La tecnología está desempeñando un rol central en la lucha contra el coronavirus y abrió el juego para que una enorme gama de innovaciones mostrara su potencial para ayudar a minimizar el impacto. En el estudio "Tech vs Coronavirus", de Globant, al que accedió iProUP, se describen todo tipo de desarrollos que se están utilizando a nivel global para enfrentar a la enfermedad.
Por ejemplo:- Anteojos de protección antivirales con detector térmico para hallar infectados en lugares públicos
- Cámaras térmicas que miden la fiebre de los transeúntes- QR que identifican quiénes se sometieron a testeos masivos- Sensores clínicos inalámbricos- Drones para el monitoreo y la desinfección de calles
- Robots para delivery- Inteligencia artificial y big data capaces de predecir el avance de la enfermedad, entre otros.
En la Argentina ya se están utilizando algunas de estas herramientas y se encuentran bajo análisis algunas otras para hacer frente a esta pandemia.
Cámaras térmicas
A mediados de mes, el Gobierno nacional y las autoridades porteñas inauguraron un Sistema Infrarrojo de Detección Rápida de Temperatura Corporal en el Centro de Trasbordo Constitución.
A través de una serie de cámaras instaladas en la entrada de uno de los principales puntos de acceso a la Ciudad, se puede identificar la temperatura corporal de más de 50 ciudadanos de manera simultánea.
"En el medio ambiente vemos ondas infrarrojas generadas por el calor del sol, la humedad del viento o el cuerpo humano y que pueden captarse a través de sensores", explica a iProUP Martín Otazua, gerente de Marketing del proveedor chino Dahua Technology Latam.
De esta forma, el experto señala que "cualquier objeto con una temperatura superior a cero absoluto emite radiación infrarroja que las cámaras de detección y monitoreo térmico pueden detectar a través de sensores".
Así, el dispositivo capta y compara la información de la temperatura ambiental con la de las personas, con un margen de error de 0,3°C. El proceso de detección y monitoreo se realiza por dos operadores y no requiere contacto físico: identifica individuos a 3 metros de distancia y procesa tres personas por segundo.
Cuando se detectan pasajeros con fiebre, se los aparta y se le toma la temperatura con un termómetro. Si los valores se repiten y la persona tiene domicilio en la Ciudad, se le pedirá que firme una declaración jurada y será trasladado a la Unidad Febril de Urgencia del Hospital Penna. Si vive en Provincia, también deberá firmar una declaración jurada pero deberá regresar a su hogar.
También se instalaron cámaras térmicas en el Hospital de Almirante Brown, en la zona sur del Gran Buenos Aires; y el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. En este último caso, son capaces de medir 1.800 personas en 10 minutos.
Antes de la pandemia, este equipamiento se utilizaba, por ejemplo, para detectar picos de temperatura en cámaras subeléctricas o petroleras. Con el brote del coronavirus, Dahua desarrolló un algoritmo para la medición de la temperatura corporal. "Rápidamente se dispuso esa tecnología para el gobierno chino y se instalaron las primeras cámaras en Wuhan, centro del epicentro", agregó Otazua.
En un futuro "sin pandemia", asegura el ejecutivo, los sistemas implementados servirán para realizar reconocimiento facial, detección perimetral o video vigilancia. "Cuando recobremos la vida normal, este tipo de soluciones seguirá estando presente en centros comerciales, edificios corporativos, estaciones de ómnibus y todos aquellos sitios con gran afluencia de gente", enfatiza.
En la Ciudad
"La tecnología es un aliado fundamental para hacer frente a la emergencia sanitaria", confía a iProUP Fernando Benegas, secretario de Innovación y Transformación Digital de GCBA.
Desde que comenzó la cuarentena, el Gobierno porteño adaptó el funcionamiento de su chatbot (Boti) al nuevo contexto: todos los días, las 24 horas y puede contestar hasta 9.000 mensajes por minuto.
A través de una serie de preguntas puede identificar casos sospechosos y conectarlo con un operador para que reciba atención del SAME. El personal de Salud, que antes podía mantener contacto con una sola persona por vía telefónica, ahora pueden atender hasta cinco llamados en simultáneo.
El Gobierno ya recibió cerca de 60.000 consultas por covid-19 y derivó más de 7.000 casos sospechosos al SAME. De esta manera, entre el 14 de marzo y 21 de abril se canalizaron vía chatbot otras 50.000 consultas, "ahorrando recursos del sistema de salud, evitando el movimiento innecesario del personal y mejorando la respuesta de la Ciudad ante la propagación del virus", dice Benegas.
Próximamente, el chatbot incorporará nuevas funcionalidades, como el automonitoreo domiciliario de pacientes con covid-19 a través de Whatsapp.
A través de la interacción con las personas podrá conocer su estado y activar alertas que disparen el protocolo de Salud cuando se requiera de hospitalización. Así, pueden atenderse los casos leves y darle seguimiento, sin necesidad de ocupar camas que pueden destinarse a casos graves, además de reducir el número de visitas innecesarias a los hospitales.
"Hicimos un estudio de tendencias para definir las iniciativas a implementar en este contexto. Surgieron temas como la reinvención radical de la asistencia médica; la transición laboral; la violencia doméstica; la ciberseguridad y la privacidad informática; y el refuerzo del concepto de hyperlocal (información a una comunidad definida). Nos llevarán a plantear, definir e impulsar políticas públicas efectivas en un contexto inesperado y disruptivo", señala.
En el escenario de esta pandemia, la primera en un mundo hiperconectado, Biga Data y la inteligencia artificial (IA) son las vedettes indiscutidas. Mientras todo el mundo ensalza el potencial de estas tecnologías, muchos advierten sobre los peligros de caer en un control social excesivo y la posibilidad de que la privacidad y seguridad de los datos sean vulnerados.
Globant desarrolló, con el apoyo de Salesforce, un tablero de control interactivo para ayudar a combatir el covid-19. La herramienta, apoyada en big data, permite trackear en tiempo real la cantidad de camas de terapia intensiva, respiradores, profesionales de salud y recursos disponibles en cada hospital del territorio.
El objetivo es implementarlo en 1.400 centros de salud públicos y privados de todo el país. La información estará disponible gracias al reporte realizado por cada entidad hospitalaria, a través de un chatbot diseñado especialmente.
"El diseño de la herramienta es sencillo porque busca minimizar el tiempo de carga de datos, sin complicar al personal de los hospitales, ni generar fricción que demore el flujo de información", señala a iProUP Kevin Janzen, managing director de Globant. A partir de su uso, y habiendo recabado suficientes datos, se sumará el uso de IA para actuar sobre proyecciones a futuro.
Los grandes volúmenes de datos se están usando para rastrear personas y establecer relaciones que permitan determinar si es un posible infectado; saber si alguien está violando la cuarentena o puede circular libremente; y desarrollar modelos predictivos que permitan entender la velocidad en la que se propaga la enfermedad.
Héctor Cobo, vicepresidente regional de la empresa de analísticas SAS, explica a iProUP que la inteligencia artificial permite a los gobiernos predecir con precisión los recursos necesarios en ubicaciones específicas, identificar cómo mejorar el tratamiento en puntos críticos y, en última instancia, detener la expansión del virus.
"Ante el brote de cualquier enfermedad es fundamental comprender cómo se propaga para contenerlo más rápido", agrega. Además, la gran cantidad de datos que existe sobre los movimientos de las personas que viajan puede transformarse en una herramienta valiosa para identificar el próximo centro de incubación e intervenir de forma temprana.
Sin embargo, Esteban Feuerstein, director Ejecutivo de la Fundación Sadosky e investigador del Departamento de Computación de Ciencias Exactas de la UBA, advierte que la utilización de datos para ayudar en la pandemia "es una veta que tiene mucho margen para el optimismo, pero trae nuevos grandes desafíos vinculados con la privacidad y seguridad".
Muchas de las tecnologías que están estrenándose en esta pandemia perdurarán en el futuro. Para el ejecutivo de SAS, habrá una expansión de la digitalización de la salud, un boom del ecommerce y los pagos electrónicos, una evolución hacia el ocio digital y un crecimiento de las tecnologías orientadas a la educación y la capacitación.
"Van a surgir nuevos modelos de negocios digitales escalables y se reemplazarán las operaciones centradas en el producto para dar mayor prioridad a la estabilidad en toda la cadena de suministro", destaca Cobo.
Y remarca: "La pandemia de covid-19 está ejerciendo una tremenda presión en cadenas de suministro globales de compañías multinacionales y locales. Se viene un boom de tecnologías para su gestión digitalizada y que las empresas puedan desarrollar cada vez más la resiliencia en sus negocios al complementar modelos escalables".
Además, agrega que supermercados como Walmart ya venden datos de puntos de venta a marcas como P&G y Unilever, que los utilizan para garantizar un stock adecuado de sus productos.
También vendrá una ola de economía colaborativa, en la que diversas industrias encontrarán nuevas alternativas para recortar costos y monetizar los activos existentes, en áreas como logística y transporte, por ejemplo.
"Podríamos estar viendo el uso de cámaras infrarrojas y tecnología de visión artificial, empleo de drones para garantizar el distanciamiento o la entrega de bienes y servicios, además de las innovaciones relacionadas con garantizar condiciones de higiene y máxima seguridad: desde anaqueles inteligentes hasta supermercados 4.0", señala el directivo.
Queda esperar cuál será el resultado de todo esto, que tecnologías seguirán en carrera y cómo impactarán en la vida cotidiana. Y, obviamente, cómo ayudarán a evitar los efectos de la próxima pandemia.