Microsoft presentó una herramienta de control para medir la productividad en el teletrabajo. Con ella tu jefe puede saber cuánto miras el correo o los equipos y programas de la empresa y si te conectas con la cámara a las reuniones.
Con el auge del teletrabajo a causa de la pandemia del coronavirus, muchas empresas pierden el control sobre sus empleados. Como consecuencia han crecido también los programas de vigilancia para saber qué está haciendo el empleado en todo momento durante su jornada.
El diario estadounidense The New York Times publicó un reportaje a mediados de este año acerca de uno de estos programas espía. El jefe podía ver hasta capturas de pantalla de la computadora de su empleado para saber si trabajaba o miraba las redes sociales. Ahora Microsoft apunta a este mercado.
A través de Microsoft 365, las empresas que contraten sus servicios disponen de Productivity Score, un software que observa la actividad de cada empleado y genera informes al respecto. La herramienta valora con una puntuación la productividad de los empleados.
El software analiza el uso que los trabajadores hacen de herramientas como Microsoft Word, Outlook, Excel, PowerPoint, Skype o Teams cada mes. También valora los diferentes dispositivos desde los que ha accedido a cada plataforma, pero no parece controlar otros programas que puede utilizar la persona vigilada. Otros programas similares como Hubstaff son más invasivos y controlan el uso de cualquier aplicación.
Productivity Score muestra gráficos y valoraciones de cinco grandes áreas en el teletrabajo según los datos que ha recogido: comunicación, trabajo en equipo, meetings o reuniones, movilidad y colaboración.
La herramienta abarca aplicaciones de Microsoft, como el Word y el Excel, entre otras.
Para completar estos informes la herramienta tiene en cuenta si se consulta el correo, si se mandan mensajes a los compañeros, si se participa en las reuniones telemáticas con la cámara y el micrófono encendidos, etc.
La mayoría de estos programas de vigilancia reciben las mismas críticas, no son perfectos a la hora de valorar el trabajo de un empleado. Microsoft alega que este nuevo programa sirve para "ayudar al personal de una organización a construir hábitos que aprovechen el poder de esas herramientas".
De todas formas, puede suponer una invasión de la privacidad y no se debería usar programas de este estilo sin advertir o pedir permiso a los empleados, sobre todo si los equipos que usan son personales y no de la empresa.
Críticas a la herramienta de control de Microsoft
David Heinemeier Hansson, creador de Ruby on Rails y fundador de Basecamp, ha acusado en Twitter a Microsoft de poner en marcha el "sistema de vigilancia en el puesto de trabajo más invasivo conocido hasta el momento", en referencia a Productivity Scores.
La tecnología en la que se basa Productivity Scores (y, antes de ello, otros productos de Microsoft como Delve y MyAnalitics) es Microsoft Graph, la API de personas que permite extraer y trabajar con datos laborales sobre personas, así como sus relaciones interpersonales y su actividad con documentos digitales.
Hansson afirmó que "destruye la reputación" que se había forjado Microsoft de haberse convertido en una empresa más respetuosa con la privacidad en estos últimos años. Según Hansson, el sistema normaliza la vigilancia del trabajador hasta niveles nunca vistos hasta ahora. Los gestores de las empresas podrán acceder a todas las métricas sin notificárselo a los usuarios afectados.
De forma predeterminada, permite visualizar métricas de rendimiento a nivel individual (incluyendo los nombres, las afiliaciones de grupo y las ubicaciones de cada empleado); la anonimización de dichos datos es posible, pero opcional.
Permite a Microsoft afectar a la vida diaria de millones de trabajadores (y a la misma cultura de trabajo de miles de empresas) gracias a su capacidad para imponer métricas arbitrarias.
También habilita a a Microsoft a recopilar los datos de los empleados de otras compañías, con el fin de que estas puedan comparar las productividades de sus respectivas plantillas.
Es posible, por otra parte, que haya países donde esta funcionalidad no pueda ser aprovechada por las compañías, debido a que entre en conflicto con sus leyes laborales.