factura electrónica alcanza el 90% de las compras por el canal online en el país. Se debe tener en cuenta que, en e-commerce, para poder despachar un producto es necesario que esté facturado. Así, la automatización de la facturación electrónica evita procesos manuales que demoren la salida de la mercadería y que además puedan generar errores. De ahí que el comercio mayorista también va adoptando crecientemente la factura electrónica.
El porcentaje de adopción es, sin embargo, mucho más bajo en el caso de la venta presencial a consumidor final, donde la facturación electrónica es todavía muy incipiente. Se estima que sólo un 10% del canal físico usa factura electrónica aunque se espera un gran crecimiento relacionado con las nuevas regulaciones que posibilitan su desarrollo.
Esto generó una larga transición en la que, hoy por hoy, conviven distintos métodos de facturación en simultáneo, donde una parte considerable de los negocios presenciales aún utiliza controladores fiscales de vieja generación o ticketeras.
Sin embargo, por una disposición de AFIP, a partir del 1° de abril de 2021 gran parte de ellos tendrá que optar por adquirir los controladores fiscales de nueva tecnología o adoptar la factura electrónica. Esta innovación tecnológica abre una enorme oportunidad para la facturación electrónica porque presentará a los comercios una alternativa que -entre otras ventajas- es mucho más ágil, sencilla y económica (los nuevos controladores fiscales exigen, como mínimo, una inversión de $90.000 por equipo).
Dentro de los desafíos que se presentan, se encuentra la necesidad de tener una conectividad robusta en todos los puntos del país. Este desafío trasciende la facturación electrónica ya que es compartido y estratégico para la senda de innovaciones que tiene por delante toda industria ligada, en distintas formas, a las nuevas tecnologías de la información y comunicación.
La omnicanalidad es otra de las tendencias y desafíos ante un usuario que usa más de un canal para comunicarse, comprar y vender, informarse, etc y esto implica brindar una experiencia positiva en todos esos canales y en todas las interacciones. La factura electrónica es una pieza apta para transitar en los distintos canales durante todo el customer journey y es necesario brindar un servicio consistente y sin errores.
En el caso de las compras, el usuario puede elegir hacerlo por link de pago a través de redes sociales y en otra oportunidad directamente desde la tienda online. Independientemente del canal que escoja, debería tener una grata experiencia de compra y de postventa. Para eso es necesario tener todos los canales integrados, con un sistema capaz de facturar ventas realizadas en cualquiera de ellos, tanto físico como online.
Otro campo para que la industria de la facturación electrónica escale está en las empresas proveedoras de servicios en el interior del país, ya que la mayoría todavía no integró el cobro digital y menos aún la factura electrónica.
Hacerlo les significaría una serie de ventajas: al no utilizar la factura en papel, ahorrarían costos y agilizarían los tiempos de cobro por no tener que esperar que el abonado reciba la factura para poder saldarla. Opciones como el botón de pago, que permite abonar directo desde el comprobante simplemente con un clic, reducirán el tiempo y el esfuerzo de los beneficiarios del servicio.
A esos desafíos se suma el de la facturación de ventas electrónicas B2B (empresa a empresa) cuando el vendedor es agente de recaudación, -que cada vez son más- ya que es necesario calcular las percepciones antes de realizar el cobro y soluciones como Facturante resuelven este importante aspecto. Nuestro sistema en la nube se integra con los principales canales de venta, medios de cobro y sistemas de gestión para automatizar la emisión, legalización y distribución de Facturas Electrónicas. Además permite realizar el seguimiento de los comprobantes entregados y acceder a informes y reportes contables e impositivos. Facturante permite unificar la Facturación Electrónica de un negocio integrando todos sus canales físicos y digitales.
La facturación electrónica abre un nuevo mundo para el comercio en todas sus formas. El acto mismo de envío de la factura suma un canal de comunicación con el cliente que puede ser aprovechado para implementar estrategias de marketing tales como exhibir en el email en el que se envía el comprobante productos relacionados a los que el cliente compró. Estudios recientes indican que la tasa de apertura de los correos donde viaja la factura es 6 veces superior al de un envío promocional.
Los softwares de facturación tienen acceso a datos increíblemente valiosos de la compañía: dinero facturado, productos más vendidos, ticket promedio, entre otros. Y de los clientes: quién es, qué compra, por qué canal lo hace, en definitiva definir perfiles de compradores que permitan hacer inteligencia comercial.
Por otro lado, la facturación electrónica permite sincronizar de forma automática la información con las entidades encargadas de la regulación de la normativa fiscal. La evolución de esto es llegar a evitar que las empresas tengan que realizar presentaciones, por ejemplo del IVA ante la AFIP, y sean estas entidades, en cambio, quienes tengan que informar a las empresas cuánto tienen que pagar y no al revés.
Por último, el uso de bots se ha extendido. Se pueden usar no solo para brindar atención al cliente, sino también para vender. Su evolución es que tengan la habilidad de gestionar una venta de principio a fin, brindando asesoramiento, gestionando el cobro y enviando también la factura.
La visión de Facturante es ir más allá de simplificar y automatizar al máximo las operaciones de los negocios. Se trata, incluso, no solo de ahorrarles dinero sino también de contribuir a que lo puedan generar mediante la aplicación de la Inteligencia Artificial y el uso de datos.
Hacia allí vamos.
*Lorena Comino es Co-Founder & CEO de Facturante.