Los Certificados de Depósito Argentino (CEDEAR) son una alternativa inversión muy popular en el país, ya que permiten comprar fracciones de acciones o índices que cotizan en moneda dura en Wall Street. Además, cada vez más plataformas permiten operarlos con sólo algunos clics, como Banza, Ualá, Balanz e IOL.
CEDEAR: qué son y cómo invertir
El analista económico Damián Di Pace asegura que los CEDEAR "son instrumentos de renta variable que están listados a nivel nacional en nuestra bolsa de valores y se pueden adquirir en pesos una pequeña porción de acciones cotizan en Nueva York y en dólares", completa.
También destaca que existen más de 300 opciones, en algunas de las cuales "invirtió Cristina Fernández, como Coca-Cola, Microsoft, Apple y Vista Energy" y resalta: "Te cubrís ante la devaluación de la moneda y el ajuste del precio del dólar contado con liquidación. Y encima llevarte rendimiento de las empresas a las que apuestes".
Al momento de elegir, Di Pace resalta que "ante un entorno macroeconómico más estable (en EEUU), los analistas de mercado recomiendan invertir en barcos y en el sector energético, como Bank of America y Exxon".
"Si no queres ser tan selectivo, podés invertir en un CEDEAR como el S&P 500, uno de los índices bursátiles más importantes de Estados Unidos, con 505 activos bajo custodia y que busca replicar el rendimiento del S&P 500. También está el Dow Jones, es el índice de mercado más antiguo de Estados Unidos, compuesto por las 30 acciones estadounidenses más importantes", completa.
Bonos y acciones: cuáles son sus diferencias
Damián Di Pace asegura que los inversores novatos suelen preguntar por bonos y acciones, como si fueran lo mismo. "Cuando compramos un bono, entregamos una cantidad de dinero al capital de la operación a la entidad emisora que se va a comprometer a devolvérnoslo al final de un periodo establecido junto a una tasa de interés, es decir el beneficio que vamos a obtener por esta operación", señala.
Además, remarca que tanto las "empresas como los Estados emiten deuda a través de bonos para que puedan comprarlo el público en general. Por ejemplo, el bono global GD35 es un título soberano que caduca en julio de 2035 con un rendimiento efectivo en dólares del 22 por ciento".
En cambio, asegura, "una acción representa una parte del capital social de una empresa. Al adquirirlas, estamos obteniendo la categoría de socio de una pequeña porción de esa empresa: si obtiene beneficios podremos participar de ellos mediante dividendos".
"Por ejemplo, en 2024 pican en punta las tecnológicas vinculadas a la Inteligencia artificial generativa, software y procesadores de datos", completa.
Además, resalta que "el rendimiento de un bono es independiente de como haya ido a esa empresa o Estado, por lo que es un instrumento de renta fija. En el caso argentino, como las cuentas del Estado no cierran, en muchos casos se pospuso el pago, emitiendo nuevos bonos para canajearlos.
"En cambio, las acciones son instrumentos de renta variable: no hay establecido por contrato una retribución económica al accionista sino que dependerá de cómo sea la situación de la empresa", concluye.