Como escalón inicial hacia posiciones de mayor responsabilidad, quienes ocupan los puestos de jefatura en una empresa reúnen la doble exigencia de tener un sólido conocimiento técnico y la capacidad de liderar, quizás por primera vez, a un equipo de personas.

Si bien el desafío profesional es atractivo, a las organizaciones les cuesta elaborar planes de crecimiento y preparar a quienes internamente se perfilan como los eventuales nuevos jefes.

"Son las búsquedas que más salen al mercado, porque a las compañías les resulta muy difícil detectar, promover y cubrir con personal propio las posiciones de jefatura. Entonces, suelen resolver esta demanda con candidatos externos", asegura Laura Bitocco, gerente General de Hidalgo y Asociados.

"A las empresas les cuesta identificar el potencial entre aquellos que podrían integrar estos cuadros de reemplazo, y también apostar, desarrollar y formar a los que podrían ser futuros líderes. Es un tema que deben trabajar, porque promocionar un empleado genera buen clima y es un mensaje positivo", explica la especialista.

No obstante, admite que el de jefatura "es un perfil complejo, porque tiene responsabilidad y empleados a cargo pero, al mismo tiempo, desarrolla funciones operativas y de capacitación a la gente que le reporta". Bitocco agrega que "es un puesto difícil de compensar".

De acuerdo con una encuesta de la consultora PwC realizada sobre 173 empresas, los salarios de los puestos de jefatura de diferentes áreas tienden a ser bastante homogéneos.

Si se considera la remuneración mensual monetaria promedio (incluye bono, premios y comisiones), se destacan las siguientes compensaciones:

- Jefe de Asuntos Legales: $113.872

- Jefe de Auditoría Interna: $111.088

- Jefe de Ventas: $107.710

- Jefe de Planeamiento, Análisis Económico-Financiero y Control de Gestión: $107.070

- Jefe de Sistemas: $102.500

En cambio, perciben remuneraciones más bajas los:

- Jefes de Marketing: $91.877

- Jefe de Impuestos: $94.796

El sector de Asuntos Legales, por ejemplo, es un área de tamaño pequeño en las empresas, "pero tiene un impacto muy significativo en función del sector de actividad donde opera la compañía", sostiene Mariela Rendón, gerente de Advisory People&Change de PwC Argentina.

"Su responsabilidad es muy importante. En particular, en sectores de la economía que están regulados, como energía, petróleo, servicios y farmacéutico que son, además, los que les pagan mejor al jefe de Legales", completa la gerente de PWC.

También destaca que las jefaturas de Ventas suelen cobrar comisiones más altas en los rubros de industria y servicios. El sueldo variable -que se paga una vez al año en función del desempeño individual, del área y de la compañía- equivale a dos salarios mensuales. En cambio, para los gerentes el bono variable equivale a tres remuneraciones.

Entre los beneficios adicionales con mayor prevalencia entre los niveles de jefatura, de acuerdo con PwC, se destacan los siguientes: idioma inglés (85%), seguro de vida (85%), asistencia médica con cobertura total de la cuota (97%), reintegro por kilómetro en gastos de movilidad (83%), préstamos (94%), becas para cursos, posgrados y maestrías (94%), estacionamiento (75%), teléfono móvil (85%) y horario flexible (92%).

"El paquete de beneficios se convirtió en una oportunidad para mejorar la compensación de los empleados, en un contexto inflacionario en que el presupuesto para incrementar salarios resulta insuficiente. Muchas empresas, entonces, revisaron su propuesta de beneficios para premiar a su personal clave o de alto potencial, que incluye a los niveles de jefatura", sostiene Rendón.

"Algunos tienen impacto económico, como el pago de gastos de movilidad, capacitación o clases de idioma, y otros mejoran la retención de los talentos clave y el clima laboral", agrega.

Las destrezas

Para acceder a un puesto de mayor responsabilidad, es preciso que la persona acumule cierta experiencia.  

"Es importante que sume unos cinco años en el área en que trabaja" -considera Haruko Archenti, socia gerente de Archenti Group-. Que haya cumplido con lo que denominamos la escala jerárquica o transitado etapas. Es decir, comenzado probablemente como junior, ascendido a semi senior y luego desempeñado en una posición senior".

Según la experta, "esto le permitirá comprender los desafíos de su área de una manera más completa y entender los aciertos o errores de quienes liderará en el futuro".

Al respecto, aclara que, además del recorrido dentro de la empresa, se requiere ahondar en habilidades: un jefe nunca deja de aprender.

"Pero no es solo una cuestión de años, sino que es importante tener ciertas competencias blandas y técnicas desarrolladas, porque cuando uno accede a una jefatura comienza a enfrentarse con la capacidad de liderar y motivar a otros, y eso es lo más importante", subraya.

Las competencias de quien ejerza en este puesto variarán en función de las distintas áreas: algunas son organizacionales (que todos deben tener) y otras funcionales (específicas de esa actividad).

Según Archenti, es fundamental que conozca la misión de la organización y tenga en claro cuáles son los objetivos que se le plantean. Técnicamente debe ser un referente, pero a la vez tener la capacidad de apoyarse en aquellas personas de su equipo que son especialistas".

Bitocco agrega que, para promover internamente a una persona a un puesto de jefatura, "las empresas deben primero detectar el potencial y tener la foto de cómo es la compañía para pensar quienes podrían ubicarse en estos cuadros de reemplazo".

"Cuando se identifican, se debe trabajar en capacitación, formación de habilidades, coaching, delegación de funcionaes y asignación gradual de nuevas tareas de responsabilidad para evaluar el desempeño. Y brindar ‘feedback’ permanente", añade.

¿Qué planes de capacitación pueden implementar las empresas para quienes ocupan puestos de jefatura? "Hoy la tecnología atraviesa todas la áreas y los jefes y jefas deben estar al día con el desarrollo de habilidades relacionadas con estas herramientas", responde  Archenti.

En su visión, también deben estar preparados para recibir y acompañar a las nuevas generaciones que ingresan a la fuerza laboral y poder gestionar la diversidad dentro de la firma."Hoy, los programas de capacitación destinados a los niveles de jefatura deben estar ligados a estos temas", suma.

Además, considera que estos profesionales deben adaptarse, como todas las personas, "a un mundo volátil, incierto, complejo y ambiguo; donde enfrentan cambios, incertidumbre, y muchas situaciones complejas".

A su entender, "es necesario  que cuenten con competencias que los ayuden a atravesar estos desafíos". Por eso -añade Archenti-, deben "poder generar climas de inclusión y ser buenos tomadores de decisiones, con capacidad para adaptarse a los cambios".

A los jefes "se les pide versatilidad", resume Bitocco. "Las competencias técnicas, propias del puesto, y también deben contar con habilidades ‘blandas’, que muchas veces tienen que ver con saber buscar estrategias para motivar a su equipo, que trabaja en la ‘trinchera’, aun cuando no hay presupuesto para ajustar salarios", comenta la ejecutiva.

Entre ellas, la especialista destaca: "Buena comunicación, la transmisión de mensajes de manera clara y la capacidad para capacitar, explicar y dar ‘feedback’ sin tener que esperar a las instancias formales de evaluación. También debe darle visibilidad a su equipo".

"Si es un jefe de Ventas, por ejemplo, tiene que ir al campo a formar a los vendedores, acompañarlos, enseñarles a hacer el trabajo y brindarles soporte si hay algún problema con un cliente. Piensa en posibilidades de mejora y tiene que tener condiciones para proyectar a corto y mediano plazo", concluye.

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