El sector agropecuario se está transformando al compás de las innovaciones tecnológicas. La aparición de nuevas compañías de la llamada industria AgTech (agro & tecnología) apunta a "conectar" a los productores con el complejo sistema que atraviesan sus productos. Ya no sorprenden los campos que "se comunican por WhatsApp", las redes logísticas en tiempo real que se apoyan en blockchain o las "vacas que hablan", en el sentido de toda la información que se extrae gracias al uso de dispositivos de última generación.
Varias de estas soluciones ya están en funcionamiento. La mayoría se enfoca en la ganadería y en los periodos de cosecha y precosecha de productos agrícolas. Sin embargo, el mundo de los granos (especialmente el del post-cosecha) funciona como un ecosistema aparte, con importantes resultados pero, al mismo tiempo, grandes pérdidas y falta de tecnificación.
"Con la demanda creciente y la necesidad de comidas a nivel global hay que ser obligadamente más eficiente, alimentar a más personas y tener una mejor distribución", afirma a iProUP Martín Cordasco, CEO y cofundador de Wiagro. Junto con sus socios, Ulises Mickelsen y Santiago Badran, crearon una herramienta para conquistar al mundo agropecuario:un medidor inteligente de silobolsas. Concretamente, desarrollaron un sensor que:- Se instala en los bolsones y -vía satélite- envía datos a una app (también propia) en tiempo real. - Esto posibilita un permanente monitoreo de información clave, como por ejemplo temperatura, humedad, dióxido de carbono y ph3 (fosfina) en los grandes bolsones de granos y cereales
- Cuenta con un control de movimiento a fin de detectar si se registra alguna actividad sospechosa (cada unidad cataloga el silobolsa con nombre propio para poder diferenciarlos unos de otros)
- El productor puede comunicarse por whatsapp con la bolsa de granos para conocer el estado de situación. Gracias a la inteligencia artificial (IA), el bot que está detrás de la plataforma puede solucionarle cualquier inquietud. "Se pueda chatear con la silobolsa, ya que la idea es que si existe algún problema, vos le puedas preguntar", agrega Cordasco.La siguiente imagen ilustra una "conversación" por whatsapp:
El modelo de negocios se basa en ingresos derivados del mantenimiento del servicio, u$s15 mensuales, y de un monto de activación de u$s100 por sensor. Como objetivo final, la empresa busca digitalizar el sistema de granos a nivel global.
"El post-cosecha es un proceso tan importante como los otros, ya que los granos tienen que mantenerse intactos. Si sufren algún tipo de percance ya no pueden utilizarse, se desperdicia alimento, tiempo y un importante valor comercial".
Para comenzar a trabajar, Wiagro contó con una inversión inicial de $500.000. Este año comenzará a distribuir sus sensores en América Latina y el resto del mundo, lo que abre la puerta a un valor potencial de la firma de u$s200 millones en no más de cinco años. De la misma forma, quiere desarrollar un sensor más pequeño, flexible, resistente y económico (estiman que saldrá 1 dólar), para 2025.
"Hay una escalabilidad a nivel global muy grande. La idea es poner los productos en Amazon y que cualquier productor del mundo pueda comprar el sensor y digitalizar sus bolsas", asevera el CEO.
Invertir en blockchain
Blockchain es la tecnología de moda. Si bien avanza en distintas industrias (como la financiera), lo cierto es que el campo y todo lo que lo rodea pueden sacar un enorme rédito de este sistema. Wiagro vio este potencial y está migrando todos sus servicios a este estándar. "Todos los datos que se suban a la nube van a estar validados por blockchain", explica Cordasco.
Pero no es el único de su campo que se sumerge en la digitalización. IBM se unió con la empresa Agree Market, una startup que propone una plataforma de comercialización online de commodities agrícolas.
El proyecto, creado desde cero y con impulso 100% nacional, tiene el ambicioso objetivo: hacer más eficientes las instancias de compra, negociación y venta de productos a través de un móvil o una PC.
Con el objetivo de asegurar la inmutabilidad de las negociaciones y los contratos que se celebran dentro del servicio, se avanzó en la implementación de blockchain. "Veíamos que había una oportunidad grande en la comercialización de alimentos, que podíamos hacerla más efectiva al digitalizar los procesos con una plataforma online", indica a iProUP Nicolas Mayer-Wolf, cofundador de Agree Market.
Para el emprendedor, la tecnología no solo genera más "dinamismo, transparencia e información" en el comercio de commodities, sino que agrega un componente central: la trazabilidad. En su visión, se trata de "una herramienta que permite saber con qué contraparte operar y con cual no, mejorando la parte de riesgos crediticios".
En este sentido, sumar la blockchain a la ecuación era el paso lógico, ya que además de la mencionada seguridad, evita la documentación física y las firmas digitales o manuales, un modus operandi muy recurrente en el campo. "En lo que son los contratos y los historiales de negocios, asegura que no se pueda modificar nada", añade.
El objetivo final de ambas compañías (y de tantas otras del sector) es digitalizar el campo. "Hay muchos jugadores detrás de estos desarrollos, pero queremos ser una parte de la cadena, un eslabón que capte datos y les de valor para revolucionar la cosecha", suma el CEO de Wiagro.
Vacas que hablan, seguros inteligentes y otras cuestiones
"Cuando hablamos de Inteligencia Artificial (IA) e innovación en temas de agro, lo enmarcamos como uno de los pilares centrales de la cuarta revolución industrial", asegura en diálogo con iProUP, Ezequiel Glinsky, CTO y director de Nuevo Negocios de Microsoft Argentina.
¿Por qué se habla del sector como un lienzo propicio para la innovación? Glinksy tiene la respuesta: "La IA consta de tres partes: poder de cómputo, datos y algoritmos. El agro, por su tamaño y el nivel de datos que genera, se presta a que sea un espacio en el que se aproveche de gran manera".
"Cuándo mirás los próximos 10, 20 o 30 años, lograr este tipo de innovación será un componente central para el desarrollo", explica.
En este marco, la firma de Redmond presta especial atención a lo que ocurre en suelo local. Este año firmó un acuerdo con el INTA, que utiliza sus soluciones tecnológicas para prevenir enfermedades en plantas e incluso para "conectar" vacas.
Ampliando la mirada a otros rubros , Paraná Seguros es otro partner de la empresa que ha abrazado la modernización, a partir de un sistema de alarma llamado Tero Granizo.El mismo consta de una app que complementa a los seguros agrícolas tradicionales con procesamiento de datos, compartiendo información meteorológica georeferenciada sobre los campos asegurados en tiempos real.
Incluso, puede advertir a los productores tres horas antes sobre tormentas fuertes y probable caída de granizo. Si efectivamente se produce el siniestro, dos horas después, recibe un nuevo email donde se marca en el mapa el área probable de daño.
La lista de ejemplos de innovaciones tecnológicas sigue.Tambero es otra aplicación orientada a la gestión de ganado, engorde, tambos y agricultura. Ya cuenta con más de 200.000 usuarios en todo el mundo e incorpora inteligencia artificial de Microsoft para hacer "hablar a las vacas".
Es decir, mediante lenguaje natural se puede dialogar con la plataforma, que toma información recolectada (fechas de vacunación, producción histórica de leche e historial de enfermedades, entre otros tantos ítems), y entrega respuestas sobre fechas de celo o promedios de producción láctea y una gran cantidad de información clave.
En el campo del Internet de las cosas (IoT), también proliferan las novedades.Glinsky cita el caso de San Miguel, el mayor exportador de cítricos del hemisferio sur, que avanzó en la sensorización de cajones para tener un mayor control sobre la mercadería que se despachó y la que se va a entregar, además de mejorar los caminos de suministro para potenciar la logística asociada.
Si el campo se tecnifica, todos ganan
Actualmente, se producen 2600 millones de granos todos los años a nivel mundial. Sin embargo, 2.5% se desperdicia en el post-cosecha, lo que implica pérdidas de u$s12.000 millones. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la producción de granos aumentará 38% para 2030.
Para 2050 se espera que la población mundial de los 7.600 millones de personas actuales pase a 9.800 millones. La producción de alimentos tendrá que incrementarse para mantener ese ritmo de crecimiento, asegura la FAO.
Con este número en mente, desde Wiagro quieren introducir el concepto "densidad de sensores". ¿Qué significa? Es la cantidad de sensores requeridos por el volumen de granos. La empresa estima que para digitalizar y mapear el 100% de los granos globales hay que utilizar un sensor cada cien toneladas.
Por eso, el foco de la compañía se centra en el de triple impacto donde, si ellos ganan, todo el ecosistema lo hace: "Hay un impacto social, medioambiental y económico, donde se podrían alimentar a más de 60 millones de personas -de forma directa o indirecta-, se bajaría el nivel de deforestación (hay un uso más eficiente de la tierra) y se venden un porcentaje mayor de los granos que hoy se desperdician".
Sin embargo, hay un largo camino por delante que demanda tecnificación, crear conciencia y acercar las soluciones a los productores: "Si rescatamos el 50% de lo que se pierde podemos darle de comer a 80 millones de personas más", finaliza el CEO de Wiagro.
Por su parte, Nicolas Saco, Gerente de Ecosistema de IBM Argentina, sostiene que la agroindustria es uno de los negocios que posee mayor capacidad de transformación: "En las últimas décadas, se incorporaron muchas nuevas tecnologías que generaron una revolución productiva, pero todo eso no se está capitalizando. Por este motivo, la consideramos una de las industria foco para apoyar en lo que es transformación digital".
En un ecosistema todavía reinado por ténicas antiquísimas como el registro en papel y rudimentarias herramientas tradicionales, las plataformas digitales se posicionan como una alternativa más que necesaria para transformar los negocios agropecuarios y mejorar las condiciones de vida a nivel global.