Pocos sectores sintieron tan fuerte el cimbronazo producido en la economía por el coronavirus. Y la incertidumbre cambiaria no hace más que ponerle nafta al incendio.
Para facilitar las operaciones, un grupo de emprendedores argentinos lanzó Permutaprop, un marketplace que une a compradores y vendedores dispuestos a usar la permuta para cerrar la transacción.
Ante la falta de dólares, que terminó por freezar el mercado inmobiliario, el vendedor puede tomar otra propiedad como parte de pago y así estar más cerca para comprar comprar otra.
De acuerdo con Infotechnology, los fundadores de Permutaprop son el Grupo Kimn y Alejandro Sucar, de Sucar Propiedades, una inmobiliaria con presencia en Recoleta y Barrio Norte.
El objetivo del portal, según sus fundadores, es acelerar y dinamizar el mercado inmobiliario, duramente castigado por la pandemia y la recesión.
Paso a paso
Permutaprop está online hace dos semanas y posibilita a las inmobiliarias:
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Publicar las propiedades de sus clientes
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Aceptar otra como permuta o parte de pago
- Ver hasta tres opciones distintas de inmuebles y tres ubicaciones por cada una
- Hallar los "match" con los avisos de otras inmobiliarias
También es posible que los propios vendedores suban su propiedad en la que aceptarán la permuta o parte de pago. El buscador está abierto a departamentos, oficinas, campos, terrenos, cocheras y otros tipos de inmuebles.
Los corredores inmobiliarios pueden usar su herramienta para visualizar dos columnas: uno con sus avisos y otra para las coincidencias. Por otro lado, los usuarios pueden publicar su inmueble sin registrarse y saber quiénes la están buscando y qué ofrecen como canje.
Para ayudar a cerrar las operaciones, el sitio también contacta a los clientes para ver qué otros inmuebles aceptarían en parte de pago.
Las inmobiliarias pueden publicar gratis durante seis meses para probar la herramienta y tienen la exclusividad para sumar los avisos. La herramienta se lanzará en otros países de la región (el próximo es Uruguay) y España.
La industria inmobiliaria
Los expertos consultados por iProUP no dudan de que la pandemia modificará los hábitos de las personas y empresas. Y que el negocio estará a tono con una tendencia que llegó para quedarse: el trabajo y el estudio, a distancia.
"Prevalecen con fuerza los ambientes grandes, ya que el home office hace que le demos más importancia al espacio", afirma Bennazar, quien destaca que "la pandemia significará un cambio en la matriz del negocio a partir del cambio de la forma de vida y de trabajo".
Por su parte, Damián Lopo, CEO de la desarrolladora Gaudium, advierte que "ya se percibe un cambio en la demanda por overshooting", que se manifiesta en una "readecuación de los diseños". En efecto, su empresa anunció la inauguración del primer edificio preparado para el coronavirus del país.
"Se valora más el espacio individual. Históricamente se discutió si el metro cuadrado de balcón se cobra al 50% o al 100% del metro cuadrado cubierto. El usuario no ponderaba el 100%, pero hoy lo hace al '150%'", asegura.
El balcón antes se ponderaba al 50% del valor del metro cuadrado. Hoy supera el 100% (Gentileza
NextLiving)
Víctor Zabala, desarrollador inmobiliario con proyectos en Palermo y el corredor norte del Conurbano, coincide con esa visión y advierte a iProUP: "El desarrollo de vivienda multifamiliar actualmente está minimizando los espacios comunes para hacer balcones más grandes, para priorizar lo propio sobre lo compartido".
Además, afirma que un desarrollador suma costos por los amenities que –obviamente– también impactan en el precio final de cada departamento, pero que permitían vender la unidad más rápido.
"El paradigma cambió a partir de marzo. La gente ya no quiere tantos amenities. Se dio cuenta de que no los aprovechan y las expensas se les fueron a las nubes. Lo que más se mantendrá será el SUM, quizás la pileta, que sólo agrega un costo de construcción de u$s5.000 prorrateable entre las unidades y puede ser un definidor de la compra", destaca.
Lopo remarca que estos extras "ya no son el corazón de los edificios. Se demandarán amenities que ofrezcan mayor distanciamiento", y remarca que "hoy se valora más un departamento con mayor ventilación y espacio al aire libre".
Bennazar confirma que la tendencia será evitar los espacios comunes, "que se irán sustituyendo por mejores cuestiones internas, además de por el costo operativo y los fijos". Es decir, también buscarán bajar expensas.
Así, según los expertos, los microdepartamentos que se venían impulsando con fuerza en los últimos años chocaron de frente contra la pandemia. Brodsky afirma: "Estas unidades seguirán en alza porque siempre se busca más espacio, pero se contrapone con el poder adquisitivo de la gente. Estamos delineando muebles funcionales que permitan ofrecer varios usos".
Economía 4.0
La pandemia y la adopción del home office romperá con la tendencia de vivir en las grandes urbes y se privilegiará el espacio al aire libre. Pero también aumentará la demanda de más tecnología.
Por su parte, Brodsky asegura que en las grandes ciudades se buscará principalmente acceso a las bicisendas, ya que la gente evitará el transporte público. "Una nueva demanda que ya se está comenzando a apreciar es estacionamiento para bicicletas y scooters", completa.
Lopo advierte que los paradigmas 4.0 de la economía compartida, como el coworking y coliving, hoy están en discusión. Sin embargo, sí se está demandando más tecnología para evitar contagios.
"Se está teniendo en cuenta toda la tecnología contactless. En nuestros edificios tenemos cerraduras biométricas o digitales: con un sensor de proximidad se abre la puerta sin tocarla", cuenta el empresario.
Además, se están evaluando otras cuestiones, como "un arco de sanitización a base de ozono y luz ultravioleta, que en 30 segundo ofrece un doble proceso". De acuerdo con Brodsky, este tipo de elementos también se usarán dentro de los departamentos, con un vestíbulo que permita desinfectar abrigos o calzado al ingresar.
Cerraduras contactless, otra de las funcionalidades buscadas en edificios
"Se viene un boom de la domótica", anticipa Zabala, quien afirma que este equipamiento permite "usar las instalaciones desde el celular: bajar cortinas, hacer el café, encender y hasta maniobrar el ascensor".
Además, los expertos aseguran que en algunos edificios se reconvertirán los amenities. "Habrá salas virtuales para que puedas hacer una clase de cocina, yoga, meditación o gimnasia a través de una pantalla", adelanta Lopo, quien completa que la conectividad pasó a ser un tema clave en los desarrollos.
Para los teletrabajadores, Brodsky remarca que algunos desarrollos también pueden reconvertir el SUM en "una especie de cowork, con módulos con distanciamiento, que permitan recibir a un colega o cliente sin perder la privacidad del hogar".
La tecnología también permitirá solventar el talón de Aquiles de la industria: el acceso al crédito. "Con Crowdium ofrecemos financiamiento colectivo, una de las herramientas que sale fortalecida: podés hacer una inversión sin salir de tu teléfono o computadora", afirma Lopo.
Zabala, que ofrece el mismo servicio a través de Sumar Inversión, pero advierte que deben generarse condiciones para acceso al fondeo. "Si logramos fondearnos, dentro del mercado algún día podemos convertirnos en un banco para dar nuevas soluciones a la gente", señala.
En este sentido, Bennazar asegura que la salida es tecnológica. "A nivel nacional hay distintas alternativas, como las nuevas herramientas de boleto y firma, y el pago a través de fintech o bancos", revela el ejecutivo, quien afirma que están trabajando contrarreloj para digitalizar todos los eslabones de la cadena.
De esta forma, el hogar del futuro estará fuera de las urbes, con mayor espacio individual y menos áreas comunes ante el temor de nuevas pandemias. Mientras tanto, hay que esperar que llegue la "nueva normalidad", que sigue retrasada ante la falta de una vacuna.