El paso del mundo universitario al "mundo real" puede ser duro. Sin embargo, en esta época de plena incorporación de conocimiento también aparecen grandes ideas que pueden convertirse en proyectos serios y negocios prometedores.
Corría el año 2012 cuando Gerónimo Oliva y Mauricio Varela, dos estudiantes de agronomía, estuvieron encargados de hacer algunas anotaciones sobre cultivos para la tesis de la facultad. Su trabajo era recorrer y relevar datos agronómicos en los del predio, todo a mano. Pero ambos pensaron que podían crear una forma mejor de hacerlo.
En ese momento convocan a Andrés Yerkovich para empezar a desarrollar un prototipo del producto. Primero pensaron en una solución de escritorio (un software para PC) pero pronto entendieron que tenía que ser más fácil y accesible.
"Por aquel entonces los smartphones comenzaban a posicionarse en el mercado y la decisión pasó por empezar a desarrollar para esos dispositivos. Los primeros clientes empezaron a utilizar la aplicación y se realizó un rápido aprendizaje sobre las necesidades más latentes de los productores", recuerda Oliva a iProUP.
"Los primeros clientes empezaron a utilizar la aplicación y se realizó un rápido aprendizaje sobre las necesidades más latentes de los productores", recuerda Gerónimo Oliva.
Finalmente, en 2013 conocieron a Agustín Rocha y Pablo Etchanchu, que habían desarrollado algo parecido pero como sitio web. La asociación fue un hecho y se vincularon ambos productos. Para entonces, los productores podían recolectar datos a campo con la app y visualizarlos y compartirlos a través de la plataforma web, en lugar de la tradicional libreta de notas.
Hoy, SIMA Agtech es una de las principales apps para el campo, que tiene 5 millones de hectáreas monitoreadas en la región (Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil) y 30 empleados distribuidos en todo el país.
Además, trabajan con NASA Harvest, que tiene sede en la Universidad de Maryland, en la optimización de un algoritmo para la estimación del rinde.
"SIMA es una solución para gente del campo diseñada por gente del campo. Conocemos la problemática del sector de primera mano, sabemos que el agro es un sistema muy complejo y no puede ser atendido por soluciones ‘one size fits all’ (un talle le entra a todos), por eso desarrollamos integraciones estratégicas con las principales plataformas del agro para ofrecer una solución completa que atiende las principales problemáticas de nuestros usuarios", cuenta su cofundador.
Y agrega: "En SIMA conocemos el día a día de los productores y los desafíos que tienen. Sabemos que necesitamos ser lo suficientemente flexibles con nuestras soluciones sin perder escalabilidad".
De idea a proyecto serio
La firma tiene una aplicación dedicada que es adoptada en más de 5 millones de hectáreas y que genera una fuente de datos agronómicos estructurada y confiable.
"Esto nos permite hoy contar con una base de datos super potente capaz de alimentar funcionalidades inteligentes que generan insights de valor para nuestros clientes, siendo un verdadero diferencial. Sabemos que gracias a estos datos anonimizados, hoy podemos desarrollar modelos de aprendizajes automáticos basados en datos de campo que generen un verdadero valor para nuestros usuarios", comenta Oliva.
Los primeros clientes llegaron en 2013. Estos fueron productores y asesores conocidos que, ante la noticia de la existencia de una app que reemplaza la libreta de campo, no dudaron en contactarlos.
Respecto a sus primeros años, el cofundador cuenta: "Luego el crecimiento durante los primeros años se explica por el boca en boca. Cuando el producto es bueno, uno tiende a recomendarlo. Conforme pasaron los años entramos en el segmento de empresas de producción de granos con grandes necesidades de dar un salto tecnológico y muchas de ellas hace más de 5 años que trabajan con nosotros".
La solución de SIMA propone reemplazar una herramienta tradicional como una "libretita" por una completa app móvil.
Entre sus clientes están Administración Duhau, MSU, Adecoagro, Ledesma, Espartina, Grupo Peñaflor, Berardo Agropecuaria, etc. En Brasil algunos clientes con quienes están trabajando hace 2 años son Fiagril, Biotrop, Bayer, Ballagro, Koppert, entre otros.
Luego de sus primeros años, la startup recibió en 2015 una inversión inicial de inversores ángeles de u$s115.000 y así constituyeron oficialmente una sociedad anónima en Argentina. En 2018, recibieron otra inversión de u$s350.000.
"Desde entonces, crecimos de 5 founders a 32 personas en total, con oficinas en Rosario y Curitiba, Brasil", asegura el Product Owner.
Pedro Lafluf, Sebastián Tutti, Santiago Arias y Agustín Rocha, parte del staff de SIMA
Cabe destacar que esta startup trabaja con NASA en el programa Harvest: "Tenemos un punto de interés en común. Con este program investigan sobre la seguridad alimentaria, es decir, conocer la capacidad de producción de alimentos que tiene el mundo. Para llevar adelante este programa ellos necesitaban lo que nosotros teníamos, un gran volumen de datos anónimos; y ellos nos ofrecieron lo que nosotros queríamos: tecnología de punta para hacerle la vida más fácil a los productores y llevar la agricultura al próximo nivel".
SIMA Harvest es una funcionalidad realizada en conjunto con NASA Harvest y la Universidad de Maryland. Se trata de un algoritmo de Machine Learning que permite predecir desde la mitad de la campaña los rindes de maíz, trigo y soja, con una tasa de acierto superior al 80%. Esto se realiza gracias a la integración de datos satelitales junto con el gran volumen de datos anónimos provenientes de SIMA.
El cierre de facturación de la compañía en 2021 fue de u$s1.5 millones, duplicando la facturación del año anterior. Asimismo, la proyección para el cierre de 2022 es mantener el crecimiento y facturar u$s3 millones.
El campo, cada vez más digital
Desde su punto de vista, los creadores de SIMA están notando que el sector agropecuario tiene una creciente demanda por incorporación de tecnología de digitalización de información, impulsada por un modelo productivo muy competitivo, con grandes aumentos en el valor de los insumos que obliga a producir más y a menores costos.
"Este tipo de tecnologías permiten ‘ajustar’ los procesos productivos, tomar decisiones con información, en otras palabras ser más eficientes. Más allá de que estamos viviendo un cambio generacional donde los nativos digitales están comenzando a tomar las riendas del negocio, el proceso de transformación digital hace más atractivo el sector para los jóvenes, motivo que asegura un futuro promisorio para este tipo de tecnologías", explica Oliva.
La plataforma se administra directamente desde un app móvil.
Además, comenta que, en términos generales, "existe un mayor compromiso por el medio ambiente" y esto se manifiesta en un fuerte mercado que cada vez exige una mayor transparencia sobre el origen de la producción de los alimentos.
"En esta línea va a ser fundamental que el productor pueda demostrar que su sistema productivo es sustentable y en contrapartida recibir un beneficio por ello. En este último tiempo se está trabajando en comenzar a medir las emisiones de bonos de carbono del sistema productivo y comenzar a pensar en una certificación sustentable en pos de una agricultura regenerativa", asevera.
De cara a lo que viene, la empresa estará lanzando una nueva interfaz gráfica que mejora la experiencia de uso de nuestra actividad estrella "monitoreo". En paralelo están trabajando en amplificar el alcance de su app para que sea compatible con dispositivos iOS.
Respecto a la plataforma, la compañía tiene en agenda seguir incorporando nuevas funcionalidades inteligentes como algoritmos de predicción de adversidades que permitirán al usuario anticiparse a la presencia de adversidades en los cultivos, un módulo climático donde se cruzarán variables agronómicas de los cultivos con variables climáticas generando información clave para la toma de decisiones agronómicas.
"Tenemos la intención de realizar mejoras varias que potencien el uso de la herramienta como una verdadera plataforma de comunicación entre los usuarios", concluye Oliva.