Si bien la Ley de Economía del Conocimiento ofrece diversos incentivos al sector, existe un subrubro en el que Argentina tiene talento de clase mundial que lucha por sobrevivir.
Se trata de la industria de los videojuegos, una de las más afectadas por el cepo. Casi el 90% está conformada por micro y pequeñas empresas que, al no tener recursos para sortear la crisis, deben vender el doble o el triple para mantener su operación y su lugar en el mercado global.
Es la industria del entretenimiento que más factura a nivel global: u$s160.000 millones anuales (vs. u$s19.000 M del cine). Workmotion asegura que Argentina puede ser un jugador clave:
- Es el principal país a nivel global para contratar talento junior
- Es el tercero más importante para buscar desarrolladores senior
También remarca el problema del dólar: "Los salarios locales son 75% más bajos en promedio entre los 25 países de mayor PBI".
Industria de los videojuegos: el presente de la Argentina
Según datos del Observatorio de la Industria Argentina de Desarrollo de Videojuegos, en Argentina:
- Hay 19 millones de jugadores (40% de la población)
- Existen 126 estudios desarrolladores, que emplean a 1.646 profesionales
- Se lanzaron 43 juegos pequeños y 10 grandes en 2022
- Vende el 35% a EEUU y Canadá, el 12% a Europa el 42% a Argentina
El relevamiento destaca que los tres principales obstáculos que detectan las empresas son: inestabilidad económica, dificultad con pagos y cobros al exterior y la presión impositiva.
Además, más de la mitad de las empresas afirma que la subcontratación de personal del exterior dificulta la búsqueda de personal, un problema común en todo el sector del Conocimiento.
"La industria de videojuegos avanza cerca del 15% anual, pero si no existieran las restricciones actuales, crecería mucho más y sería más competitiva", dice a iProUP Ezequiel Heyn, cofundador de Purple Tree y vicepresidente de la Asociación de Desarrolladores de Videojuegos Argentinos (ADVA).
Una de las principales dificultades es generar ingresos para recuperar la inversión. Javier Otaegui, cofundador de Tlön Industrie, señala a iProUP que "Cuando exportás o publicás un videojuego desde Argentina, lo que te queda finalmente son montos ridículamente bajos. Eso afecta fundamentalmente a nuevos y microemprendedores".
Otaegui desglosa los descuentos que se aplican al publicar un título a u$s10 en Steam, una especie de Netflix del gaming:
- 30% de comisión de Steam
- 30% en concepto de withholding por falta de convenio de doble imposición internacional entre Argentina y EEUU. Es decir, un mismo hecho imponible es gravado en dos países
- Los dólares por ese 40% que recibe el estudio se desvalorizan un 65% por liquidación al dólar oficial
Según el experto, "esto hace que la empresa reciba u$s1,7 por cada $10 que exporta. En otro país, si invertiste u$s100.000 tendrías que vender 10.000 unidades a u$s10 para recuperar tu capital. Pero en Argentina necesitás vender 30.000 unidades para salir hecho".
"La diferencia entre estas 10.000 y 30.000 unidades se debe al cepo. En una industria que es hit driven, vender 30.000 unidades en lugar de 10.000 no es tres veces más difícil, sino 10 veces más complicado, porque las ventas están concentradas en pocos títulos. Eso hace que operar desde acá se torne en algo inviable", enfatiza Otaegui.
Los estudios argentinos reciben apenas 1,7 dólares cada u$s10 exportados
Al complejo escenario cambiario, Heyn añade que para las firmas es muy complejo acceder a profesionales senior o semi senior, ya que la mayoría trabaja para el exterior en dólares.
"El problema es que la política cambiaria está subsidiando a las empresas extranjeras que contratan recursos humanos en nuestro país a un precio mucho más barato de lo que le sale al empresario argentino", lamenta. Y a eso se suma que "la carga impositiva es muy alta"
Industria de los videojuegos: la crisis llegó a Steam
Pero no solo afecta a la oferta, también a la demanda: desde el 20 de noviembre, los usuarios que quieran usar juegos de Steam deberán abonarlos en dólares. La firma justifica que "la volatilidad de los tipos de cambio en Argentina complica a los desarrolladores a la hora de elegir precios adecuados para sus juegos y mantenerlos actualizados".
"Además, nos cuesta mucho mantener en funcionamiento los métodos de pago por las constantes fluctuaciones, tasas, impuestos y problemas logísticos", argumenta. En este sentido, revela que, tiempo atrás, Steam permitía a los creadores que publican de manera directa fijar el precio en moneda local.
La plataforma tiene un algoritmo que sugiere un valor para optimizar ventas, que el desarrollador puede aceptar o no. "El tema es que no actualiza los precios automáticamente, sino que es responsabilidad del publisher. Por lo tanto, en los países de alta inflación como Argentina, queda desactualizado", señala.
Además, "cada vez que se cambia el importe, durante 30 días no pueden hacerse promociones dentro de la plataforma. En general, se realizan unas 10 veces por año, pero si actualizaste precios y no podés promocionar, perdés mucha plata".
Desde el 20 de noviembre, ya no se podrá pagar en pesos en Steam
Lo que suele pasar es que los publishers suben un juego a un precio y no lo cambian. En un contexto inflacionario, queda a un valor totalmente desfasado, como si tuviera descuentos del 90%. Esto hace que usuarios del mundo comenzaran a comprar juegos en Steam Argentina usando VPN locales (que emulan estar operando desde el país) para pagar a precio de oferta.
Otaegui remarca que "cómo hubo muchas quejas de los publishers, Steam decidió que Argentina y Turquía dejarán de tener el privilegio de vender en moneda local. Y las tarifas se van a incrementar notablemente en el país".
"Mi juego, por ejemplo, se vende en EEUU a u$s30 y acá a unos $1.000 (u$s1). Con esta nueva disposición, a partir del 20 de noviembre pasará a costar u$s15. Todos los usuarios de Steam que conozco están reventando la tarjeta y comprando todo lo puede antes del salto de precios. Va a ver mucho endeudamiento este mes por parte de gamers", anticipa.
Industria de los videojuegos: fuga de talento
Heyn explica que, a la hora de cobrar las exportaciones, el tipo de cambio perjudica a empresas locales. Es por eso que muchas que disponen de capital, optaron por abrir una sucursal en otro país. "Pero no sucede lo mismo con las Pymes, no solo por un tema económico sino porque tampoco tienen el know how", señala.
Otaegui agrega que gran cantidad de emprendedores de alto potencial se fueron en los últimos años y muchas firmas con negocios millonarios decidieron armar compañías en el exterior.
Uno de los casos más resonantes es el de Juan Linietsky, quien se mudó a España. Es cofundador de Godot, un sistema gratuito para desarrollar juegos que promete ser la herramienta más usada del rubro luego de que su rival Unity anunciara que será pago.
"Las empresas se van por consecuencia del cepo y los que se terminan perjudicando los nuevos emprendedores. Esta industria está llena de gente que se junta y desarrolla un juego, no tienen una estructura. Es tremendo el panorama, es muy desolador", concluye.