Las fintech han sabido ganarse un lugar como vehículos fundamentales para la inclusión financiera, llegando a millones de usuarios a través de cuentas virtuales y aplicaciones de pagos, entre otras soluciones. También fueron clave para que las viejas organizaciones financieras pudieran dar sus primeros pasos en una oferta de servicios 100% digital y llegar a nuevos clientes, antes excluidos.
Pese a la crisis mundial que generó la pandemia, el interés de los inversores se incrementó. Al tercer trimestre de 2021, este segmento recibió un 173% más de desembolsos que en el mismo periodo del año pasado, según cifras del Boston Consulting Group (BCG) provistas a iProUP. Además, en lo que va del año;
- Las inversiones alcanzaron u$s93.000 millones, un 90% más que en 2020
- Solo en el tercer trimestre se registraron 101 rondas superiores a u$s100 millones (megadeals) por u$s23.000 millones
- El continente americano es el más "hot" en términos de financiamiento: recibió u$s56.000 millones
Ignacio Plaza, presidente de la Cámara Argentina de Fintech y cofundador de Draper Cygnus, explica a iProUP que este año se dio un gran salto en términos de financiamiento en la región, que totalizará los u$s12.000 millones de Venture Capital, aproximadamente.
De ese total, un 70% va al sector fintech, lo que se traduce en unos u$s8.000 millones. Considerando que Argentina representa el 12% de esa torta, hay cerca de u$s1.000 millones dirigidos a empresas locales, según Plaza.
"Hace 10 años, el fondeo en Latinoamérica llegó a u$s100 millones, mientras que este año el monto total es de 120 veces más. El tema de inversiones en la región fue espectacular, aunque comparado con otros países como Israel o Estados Unidos, queda mucho para crecer", agrega.
Bueno y barato
Argentina es un país con algunas contradicciones. Pese a no contar con el mejor clima de negocios y tener una economía en crisis permanente, es cuna de grandes emprendedores, que pudieron sobreponerse a la adversidad y atraer inversiones para desarrollar sus startups y, en algunos casos, llegar a convertirse en unicornios.
¿Pero, qué es lo que hace que estas empresas sean atractivas a los ojos de los inversores? Julián Colombo, CEO de N5 Now, identifica tres factores:
- El primero es que "es más barato", porque un fondo podría invertir en una startup local, solo un 3 o 4% de lo que le costaría tener un espacio en Brasil."Para comprar, crear o invertir en una fintech que tenga el 1% del mercado en Brasil, hay que desembolsar hasta u$s6.000 millones. En Argentina podés quedarte con un 1% del mercado con apenas u$s200 o u$s300 millones", apunta.
- El segundo factor es que los financistas desconocen las coyunturas específicas de cada nación y arman paquetes de inversión que pueden incluir Brasil, Argentina, Chile, Colombia y México, para posicionarse en todos lados: "Quieren poner plata en las fintech y esto se derrama a la economía mundial. En ese reparto, le toca parte a nuestro país, que además es barato", indica.
- Por último, este tipo de compañías son vistas como "sin fronteras", a diferencia de las limitaciones de un banco tradicional: "Nacen con apetito de expansión. Quienes colocan capital compran la capacidad de un grupo de personas para crear una empresa basada en tecnología para dar servicios financieros, que mañana puede aterrizar en otro país con condiciones diferentes", señala.
En este sentido, remarca que "lo que aprenden en Argentina lo pueden replicar en Brasil o Estados Unidos en el futuro. Además, una vez que tenés la relación con el cliente y gestionás sus pagos, podes distribuirle cualquier producto", finalizó.
Plaza agrega que lo que sobra en Argentina es talento, forjado en base a la falta de desarrollo financiero y la avidez por probar cosas nuevas: "Acá se arman equipos con capacidad para desarrollar buenos proyectos y rápido. Que el mercado no sea grande ni esté tan desarrollado como en Brasil las obliga desde el día uno a pensar en entrar a otros países y expandirse al mundo",.
Además, Argentina tiene la ventaja de haber sido pionera en los '90, con emprendedores que crearon grandes compañías (Mercado Libre y Despegar, por ejemplo) y tiene un ecosistema más evolucionado en relación a otros países de la región.
"Hay mucho aprendizaje y emprendedores expertos. A ojos de los inversores, es menos riesgoso apostar a nuevos proyectos de personas que ya formaron otra empresa, un equipo de trabajo, recorrieron un camino, la vendieron. El mundo se digitaliza, las oportunidades están, la pandemia las aceleró y el capital busca esas oportunidades", enfatiza.
"La inversión en fintech, sobre todo en la rama de pagos digitales, ya venía creciendo desde 2019. América Latina muestra madurez con casos de éxito que se transformaron en unicornios. Y el desembarco de players internacionales hace que la región sea vista como una zona de enorme potencial", señala a iProUP Ignacio Carballo, director del Ecosistema Fintech de UCA.
Según su análisis, las compañías del sector radicadas en Argentina y Uruguay tienen una característica muy propia y atractiva, pero por diversos motivos.
"Uruguay tiene una economía reducida y de escala pequeña, mientras que Argentina es un país con una macroeconomía que no es la mejor. Esto deja como corolario que las startups rioplatenses tengan la capacidad de escalar muy rápidamente a otras economías, por un tema de supervivencia", remarca.
En este sentido, subraya que la necesidad del país vecino radica en "no tiene escala suficiente para que el negocio sea rentable", mientras que los empresarios de esta orilla "trabajando en pesos no cubren sus costos en dólares y por temas de volatilidad necesitan diversificar los riesgos".
Ponga su dinero aquí
De cara al 2022 se avizoran algunas ramas del ecosistema fintech más atractivas para los inversores. En ese sentido, Carballo identifica al menos tres:
- Criptomonedas, siguiendo el envión que tomó en el último año
- Buy now, pay later (compra ahora, pagá después) dentro del segmento de préstamos
- Finanzas embebidas, es decir, desarrollo de plataformas financieras "marca blanca" para terceros
Con respecto a las últimas, Plaza remarca que permitirán "convertir en fintech a compañías que poseen gran comunidad de usuarios pero que no ofrecen determinados servicios. Por ejemplo, un banco con capacidad crediticia que no sabe manejarse en el mundo digital o una app de taxis, que posee miles de choferes y desee brindar servicios financieros".
Para Plaza también seguirán recibiendo inversiones los neobancos, que están teniendo un buen desarrollo con empresas como Nubank que hizo su debut en la Bolsa de Valores Nueva York; el ecommerce e infraestructura de pagos.
"Toda la inversión es, en gran medida, para adquirir usuarios y subir personas al mundo fintech: mientras más posea, más valor tiene esa plataforma para más inversores", remarca.
Además, con Transferencias 3.0, el sistema de QR interoperable que lanzó el Banco Central, todo se conecta y se hace instantáneo. Se construyen diferentes capas de sofisticación, en el que primero están las billeteras digitales; después, los pagos y créditos; y se pueden ir sumando servicios al estilo de las super apps.
"Las billeteras virtuales tienen cuatro años de existencia. En 2018 no llegaban a 1 millón de usuarios; hoy rondan los 24 millones. Si eso se mantiene, en un año se alcanzarán 48 millones, el total de la población de Argentina, y en 2023, los 100 millones", revela Plaza.
Según el directivo, estas "aplicaciones serán imprescindibles. Para los proveedores de servicios de valor agregado, como seguros o créditos, será fundamental participar del ecosistema. Es de esperar que ocurra una nueva ola de prestaciones sobre estas plataformas", enfatiza.
Sin embargo, no siempre existe un correlato entre el nivel de inversión que puede recibir una fintech, su valoración de mercado y rentabilidad, advierte Colombo. En general, estas empresas tienen dificultades para monetizar lo que en un principio prometieron que sería gratuito.
"Los bancos digitales tienen un 20% de los costos respecto a un banco tradicional, pero por ahora sus ingresos son de apenas el 10 o 15%. No obstante, las fintech tienen una enorme ventaja sobre otras industrias: sus millones de clientes atentos al celular", remarca Plaza.
Para el ejecutivo, "hay grandes fintech que no están pensando quizá en el negocio financiero, sino en tener 80 millones de usuarios para venderles otra cosa y el negocio en realidad sea la distribución. Estas firmas son vistas por los inversores como poseedoras de clientes".
El ecosistema fintech crece en todo el mundo, en términos de sofisticación y nuevos servicios que se suman a la ola. En Argentina esta posibilidad se potencia con la implementación de Transferencias 3.0. Tampoco falta innovación, ni talento local, solo hay que esperar que el financiamiento siga llegando.