La semana arrancó con la caída del Bitcoin que está por debajo de los 25.000 dólares, su nivel más bajo en 18 meses, debido a que los inversores rehuyeron los activos de riesgo ante la caída de los mercados mundiales.
La criptodivisa con mayor capitalización de mercado se desplomó alrededor de un 12% hasta situarse en u$s23.900 en las operaciones matinales, alcanzando niveles de diciembre de 2020.
En este contexto complejo muchos inversores y ahorristas se hacen varias preguntas: ¿conviene seguir invirtiendo en cripto?, ¿es un buen momento para comprar? Y quizás la pregunta más usual para los novatos: ¿es acaso el momento indicado para entrar en el ecosistema cripto?.
¿Hay que comprar Bitcoin?
En el marco de esta baja, para muchas persona la primera reacción sería salir de Bitcoin. No obstante, uno de los más reconocidos referentes del ecosistema cripto argentino, Sebastián Serrano, aseguró que es el momento de comprar bitcoin y acumular a largo plazo.
El CEO y fundador de Ripio, una de las billeteras electrónicas más populares en la Argentina, afirmó en sus redes el pasado 14 de mayo un pronóstico poco esperanzado para algunos que decía que el precio del bitcoin iba a estar durante todo 2022 flotando en torno a los u$s30.000, y que además, este podría aún descender más.
Sin embargo, recientemente aseguró que recién para 2024 la criptomoneda más popular empezará a aumentar para salir de este nuevo ciclo bajista. Pero además, según la revista Forbes, le ratificó a Serrano, que según él cree que, en 2025, bitcoin podría valer u$s1.000.000 por unidad.
Según trascendió en un tuit de la cuenta personal Serrano, el especialsita dijo: "30K en 2022 es el nuevo 6K de 2018", y agregó: "Le falta la capitulación real de la gente que compró promedio 45k. Igual sigo comprando todos los meses. Es año para acumular y aguantar como un campeón hasta el 2024".
En 2018, luego de la euforia de llegar a un máximo histórico de u$s19.768, el activo cayó en menos de un mes a los u$s6.000 y plantó en ese precio su piso de cotización durante casi todo el año, que es a lo que se refiere Serrano. Asimismo, en aquel noviembre, Bitcoin se desplomaría hasta los u$s3.160 para comenzar un nuevo despegue en abril de 2020.
¿Por qué caen las criptomonedas?
Según explican los especialistas, la causa de este fenómeno radica en el fin de la política de "dinero fácil" que impulsaron los principales bancos centrales del mundo entre 2020 y 2021 para salir de la crisis del Covid-19, a lo que ahora se agrega la suba de precios de energía y alimentos en todo el mundo por la guerra entre Rusia y Ucrania.
El anuncio de subas de tasa de interés por parte de la Reserva Federal para frenar la escalada de precios -la más alta en 40 años- está afectando sobre todo la demanda de activos de riesgo, como las acciones de empresas tecnológicas o títulos de países emergentes.
Sin embargo, el mercado cripto sufre por duplicado ante su falta de madurez.
La falta de fines de uso de las criptomonedas a nivel masivo y los problemas propios del ecosistema hacen que sean los activos más castigados por inversores.
Un evento bisagra en la confianza para las cripto ocurrió principios de mayo cuando, en sólo tres días, la blockchain de Terra colapsó por completo y se llevó consigo a cerca de u$s 50.000 millones invertidos en una cripto nativa (LUNA) y una stablecoin (UST) que, se suponía, debía mantener una paridad de uno a uno con el precio del dólar.
La combinación de una stablecoin que ofrecía un interés anual de 18% con un mecanismo de sustento de precio basado en el valor de mercado de LUNA -que llegó se la quinta criptomoneda de mayor valor capitalización entre más de 20.000- hizo que el día que fallara el mecanismo se desatara una crisis mayúscula que afectó a todo el ecosistema.
Hasta el Bitcoin sufre de la caída del mercado
"El problema de DeFi es que si algo se puede romper, eventualmente lo va a hacer. Terra tenía un diseño económicamente malo, no escalable y no importó que fuera un proyecto tan grande. Cuando falló desapareció por completo", explicó a Télam Pablo Sabbatella, director y fundador de Defy Education.
En Argentina, muchos usuarios que habían apostado -sin conocer o medir los riesgos- a una moneda "sin riesgo" que prometía retornos que no existen en el mercado se vieron afectados.
"El uso de las stablecoins creció fuerte en la pandemia como mecanismo de dolarización. Pero mucha de esa adopción llegó a un publico minorista que no entiende ni le interesa la descentralización. En el caso de UST se sumó que influencers y exchanges lo promocionaron muy mal, como algo libre de riesgo", agregó Sabattella.
Por eso, afirmó, el rol de la educación financiera es clave para entender en qué se está invirtiendo y cuál es el capital que se está involucrando ya que "mucha gente era la primera vez que entraba en cripto, que eligió entendió que una stablecoin era sinónimo de cero riesgo y que invirtió dinero que no estaba dispuesta a perder".