El 1 de enero debía empezar para las empresas de la Economía del Conocimiento una nueva etapa: comenzaba a regir la ley que les otorgaba beneficios como la reducción de impuestos y cargas patronales.
El objetivo era incentivar a un conglomerado de firmas que venden al exterior sus servicios por u$s6.000 millones y pasó a representar el tercer complejo exportador, luego del agro y las automotrices. Más aun, el sector apunta a llegar en algunos años a los u$s15.000 millones, igualando –nada más ni nada menos- que a la comercialización de soja.
Pero la resolución 30/2020 del Ministerio de Desarrollo Productivo suspendió la aplicación del régimen y puso en stand by los planes de las empresas.
La noticia pegó más de lleno dentro del sector de Software y Servicios informáticos, que ya contaba con una ley de promoción que caducó en diciembre. Y sembró la incertidumbre en el resto de las industrias a las que beneficiaba la normativa.
La muestra más contundente del mal clima causado se vio reflejado en Wall Street, donde cotizan tres de los cinco unicornios argentinos que, dicho sea de paso, también son las firmas más valiosas del país.
En el Nasdaq, las acciones de Mercado Libre –que hoy tiene una capitalización bursátil 8 veces superior a YPF– perdieron 2,16%. Los títulos de Globant –cuyo valor en bolsa iguala a la petrolera nacional– y Despegar se depreciaron en torno al 3%.
Además, la decisión de la cartera que dirige Matías Kulfas desnudó una "grieta" entre los unicornios y las multinacionales (en particular las que cuentan con grandes centros de servicios, como JP Morgan y Accenture) con las pequeñas y medianas firmas nacionales. Poco sirvió que el Ministerio intentara tranquilizar al sector.
Mientras algunos voceros de esas Pymes expresaron ante iProUP su esperanza de que los cambios sobre los cuales trabaja el Gobierno "mejoren errores" y vacíos que planteaba la reglamentación, los "pesos pesados" observan con gran inquietud cómo pueden afectarles su negocio.
Nuevo empleo, en stand by
Los ejecutivos de multinacionales consultados por iProUP no ocultan su sorpresa por la resolución del Ministerio, al tiempo que advierten que tal decisión los obliga a pausar sus planes de acción.
"Hasta la semana pasada, estábamos trabajando en un plan de expansión del centro de exportación de servicios. Esto incluía la exploración de otras ciudades del interior", afirman desde uno de los gigantes.
El proyecto incluía la contratación de hasta 3.000 profesionales en tres años. "La decisión del Gobierno nos obliga al replanteo de las inversiones, hasta conocer el alcance de las modificaciones que plantea efectuar sobre la legislación vigente", advierten en la multinacional.Valen dos datos:
- Los grandes players (grupo que comprende tanto a los unicornios argentinos como a multinacionales extranjeras) poseen en el país sus hubs de innovación que aportan el 60% de los u$s6.000 millones que exporta por año el sector.
- De esos u$s3.600 millones, la mitad de la actividad corresponde a los centros de grandes empresas como JP Morgan, Accenture, PWC y Exxon Mobile, cuya facturación crece a un ritmo del 15% anualEstas compañías habían anunciado importantes planes de contratación, de al menos 3.000 personas en los próximos tres años. Pero hay más:- La banca de inversión JP Morgan completó su plan para cubrir su centro de servicios con 2.000 profesionales y tiene en carpeta incorporar 500 más- Exxon Mobil contempla sumar 15% de personal a su plantel de casi 2.000 personas- PwC prevé sumar 3.000 empleados para completar un total de 4.000 en su centro de innovación - Accenture, en tanto, posee 9.000 y tiene en carpeta la incorporación de 1.000 para llegar a los 10.000
La peor noticia
Esos planes penden ahora de un nuevo marco. Esta incertidumbre es, para Romina Gaya, consultora sobre comercio internacional de servicios e investigadora del IICE-USAL, una "pésima noticia".
"La 'suspensión hasta nuevo aviso' implica que no hay previsibilidad para tomar decisiones. Es decir, la empresas no saben cuántos impuestos van a pagar, si van a sufrir o no doble imposición, cuánto les costará cada empleado, etc. Así, no solo se complican las nuevas inversiones o la contratación de personal sino aspectos básicos como la posibilidad de presupuestar un trabajo", advierte Gaya a iProUP.
La consultora recuerda que "las empresas de software contaban con la continuidad del régimen de promoción, y en ausencia de ese esquema el panorama es totalmente distinto".
No solo eso, desde el punto de vista macroeconómico "es una pésima noticia porque afecta negativamente a una actividad que genera empleo de calidad (formal, calificado y bien remunerado) y es un sector exportador neto", remarca.
En su visión, en este escenario, no solamente existe el riesgo de que no haya nuevos desembolsos ni creación de empleo sino también que decidan relocalizarse", alerta Gaya.
La especialista pone en palabras el temor de los ejecutivos locales de las multinacionales: "Para muchos sectores de la Economía del Conocimiento, es mucho más sencillo que en otros rubros trasladarse a otro país, ya que básicamente no tienen grandes inversiones en capital físico y solo requieren de recursos humanos".
Por lo tanto –continúa–, "es posible que decidan mudar sus unidades de negocio a destinos más previsibles y con sistemas tributarios más amigables. En el mejor de los casos, pueden mantener parte del personal de manera remota en la Argentina".
La medida encontró de vacaciones a los CEO de la mayoría de las empresas, algunos de ellos con acceso limitado a correo electrónico y telefonía móvil. Los que todavía estaban en Buenos Aires no disimularon la sorpresa y se mostraron desanimados por los constantes cambios en las reglas de juego.
Gustavo Guaragna, CEO de Snoop Consulting, empresa argentina con un centenar de empleados y unos 500 clientes en Argentina y más de 100 fuera del país, reconoce que la medida "fue sorpresiva" y se queja por la "incertidumbre" que generan estos cambios.
Sin embargo, destaca que se abre una "oportunidad" para "corregir ciertos errores" de la reglamentación que "desvirtuaban la incentivación" al sector informático local. Uno de ellos está relacionado a las cadenas de valor, que la reglamentación original no las promocionaba sino que, incluso, según Guaragna, "las penalizaba".
El ejecutivo asegura que "no es necesario un nuevo proyecto de ley", sino una nueva reglamentación que contemple "alguna caracterización que discrimine mejor lo que son los servicios de valor agregado" y proteja a las pymes informáticas.
Al respecto, describe que las empresas grandes tienen acceso a mercados externos, ya sea porque sus centros de servicios atienden a operaciones propias fuera de la Argentina o tienen clientes que atienden desde el país, sin necesidad de generar un ecosistema local.
Desde Intive, una empresa con más de 1700 profesionales alrededor del mundo, que tiene un centro de desarrollo en Buenos Aires donde exporta a sus clientes, entre los que se encuentran Audi, BMW, Disney, Facebook, Google, ING y Viacom, señalan ante iProUP que la reglamentación de la ley "precisaba aún de ciertas definiciones y nuestra expectativa es que ésta sea una oportunidad para trabajar en una reglamentación más precisa y detallada".
"Una eventual suspensión de la ley representaría un golpe muy duro para la industria del conocimiento, ya que afectaría su crecimiento", advierten desde esta compañía.
Primero las Pymes
Algunas voces consultadas se muestran un poco más optimistas. Una de ellas, ligada a las Pymes, confía a iProUP que se trata de "sólo una suspensión transitoria" y que "se está elaborando un nuevo proyecto que corrija al anterior. Hay esperanzas que se resuelva"
Para apaciguar las aguas, el Ministerio de Desarrollo Productivo lanzó un comunicado para alimentar las esperanzas de las firmas locales, al destacar que la cartera "trabaja para que la Ley de Economía del Conocimiento aporte al desarrollo de las Pymes y favorezca al sector".
"Hemos detectado inconsistencias en la implementación de la ley que nos han llevado a suspender la reglamentación ya que se necesita un replanteo de algunos aspectos para el correcto funcionamiento de la normativa", remarca la cartera, aclarando que no se está "anulando el régimen".Además, Desarrollo Productivo resalta que la nueva reglamentación tendrá vigencia retroactiva al 1 de enero y subraya que el Gobierno está "absolutamente convencidos de la importancia del sector de la Economía del Conocimiento y su aporte al desarrollo del país".
Para ese objetivo, está culminando los estudios que permita "determinar si esas reformas se deben hacer mediante un decreto reglamentario o es necesario modificar la ley. En el cortísimo plazo tendremos el resultado de esa evaluación".
En un mensaje implícito a Mercado Libre, IBM, Accenture y otros grandes jugadores, la cartera aclara que "las modificaciones no están orientadas a penalizar a empresas, sino a profundizar el impulso a las Pymes".
Aunque rescata la "voluntad" de la ley de incorporar otras actividades como "la nanotecnología, la biotecnología o la economía 4.0", el ministerio advirtió que "la redacción del marco normativo actual no permite clasificarlas con claridad, lo que puede dar lugar a equívocos".
Mientras tanto, las empresas esperan una determinación. La suspensión de los beneficios de la norma otras trabas impuestas por la Ley de Solidaridad, hacen que muchas se planteen mudarse a Uruguay.
Irónicamente, Globant lanzó en las últimas horas "Escape Game", un juego de escape que requiere "conocimientos en matemática, lógica y el uso del sentido común".
La pareja que resuelva todos los desafíos podrá viajar a una de las ediciones de Converge 2020, las conferencias internacionales organizadas por Globant que se realizarán en New York, Madrid, México o Bogotá. Buenos Aires brilla por su ausencia.