La humanidad atraviesa una de las mayores transformaciones productivas, en gran parte por el avance de la digitalización, pero también porque hay un factor que se volvió protagonista: la sustentabilidad.
Hoy, las empresas deben tener este punto muy en cuenta a la hora de pensar soluciones y nuevos productos. Por eso, los ingenieros ambientales ganan espacio en el ámbito corporativo. "El mundo se está uniendo para reducir la cantidad de carbono en la atmósfera, y todas las industrias y sectores deberán contribuir", señala un informe elaborado por McKinsey.
En el mercado algunos los llaman profesionales "verdes", por el cuidado que deben realizar del medio ambiente, su contribución al uso de energías limpias y su importancia en la economía circular.
En este estudio, la consultora plantea que se debe tener en cuenta el escenario actual para transformarlo y producir para crear mejores condiciones de vida. Hay que pensar el ciclo completo (diseño, fabricación de materiales, construcción, uso y demolición) de bienes y servicios y hasta de las construcciones.
Ingeniero ambiental: qué hace y cuánto gana
En este contexto, el rol del ingeniero ambiental gana protagonismo. "Es un puesto que cada vez más compañías deciden incorporar de modo permanente, siendo una posibilidad contratar consultoras especializadas para asesorías", advierte a iProUP Evelyn Ferreira, especialista en Atracción de Talento en Ceta Capital Humano.
"Este profesional es estratégico, ya que mejora la gestión de las materias primas, los procesos productivos y los residuos generados en la producción. El cumplimiento de la normativa previene posibles sanciones legales y económicas. Una adecuada administración de desechos genera ahorro para las organizaciones y refuerza la identidad como marca empleadora", describe Ferreira.
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"Los ingenieros ambientales pueden trabajar en empresas, organismos del Estado y consultoras. También pueden desempeñarse como docentes o investigadores. Es muy amplio su campo de inserción ya que colaboran en el desarrollo de programas que mejoran el desempeño ambiental de las industrias", cuenta Ferreira.
Evalúan las condiciones de higiene, seguridad y contaminación de ambientes laborales, urbanos e industriales. Tienen una mirada de 360º sobre el impacto ambiental. Esto se vuelve esencial, ya que las empresas están comprendiendo la importancia de bajar su huella de carbono y tender al Net Zero, o cero emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
Para entender la responsabilidad que tienen en sus manos, basta con saber que, según McKinsey, alcanzar el cero neto para 2050 puede implicar "un aumento del 60% en el gasto de capital en activos físicos, en comparación con los niveles actuales".
Es por esto que sus ingresos están en el tope de la pirámide. "El sueldo promedio para un jefe se ubica en $850.000, y el de un gerente asciende a $1.300.000, siempre hablando de multinacionales o empresas nacionales con más de 700 empleados", confía a iProUP Alejandro Servide, director de Professionals, RPO & Technologies de Randstad Argentina.
"En el contexto inflacionario en el que vivimos, estos promedios se modifican ajustándose a la política de incrementos. Actualmente, los candidatos ponen énfasis en conocer cuál es la sistema de ajuste por inflación y cómo fue el comportamiento en los últimos dos años", añade Servide.
Ingeniero ambiental: qué formación necesita
Un detalle importante: para esta posición se requiere contar con matrícula si el candidato tiene en su rol la responsabilidad de firmar documentación.
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Según Servide, esto "sirve para dar cuenta de una formación académica completa y garantiza que se posee un background comprobable y suficiente para ejercer el rol desde lo técnico y, sobre todo, que se actúa de forma responsable, respetando las normas y estándares requeridos, así como también las legislaciones vigentes a nivel nacional, provincial y municipal".
En el mismo sentido, Ferreira detalla que "deben asegurar el cumplimiento de la normativa vigente y estándares regulatorios aplicando los conocimientos adquiridos durante el trayecto universitario".
"Deben eficientizar la gestión ambiental y evitar la contaminación del aire, suelo y cursos de agua. En tiempos de alta inflación, el ejercicio de esta actividad y de las buenas prácticas mejora la gestión energética, materias primas y residuos, y procesos, lo que se traduce en la reducción de costos e incremento de la competencia en el mercado", suma la especialista de Ceta Capital Humano.
Se requieren conocimientos de matemáticas, física y química, procesos productivos, termodinámica y máquinas térmicas, ecología y ciencias naturales. "Pueden provenir de carreras en Gestión Ambiental, Geología y Medioambiente, Energías Renovables, Higiene y seguridad. Los graduados en su mayoría pertenecen a la generación de los millennials, aunque los generación Z van en crecimiento por la demanda constante", advierte Ferreira.
Ingeniero ambiental: qué buscan las empresas
El ingeniero ambiental escasea, sobre todo "cuando el requerimiento es excluyente, es decir, si se solicita un candidato matriculado, con título habilitante y años de experiencia comprobables", observa Servide.
"Es un perfil en ascenso, sobre todo por la toma de conciencia de las empresas en cuanto al impacto ambiental y por las regulaciones a las que las compañías deben ajustarse. En general, las firmas se apoyan en consultoras especializadas que brindan servicios en gestión ambiental y evaluación de impacto, entre otros", detalla el ejecutivo de Randstad.
Su importancia radica en que "no solo se trata de cumplir con las regulaciones ambientales; también, de generar beneficios económicos y de reputación al mejorar la eficiencia y sostenibilidad y acceder a la licencia social que las organizaciones necesitan para operar", dice Servide.
Es un talento que interactúa con casi todas las áreas de la empresa, pero sobre todo con Seguridad e Higiene, Producción, Distribución y Logística y Legales.
"Argentina tiene un gran desafío en esta materia para lograr reducir la contaminación que afecta a los ríos, calidad del aire, suelos con serios trastornos en la salud de las personas. En estos últimos años vemos una mejora, con proyectos de energía renovables y conciencia de discriminar residuos, entre otras iniciativas", explica Servide.
Es especialmente demandado por compañías de gran impacto ambiental, como por ejemplo, las industrias química, plástica, de neumáticos, minería, petróleo, energía, alimenticia y frigorífica.
"Cada vez más firmas de todos los rubros, incluidos los servicios, se preocupan y ocupan de su impacto ambiental y huella de carbono", concluye Servide.
