Los "futuristas" son expertos capaces de predecir los sectores con futuro y las profesiones de éxito en los próximos años, sobre la base de evidencias y datos reales. Sus pronósticos se usan en la ciencia ficción o el cine para recrear mundos venideros, y hay quien piensa que es posible adquirir esa capacidad de visión para conocer el futuro laboral y adaptarse a él con ventaja sobre otros competidores.
Puede que acertemos en las predicciones a corto plazo que implican una línea coherente de causa-efecto, sin ramificaciones. Pero a más largo plazo, cuando es necesario simular más escenarios, sólo aquellos con imaginación son eficaces al predecir, dominando las simulaciones que hacen y demostrando cierta capacidad para ponerse en diferentes situaciones.
Elena Ibáñez, fundadora y CEO de Singularity Experts, recuerda que "un conocido estudio del Institute for the Future (IFTF) de Palo Alto revela que el 85% de los empleos que tendrá éxito en 2030 no existen en la actualidad". Ibáñez considera lógico pensar que la velocidad de la tecnología y la automatización de las tareas repetitivas nos dirigen hacia un futuro desconocido: "Lo virtual, lo artificial, la inteligencia artificial, el software, se están comiendo el mundo. Es normal que pensemos que habrá cambios que no podemos ni siquiera imaginar. Pero existen evidencias de sobra para anticipar muchos de los empleos del futuro".
Añade que la buena noticia es que no hace falta la imaginación para conocer hoy cuáles serán estos empleos del futuro, porque contamos con evidencias que nos indican con claridad, cuáles son los trabajos con mayor empleabilidad en el futuro próximo.
La clave para ser futurista es identificar tendencias, ser capaz de explicar por qué son importantes, qué las impulsa; cuáles serán sus implicaciones para el mundo en general y cómo se puede aprovechar esa visión de futuro en los negocios que vienen... Y también en las nuevas profesiones.
Un método posible
Silvia Leal, experta en transformación digital y presentadora de La Cuarta Revolución, tiene una visión optimista acerca de las posibilidades de conocer las claves de nuestro futuro profesional: "Recibimos alertas sobre la aparición y desaparición de empleos, y esto se va intuyendo en el corto plazo. La realidad es que el día a día no es tan difícil si conseguimos analizar la tareas que se van a demandar. Se trata de saber qué tenemos que hacer para conseguir un hueco en el mercado. La alerta y la intuición son clave, y de ahí podemos sacar nuestro business case y prepararnos para el futuro".
Ben Hammersley, uno de los futuristas más conocidos, fundador de la consultora Hammersley Futures, aconseja comprender que la tecnología, la política, la sociedad y la cultura se afectan mutuamente, y que no basta con ser fuerte en un campo del conocimiento. También sugiere que cuando usted piensa en el futuro debe considerar el principio de la reinvención constante: "Observe cada acción que realice durante el día y observe el propósito de esa acción, preguntándose qué problema está tratando de resolver esta acción, y luego considere cómo lo haría si tuviera que resolver ese problema por primera vez con la tecnología actual de hoy.
Existe una tecnología que parte de las evidencias de crecimiento para detectar sectores, ecosistemas o tecnologías, y todo ello se cruza partiendo de evidencias de crecimiento. Es posible por tanto realizar las proyecciones y anticipaciones que hacen los futuristas para conseguir la certeza, gracias a una metodología de planificación de escenarios que parten de realidades.
Elena Ibáñez recuerda que existen algunas evidencias sobre el crecimiento de las tecnologías exponenciales: "Contamos con previsiones de crecimiento de las principales instituciones mundiales como el World Economic Forum, McKinsey Global Institute, Gartner o el MIT. Por ejemplo, sabemos que la nanotecnología superará los 125 billones de dólares para 2024; que la impresión en 3D crecerá un 25% anual durante los próximos 5 años; o que el blockchain superará los 7.000 millones de dólares en 2024, con un crecimiento anual del 37%.
Y existen evidencias sobre el impacto de dichas tecnologías en las industrias: tenemos ya datos sobre el impacto que las tecnologías exponenciales están generando en los sectores tradicionales. Por ejemplo, que en el smart farming o la nanotecnología crecen exponencialmente para el desarrollo de sensores inteligentes, que lo mismo sucede en el sector de la construcción, con la impresión 3D para el ensamblaje de viviendas enteras en menos de 24 horas; y que el año que viene casi el 80% de los bancos utilizará el blockchain".
Estos son algunos de los presagios de Raymond Kurzweil, director de ingeniería de Google, empezando por que, para este mismo año, ha pronosticado que los 'nanobots' serán más inteligentes que la tecnología médica actual y podrán erradicar algunas enfermedades:
-En 2029, las computadoras serán capaces de aprender de forma autónoma y de crear nuevo conocimiento.
-En 2030 la realidad virtual se sentirá 100% como algo real, y seremos capaces de subir nuestro cerebro a la nube de Internet antes de 2040.
-En 2049 la comida artificial será "montada" de forma común por nanomáquinas.
Predicciones sobre profesiones del futuro: para muestra, un botón
Ibáñez, recuerda que los retos que nos plantea la tecnología arrojan mucha luz sobre los trabajos del futuro. Y uno de estos retos es el moral. La tecnología nos pone frente a dilemas morales nunca antes planteados. Otro de estos retos es el regulatorio y las cuestiones legales aún no abordadas. Si pensamos en los drones que vuelan sobre nuestras cabezas o en el uso de datos por parte de empresas tenemos que concluir que estas actividades necesitan de perfiles legales que entiendan la tecnología. Y a la vez, sobreviene la urgencia de una nueva comunicación entre las máquinas y los humanos, que requerirá de roles lingüistas, expertos en el procesamiento de lenguaje natural. De la misma manera, la tecnología nos va a demandar también roles de diseñadores, de ingenieros, de tecnólogos, de facilitadores, señala el estudio publicado por Expansión.
-Diseñador de viviendas impresión en 3D. Se espera que, gracias al impulso de esta tecnología (3D y 4D o nanotecnología), la industria de la construcción aumente a 7,6 millones de puestos de trabajo en 2026. Esta industria plantea un crecimiento de la producción proyectada del 131% entre 2016 y 2026.
-Ingeniero de software 'blockchain'. Las ofertas de trabajo para desarrolladores 'blockchain' han crecido un 316% en el último año. En Estados Unidos se han creado más de 12.000 puestos de trabajo.
-Project Manager de proyectos 'eHealth'. La industria de salud, impulsada por la biotecnología, la gestión de datos de salud, y la salud personalizada, prevé un crecimiento de número de -empleos del 121% entre en el período 2016-2026.
-Diseñador de visualización de datos. Se espera que este año existan más de 10 millones de trabajadores relacionados con el 'big data', con un crecimiento del 69% con respecto a años anteriores. A pesar de este crecimiento, en España se registraron alrededor de 350.000 posiciones sin cubrir en 2018, y en 2019 este número se acercó al medio millón, demostrando la necesidad de este tipo de expertos.
-Experto lingüista en procesamiento del lenguaje natural. Los perfiles de investigación de inteligencia artificial están entre los más solicitados en el futuro cercano. Se espera que para este año se creen alrededor de 2,3 millones de empleos relacionados con esta tecnología.
-Innovador de ingeniería de tejidos para la fabricación de órganos. La empleabilidad de perfiles relacionados con investigación en ingeniería de tejidos aumentará un 72% en los próximos años.
-Gestor de negocio de vehículos autónomos. El número de ofertas abiertas para trabajar en empresas que están desarrollando vehículos autónomos fue en enero de 2018 un 27% mayor que en el mismo mes el año anterior. Entre los perfiles más demandados se encuentran los ingenieros informáticos, eléctricos y mecánicos. La industria automotriz creará alrededor de 200.000 empleos para el año 2030.
-Consultor legal de modificación genética de alimentos. Crecimiento anual del 8% entre 2017 y 2022. Este sector llegará a un valor aproximado de casi 40.000 millones de dólares.