La Asociación Gremial de Computación (AGC) consiguió el OK del Ministerio de Trabajo para avanzar en la firma del convenio colectivo de trabajo de la actividad informática.
Así, convocaron a las cámaras del sector del Conocimiento (Argencon, CESSI, CICOMRA, ADVA, CAMOCA y CADMYPyA) para conformar una comisión de negociación.
Paritaria 4.0: ¿qué reclama el sector?
"Llevamos 31 años de organización y postergación. Sobre todo, desde el '94, cuando se firmó un convenio con la CESSI que nunca fue homologado por falta de iniciativa política y la beligerancia de las empresas", señala a iProUP Esteban Sargiotto, miembro de la comisión directiva de AGC.
El dirigente califica al hecho como "histórico para el sector informático, en el que la mayoría de los trabajadores está fuera de convenio y hay todo tipo de situaciones".
Según el Observatorio de Trabajo Informático (OTI), que dirige Sargiotto, el sector emplea a 145.000 personas. A continuación, el top-12 de empresas informáticas con mayor cantidad de empleados 4.0, de las cuales un tercio (marcadas con asterisco) son unicornios:
- Mercado Libre*: 6.416
- Accenture: 5.610
- Globant*: 4.201
- INVAP: 1.000
- Red Link: 775
- Everis: 770
- Softtek: 741
- GlobalLogic: 703
- Velocity Partners: 619
- Technysis*: 555
- Despegar*: 480
- G&L Group: 315
El OTI asegura que se observan 14 meses consecutivos de caída del Salario Base de Cotización (SBC), es decir, el promedio de lo que un trabajador gana por día y la base sobre la cual se calculan sus prestaciones. A julio de 2023, las medianas salariales por sector alcanzaban:
- Sector Hardware: $227.000 mensuales
- Sector Software y Servicios Informáticos: $283.000
- Promedio del sector privado: $376.000 (según RIPTE)
A modo de ejemplo, un empleado de McDonald's o Burger King alcanzará en enero un salario de $338.000 en la categoría inicial y $583.000 en la máxima. Por ello, se cree que buscarán un acuerdo equiparable al de aceiteros, que ronda los $420.000 de básico.
Sargiotto indica que de los 145.000 registrados, al menos unos 30.000 son informales, de los cuales una minoría trabaja para el exterior y cobra en dólares. "Son profesionales senior, hablan inglés y tienen formación extra. La gran mayoría trabaja acá con salarios realmente bajos, sin aumentos periódicos, bonos ni horas extra", agrega.
Sargiotto remarca que los salarios deberían ubicarse por encima de lo que marca el RIPTE para las categorías más bajas, aunque, según la estructura remunerativa, con inglés o con un mínimo de formación extra, debería superarse ese piso rápidamente.
Paritaria 4.0: cuál es la posición de las cámaras y las empresas
Ante la consulta de iProUP, las cámaras prefirieron no hacer declaraciones hasta no tratar el tema en reuniones con las empresas. Argencon, fue una de las convocadas por ACG. La organización definió en su estatuto que no participa de paritarias porque es una entidad y no una cámara y, por tanto, no sostiene vínculo gremial ni sindical.
Leonardo Valente, empresario tecnológico, revela que la industria tiene una situación de exceso de demanda pero no de oferta, que es lo que puede empujar a que un gremio busque imponer reglas de manera coercitiva.
Los progradores pueden hallar trabajo remoto en el exterior, no así los empleados de soporte o mantenimiento
En su visión, si bien existen grandes compañías que trabajan bajo distintos convenios, la naturaleza internacional del empleo en Sistemas hace que la competencia se plantee contra las oportunidades laborales en el exterior, que son remuneradas en dólares y muy sencillas de acceder.
En este sentido, afirma que la agremiación no tuvo buena recepción entre programadores, pero sí en las áreas de soporte, call centers y otras actividades que no tienen la posibilidad de decisión individual de integrarse a estructuras internacionales y, por la naturaleza de su trabajo, muchas veces no pueden realizar trabajo remoto.
En cambio, el talento con capacidades de programación no pierde tiempo en una discusión con la patronal porque dispone de alternativas que le permiten el cambio prácticamente inmediato de empleador.
Para Valente, "las firmas más afectadas son del AMBA, con cantidad importante de personal afectado a tareas de baja calificación vinculadas con actividades parainformáticas o técnicas, rotuladas como de procesamiento de datos o computación, que están más cerca de una actividad fabril o logística, o servicios de bajo valor agregado", señala.
En estos casos, indica Valente, "tendrá un impacto en costos o disponibilidad de turnos, por ejemplo, que complica la posición competitiva de muchas empresas, que podrían reaccionar con cambios en la política de contratación e incluso suspender operaciones que dejan de ser rentables".
Pablo Iacub, empresario del sector, asegura que las cámaras y empresas son reticentes a la idea de una organización sindical de sus trabajadores, básicamente porque no pueden sumar una nueva capa de dificultad a su operación en un país de por sí complicado.
Las principales afectadas serán las empresas chicas que realizan tareas parainformáticas
"La mayoría son pequeñas, excepto 10 firmas grandes que pueden tener 500 empleados. Entonces, tener una organización sindical entre su gente es una complejidad más. Por otra parte, tampoco hay una tradición de igual remuneración por igual tarea, sino que el sector se ha desarrollado en base a la libertad de contratación", dice Iacub.
Fabián Barros Requeijo, inversor ángel y fundador de Pago TIC, añade que el mercado es muy amplio, ya que con la transformación digital todas las empresas son prácticamente tecnológicas. Por eso, las divide en dos:
- "Las de base tecnológica, las plataformas como servicios, los emprendedores y las maquilas, que son las grandes factorías de software que venden horas de desarrollo"
- "Las Pymes, que no pueden ganar competitividad, porque hoy un profesional senior puede ganar u$s10.000. Una pequeña firma o inmobiliaria que necesita un software de gestión no puede contratar un técnico porque no lo puede pagar"
Para el ejecutivo, la discusión de una paritaria para el sector debe enfocarse en los informáticos de baja y media calificación que sí necesitan un convenio de trabajo. Así, podría crearse uno para quienes cobren hasta cinco o diez sueldos mínimos, y excluir a quiénes superen ese piso.
"El de alta calificación es como el personal jerárquico, no necesita defensa de un sindicato. Ahí la que está en desventaja es la empresa, que invierte fortuna en estos recursos, y pierde ventaja competitiva cuando se van a trabajar a otro lugar. Si encima le ponés una paritaria, ya directamente se les hace imposible de sostener", advierten.
Paritaria 4.0: ¿puede reducir la brecha de talentos?
Para Sargiotto, la redacción de un convenio colectivo establecerá mejores parámetros y condiciones para que muchos que trabajan para el extranjero, se queden.
"Hoy, hay profesionales que ganan $250.000 en blanco, entonces es lógico que busquen empleo en el exterior en dólares para mejorar su calidad de vida. Pero incluso para quienes trabajen afuera, el sindicato puede buscar la manera de regularlo para defenderlo", asegura.
Para Valente, no obstante, endurecer las relaciones laborales difícilmente sirva para retener talento sino todo lo contrario: en tecnología, eso se logra con proyectos interesantes, mejores condiciones de vida laboral y personal, y remuneración competitiva.