Miles de luces y sonidos estridentes son la carta de bienvenida apenas se toca tierra en Las Vegas, una ciudad ideal para los fanáticos del juego donde los tragamonedas están disponibles hasta en el lobby del aeropuerto.
Quizás ese dote de ciudad que nunca duerme sea la característica ideal para que sea la anfitriona de la feria de tecnología más importante del mundo, al punto que de la cantidad de estímulos que se reciben por segundo en el Centro de Convenciones del CES no puede traducirse en palabras.
En ese espacio, plagado de marcas de diferentes industrias, las automotrices decidieron desembarcar hace ya varios años: Tesla, Audi y Ford fueron algunas de las pioneras.
Hoy, el interés por estar presentes en este evento le fue ganando lugar a los salones tradicionales, respecto de los cuales difieren desde la puesta en escena de los productos hasta su dinámica.
En el CES, todo es tumulto y adrenalina por conocer lo que se viene. En este marco, la industria automotriz está dando el giro más importante y acelerado de las últimas décadas.
Entre las que llegaron a la última edición se encuentran: Nissan, Ford, Audi, Toyota, Honda, Mitshubishi, Kia, Hyundai, Mercedes Benz, Chrysler, Ram y Jeep.
Ver más allá
En la edición 2019 hubo varias novedades para el sector y quedó comprobado que las automotrices ya no quieren ser solo fabricante de vehículos. Es que la irrupción de la "economía digital" obliga a repensar el negocio.
La electrificación, los vehículos autónomos y conectados formarán parte de este nuevo entorno. Aunque no estén en la calle, los principales jugadores tienen la mente puesta en eso.
Hoy, el foco está en la integración de la inteligencia artificial y la realidad virtual en los autos. Todo ello conllevará a cambiar la experiencia de manejo (cuando lo hace el coche por sí mismo y el conductor queda desocupado) y la movilidad en general.
"Queremos pasar de ser una compañía que fabrica autos a una empresa de servicios", dijo a iProUP días atrás Daniel Herrero, presidente de Toyota Argentina, quien presentó en el CES un vehículo autónomo con el diseño de Lexus.
En este contexto, son muchas las firmas que ya están trabajando en "Ver lo invisible", slogan del cual ya se adueñó Nissan y que define a la perfección el futuro.
Para que los autos puedan anticiparse a lo que va a pasar, más allá de circular sin conductor, deberán contar con mucha información sobre lo que ocurre en todos sus alrededores y más allá también. Tendrán que saber qué acontece en la otra esquina, en la cuadra paralela o apenas a la vuelta de la calle en la que están circulando.
Para lograrlo, no solo requerirán de radares, que son los que posibilitan la conducción autónoma, sino además de la información que se encuentra en la nube, concentrando una gran cantidad de datos para anticiparse a lo que pueda suceder. A partir de esto, será la hora de ocuparse del conductor.
Las propuestas de las automotrices
En el caso de Nissan, la estrategia Invisible-To-Visible fusiona el mundo real con el virtual (llamado Metaverse) a partir del cual se puede crear la mejor experiencia entre autos conectados.
En concreto, los datos recolectados del espacio que rodea a la persona mientras conduce y la interacción con la información virtual cobran vida mediante imágenes tridimensionales y aumentadas que se despliegan frente a los ocupantes del vehículo. Así, se puede acceder a datos que de otra manera serían invisibles a los ojos.
En este caso, para que se haga realidad, se puede utilizar en cualquier lugar con acceso a Internet, pero será masivo cuando llegue la tecnología inalámbrica 5G.
Ford también presentó un sistema que permite saber qué pasa más allá de los "ojos" y que tiene la ventaja de funcionar sin conexión a internet.
A comienzos de 2018, la firma anunció una alianza con Qualcomm para desarrollar la tecnología C-V2X (Cellular-Vehicle-to-Everything), cuya adopción global podría ofrecer vehículos que ayuden a las ciudades de todo el mundo a crear un entorno más seguro.
Un año después, confirmó que esta innovación se aplicará a todos los modelos de Estados Unidos que se fabriquen a partir de 2022.
La tecnología de comunicación inalámbrica C-V2X tiene la capacidad de "hablar" y "escuchar" a vehículos equipados con la misma tecnología, personas e infraestructura de gestión del tráfico (como los semáforos) para transmitir información importante y ayudar a que la movilidad de la ciudad sea más segura y el tránsito, más eficiente.
Apoyado en el desarrollo de la red 5G, C-V2X permite una comunicación directa entre dispositivos conectados, posibilitando a los vehículos enviar y recibir información de manera instantánea. Así, los conductores pueden saber a qué se aproximan, incluso antes de encontrarse con ello.
"El mecanismo para implementar esta tecnología se basa en nuestro compromiso previo de equipar cada modelo que lancemos en los Estados Unidos con conectividad celular convencional para fines de 2019", afirma Don Butler, Director Ejecutivo de Ford Connected Vehicle Platform and Product.
El ejecutivo agrega: "C-V2X funcionará con Ford Co-Pilot360 TM, nuestro paquete avanzado de asistencia al conductor y características de seguridad estándar, SUV y pick-ups, incluida la F-150".
Otro caso es el de Mitsubishi que, anticipa el futuro con el Emirai 4, que se puede manejar de forma manual o autónoma.
Esta tecnología le permite monitorear cómo conduce el piloto para advertirle de los posibles riesgos que surjan en la vía, ya que carece de espejos retrovisores.
En caso de emplear la conducción autónoma, el Emirai 4 Concept cuenta con un nuevo sistema de cartografía tridimensional de alta precisión y tecnología de posicionamiento por satélite.
Otros elementos que incorpora son la iluminación activa, que se acciona en función de las situaciones que detecta: si se acerca el conductor, ocurre un accidente o se encuentra con peatones o ciclistas.
Como entretener a los conductores
Con vehículos que se manejan solos, el conductor que acostumbraba a concentrarse en la conducción se encontrará mucho tiempo libre. Y las compañías lo saben.
En este contexto, la interacción con los ocupantes del vehículo, conocerlos y saber qué necesitan pasó a ser una necesidad para los fabricantes de autos. Por eso, ya hablan de descubrir sus emociones y darles un entretenimiento "a la carta" o a medida.
Kia es una de las que presentó un desarrollo en esa línea. El objetivo es interactuar en tiempo real con el conductor del vehículo, lo cual se exhibió en el CES a través de una cabina con diseño futurista.
Este espacio interactivo diseñado por la coreana se llama "Space of Emotive Driving" (Espacio de Manejo Emocional) y funciona con tecnología Real-time Emotion Adaptive Driving (R.E.A.D.).
El sistema R.E.A.D. puede optimizar y personalizar la cabina de un vehículo analizando en tiempo real el estado emocional del conductor, a través de técnicas de reconocimiento de bioseñal basadas en inteligencia artificial.
Esto se logra a través de sensores para leer sus expresiones faciales, frecuencia cardíaca y actividad electrodérmica.
En función de ello, adapta el ambiente interior de acuerdo a su evaluación de las condiciones relacionadas con los cinco sentidos dentro del habitáculo, creando una experiencia de movilidad única.
Además, junto con este desarrollo, se presentó de forma simultánea el sistema V-Touch, la primera tecnología de control gestual virtual que emplea una cámara 3D para monitorear la línea de visión y la punta de los dedos del usuario, permitiendo la operación de algunas de las características a bordo del vehículo por medio de información que se despliega para los ocupantes.
De esta forma, con movimientos de los dedos se pueden realizar cambios en el interior del vehículo, como la iluminación, calefacción, ventilación y aire acondicionado, así como los sistemas de infoentretenimiento, eliminando la necesidad de perillas o comandos de voz.
Otra característica innovadora de R.E.A.D. son los asientos vibratorios que responden al ritmo de la música. Así, los ocupantes, además de escuchar sus temas favoritos, pueden "sentirlos".
Audi también está preocupada por las emociones de los consumidores. La firma alemana presentó un proyecto basado en un contenido virtual que se proyecta a través de anteojos 3D, lee el movimiento del vehículo y lo va adaptando a lo que ve el usuario, convirtiendo lo real en una experiencia diferente.
Fue bautizado "Audi Experience Ride", con el que la automotriz transforma el vehículo en un parque de atracciones en movimiento.
El desarrollo está pensado para los futuros modelos de conducción automatizada, ya que mientras el vehículo se desplaza solo tendrán que buscar la forma de entretener a sus ocupantes y de aprovechar el "tiempo libre".
También los pasajeros de las plazas traseras podrán experimentar películas, videojuegos y contenidos interactivos de forma aún más realista, utilizando gafas de realidad virtual.
"Los autos serán auténticos espacios de entretenimiento on demand demanda que permitirán a sus ocupantes disfrutar de tiempo adicional", explica el proyecto "Hora 25" de Audi.
Ordenar las ciudades y conectarse, el primer desafío
Por último, quedan algunos temas por resolver. La mayoría de las empresas del sector ya incursionó en la conducción autónoma y tiene listo varios desarrollos que podrían salir a la calle. Por ejemplo, en el CES se exhibe el Audi Aicon, un concept que se maneja solo.
Pero más allá de pensar en cómo funcionarán estos coches, las compañías están preocupadas hoy por definir cómo se conectarán entre sí en la calle, qué harán las ciudades y gobiernos para ordenarlos, cómo convivirán con los autos convencionales y cuál será el rol de las empresas de seguros.
Es decir, los autónomos desarrollados por cada fabricante necesitarán comunicarse con modelos de otras compañías para circular, pero muchos usan protocolos diferentes y son incompatibles entre sí. Esto pone trabas a la convivencia. Deberán ponerse de acuerdo. Este es el próximo paso que, por cierto, abrirá varios debates.