La pelea por ser el banco 4.0 más importante de la región está al rojo vivo. Dos jugadores argentinos y uno brasileño buscan ser la aplicación financiera más importante de las nuevas generaciones latinoamericanas.
Se trata de un negocio muy seductor: según cifras de Horizon, el mercado hoy representa cerca de u$s10.000 millones, pero en los próximos años avanzará hasta los u$s260.000 millones al año, con un crecimiento anual compuesto de 55%.
El avance de Ualá
Ualá anunció el jueves la ampliación de su ronda serie E por u$s66 millones, que junto a los fondos de noviembre, totalizan u$s366 millones, provenientes de Allianz, Soros, Tencent, entre otros inversores.
Según el CEO, Pierpaolo Barbieri, esto les dará "más capital para hacer más producto en Argentina, México y Colombia". Sin embargo, el ingreso de Televisa-Univisión, la empresa de medios más valiosa del mundo, sugiere un mayor enfoque en la plaza azteca.
"Para mí, va a poner a tono México para que tenga el portafolio de productos que tiene en Argentina", anticipa un empresario del sector. La firma también tiene un banco allí: hace casi dos años adquirió a ABC Capital.
Una fuente muy escuchada en el ambiente fintech asegura a iProUP que Barbieri prefiere "hacer producto" en Argentina para la región. En cambio, resalta que Mercado Pago es más pragmático: si bien privilegia su país natal, los va desarrollando según la "amabilidad" de las regulaciones de cada país.
Así, el modelo argentino de Ualá puede replicarse en México y Colombia. Barbieri muestra también su pragmatismo con su "operativo cerrojo" en países donde todavía no hay ganadores claros.
"Son nichos donde un par de jugadores se llevan casi todo. En Brasil ya tenés a Nubank y Mercado Pago muy consolidados", asegura un empresario con rodaje en el sector de dinero electrónico.
En efecto, el unicornio fintech brasileño superó las 85 millones de cuentas en el país vecino. Según cifras extraoficiales, Mercado Pago ronda los 40 millones de usuarios en tierras verdeamarelas.
En cambio, la segunda economía regional tiene un panorama fintech más amigable: Ualá araña los dos millones de clientes mexicanos, contra los 10 millones de Nubank. En Colombia hay un empate técnico con final abierto entre la fintech brasileña y la nacida en Palermo, con alrededor de 1 millón de clientes.
"El pibe (por Barbieri) la vio: una fintech quiere ser un banco cuando sea grande", ironiza un viejo lobo del sistema financiero, apelando a terminología hoy asociada a la juventud libertaria.
En efecto, las licencias bancarias (Uilo) y de sociedad de bolsa (Ualintec) le permitieron al unicornio valuado en u$s2.750 millones primerear con algunos servicios y aprovechar la regulación más conveniente para ir sumando funcionalidades aggionardas al uso actual sin depender de socios.
También ofrecer cuentas remuneradas, que permite setear un rendimiento fijo mensual contra el variable de los fondos comunes que popularizó Mercado Pago.
Una estrategia que más temprano que tarde empiezan a ensayar sus competidores. Naranja X ya tiene licencia (como financiera), que le abre la puerta a la emisión de tarjetas de crédito y débito, así como cuentas bancarias (CBU) en dólares. Lo mismo planean la firma más valiosa de la región con Mercado Banco y Telecom con PersonalBank.
El avance de Mercado Banco
En el sector especulan que el proyecto deMercado Banco está más cerca de adquirir una entidad existente que de solicitar una licencia bancaria, como se creía originalmente.
"Sería una manera de 'no juntar el ganado' en términos gremiales. Se cubre mejor ante nuevos reclamos de Sergio Palazzo", asegura una fuente a iProUP, con respecto a la exigencia histórica del líder de La Bancaria de inscribir en sus registros a los empleados de la fintech más grande del país.
En otras palabras, hacerse de una entidad dejaría bien en claro que los empleados que absorba mediante la operación ya estarán anotados al sindicato, mientras que armar uno desde cero puede incentivar el "apetito afiliador" del diputado kirchnerista.
En el radiopasillo fintech además circula que la firma fundada por Marcos Galperin ya armó una shortlist: tendría en la mira a dos bancos pequeños de pocas sucursales.
"En Argentina no hemos solicitado ni iniciado un proceso para obtener una licencia bancaria. No hay ninguna novedad distinta a lo que ya hemos dicho en el pasado", retrucan desde el unicornio ante la consulta de iProUP.
Las fuentes, aseguran, que comprar un banco no requeriría un esfuerzo financiero considerable. "Hay varios bancos con bandera de remate", asegura una fuente del sector de pagos. Como ejemplo, el Itaú se vendió al Macro por "apenas" u$s50 millones, menos del 10% de los u$s613 millones de ganancias que generó en el país la billetera azul en el último trimestre de 2024.
Pero la cuestión vital que señala la fuente es que el Banco Central libertario viene acortando los tiempos en la aprobación de las fusiones. En efecto, el OK para que Galicia se quede con el HSBC demoró seis meses el año pasado, mientras que la anterior gestión tardó 15 meses para aprobar que Macro adquiera al Itaú. Ualá lo vivió en carne propia: el BCRA albertista se tomó 14 meses para habilitar la adquisión de Wilobank.
Tiempo no sobra. Más teniendo en cuenta los flamantes pagos endógenos en dólares con tarjeta de débito, la mayor demanda de inversiones (como CEDEAR) y la posibilidad de bajar los costos de fondeo para préstamos. Y lanzar su arsenal para la tarjeta de crédito, un producto que viene motorizando el consumo en Argentina y le funciona muy bien a MP en Brasil y México.