El Gobierno Nacional tomó otra medida enfocada en agilizar y abaratar las importaciones, no solo para que crezca la oferta de productos en el mercado local, sino también para alinearse con el gran incremento en la demanda de productos importados, impulsado en buena parte por el boom del e-commerce que existe en la actualidad, a partir de las últimas relajaciones tributarias para compras con moneda extranjera.
Es que, en los últimos días, la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) eliminó la suspensión de los certificados de exclusión del Impuesto a las Ganancias y del Impuesto al Valor Agregado (IVA) para las operaciones de importación.
Para explicar su efecto, hay que tener en cuenta que las percepciones tributarias en importaciones, creadas entre 2007 y 2010, establecían que se debía pagar un 20% en IVA y hasta un 6% por Ganancias.
Sin embargo, había certificados de exclusión para casos particulares, lo que evitaba este pago anticipado en importaciones cuando la empresa demostraba que dichos anticipos generaban un saldo a favor que no podía compensar.
Aunque esto se suspendió en marzo de 2023. Como consecuencia, explica Aldo Abram, director ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso, "muchas empresas importadoras terminaban acumulando créditos de IVA que nadie les devolvía".
"En conclusión, debían trasladar ese costo adicional a los precios finales, lo que generaba un sobrecosto que, en la práctica, funcionaba como un arancel encubierto", agrega a iProUP.
Desde ese mes, en lo que fue el último año del gobierno de Alberto Fernández, y ya con Sergio Massa (quien luego sería candidato presidencial y perdería en los comicios ante Javier Milei) como ministro de Economía, esto no se pudo hacer más, y los importadores, aun teniendo saldos a favor, comenzaron a pagar igual las percepciones.
Allí empezó el reclamo del sector por este "doble cobro" impositivo en cuanto a las mercaderías importadas, lo que no solo afectaba a las empresas, sobre todo pequeñas y medianas, que hacían un esfuerzo mayor por ampliar su stock, sino también a los consumidores, que debían asumir las consecuencias de este régimen.
"Sergio Massa la reintrodujo con un doble objetivo: aumentar la recaudación y desalentar las compras al exterior en un contexto de cepo cambiario y políticas proteccionistas", asegura el experto.
Al mismo tiempo, Abram remarca que "el problema fue que, como resultado, los argentinos terminaban pagando mucho más caros esos productos".
"El vendedor local, por supuesto, no iba a vender más barato que el importador, por lo que el Gobierno cobraba el impuesto sobre ese 6% no descargable, y el productor local retenía la diferencia, encareciendo aún más los productos", indica.
El Gobierno restablece los certificados de exclusión de IVA y Ganancias para importadores
Sin embargo, mediante la Resolución General 5655/2025, publicada en el Boletín Oficial, se eliminó esta suspensión y los certificados de exclusión de IVA y Ganancias volvieron a estar vigentes.
Así lo celebró el titular del Palacio de Hacienda, Luis Caputo, en su cuenta de X (ex Twitter), donde aseguró que esta medida del Ejecutivo "significará una reducción en la carga tributaria para quienes importen insumos y productos".
"De esta manera, aquellas empresas que con sus percepciones de IVA y Ganancias generen saldo a favor de manera permanente y un exceso de cumplimiento de esas obligaciones tributarias podrán volver a solicitar el certificado de exclusión", sostuvo.
Aldo Abram, de la Fundación Libertad y Progreso, expresa a iProUP que, en la coyuntura actual, "lo que realmente se necesita es que los empresarios ganen dinero" y que lo hagan, en su visión, "porque ofrecen los mejores productos al mejor precio y no porque se benefician de medidas proteccionistas que afectan el bienestar económico de la población".
Por otro lado, y pese a todo, enfatiza que "en un país normal no existe la figura de tener un crédito con el Estado" y que "cualquier saldo positivo, en esos casos, se reembolsa de inmediato".
"Sin embargo, en Argentina esto no ocurre, y por eso se implementó la exención temporal del pago de ciertos impuestos", subraya.
Para cerrar, concluye: "En otros países, cuando una empresa o ciudadano tiene un crédito fiscal, el Gobierno le envía un cheque o le realiza una transferencia automáticamente. Acá, en cambio, nunca lo devuelven, lo que constituye una estafa, especialmente en un país con alta inflación".