La reciente caída en el precio de Ether (ETH), la criptomoneda de Ethereum, complica la situación de muchos inversionistas y "ballenas", que poseen grandes cantidades de este activo.
Las tenencias de estas grandes cuentas, específicamente aquellas con más de 100.000 ETH, vieron una drástica reducción en sus ganancias, que alcanzaon niveles comparables con los registrados durante el último criptoinvierno, en 2022.
Pese a que ETH cotiza cerca u$s2.200, más del doble del mínimo alcanzado en aquel período, cuando llegó a los u$S900, la depreciación desde sus máximos recientes es significativa, en tanto en el ciclo alcista que se dio luego del criptoinvierno, la ETH llegó a valer hasta u$s4.000 en distintos momentos del año pasado.
Lo cierto es que, tras una caída de 45% desde esos picos, los inversionistas que compraron a precios más caros están sufriendo pérdidas.
En un gráfico de CryptoQuant, elaborado por el analista Darkfost, puede verse en color rosa que las ballenas con más de 100.000 ETH volvieron a niveles de ganancias similares a los del criptoinvierno. Mientras que la zona en verde refleja que quienes poseen entre 1.000 y 10.000 ETH están perdiendo por primera vez desde 2023.
Aunque Bitcoin tuvo un retroceso en las últimas semanas, sigue relativamente cerca de su máximo en este ciclo alcista. Actualmente, su precio gira en torno a los u$s90.000 por unidad, lo que representa una caída del 17% respecto a su récord histórico de u$s109.300, en enero de este año.
El desplome de Ethereum afectó significativamente las ganancias de los inversores mayoristas
Pero la situación de ETH es distinta, su precio actual está un 54% debajo de su pico histórico en noviembre de 2021, cuando alcanzó u$s4.900. La diferencia se puede ver en el siguiente gráfico.
"Esto podría resultar en una mayor capitulación en el corto plazo a medida que las ballenas vendan por debajo de sus precios de compra", explicó el analista Miles Deutscher.
Ethereum atraviesa una fase de "miedo, incertidumbre y duda"
El informe de CryptoQuant precisó que Ethereum atraviesa una fase intensa de fear, uncertainty, and doubt (FUD, por sus siglas en inglés), que puede traducirse al español como miedo, incertidumbre y duda, y expresa un sentimiento de pesimismo en el mercado.
A diferencia de Bitcoin (BTC), que cuenta con una fuerte demanda institucional gracias a sus ETF en el último año, Ether no contó con ese respaldo, lo que influyó en su bajo rendimiento, junto con las ventas de ETH realizadas por la Fundación Ethereum, que generan preocupación entre los inversionistas.
Mientras BTC sigue dominando la capitalización del mercado cripto gracias a su reconocimiento como "oro digital" por su escasez y minería descentralizada, ETH enfrenta dificultades para mantener el ritmo.
No obstante, el reciente retroceso de ambas criptomonedas también fue afectado por la imposición de nuevos aranceles a las importaciones en Estados Unidos, lo que generó temores de una mayor inflación.
Esta situación llevó al mercado de criptomonedas a un estado de miedo extremo, que se reflejó en su correlación con las bolsas estadounidenses.
Sin embargo, algunos especialistas mantienen expectativas alcistas para Ether, impulsada por las propuestas de Donald Trump de posicionar a Estados Unidos como la "capital mundial" de la industria cripto y de crear una reserva nacional de BTC, ETH y otros activos digitales.