La modalidad, muy común en la industria del conocimiento, ahora se expandió a otros sectores promete expandirse más allá de la duración de la pandemia
13.04.2020 • 20:04hs • Equipos remotos
Equipos remotos
Coronavirus y la transformación del empleo: el teletrabajo llegó para quedarse
Para el 56% de los argentinos, trabajar en modalidad home office es algo totalmente nuevo. Mientras tanto, el 44% restante ya lo hacía esporádicamente, según una reciente encuesta realizada por Adecco. Esta realidad coincide con lo que el resto de la región venía experimentando hasta que la pandemia irrumpió en nuestra cotidianeidad. Por eso, la pregunta ahora es con qué situación nos encontraremos cuando podamos salir del aislamiento.
Hasta este momento, la mitad de las compañías ni siquiera estaba preparada para enfrentar jornadas de trabajo remoto. Tanto es así que en la última encuesta hecha por Fortune 500, en la que se entrevistan a las 500 empresas más grandes del mundo, solo el 52% tenía planes de iniciar un programa de home office o ya habían tenido iniciativas relacionadas con esto. Este número es sumamente inferior a lo que se creía, pues se calculaba que, incluso antes de la pandemia, un 80% de firmas tenía el teletrabajo como modalidad estable.
En nuestra empresa, donde tenemos una cultura flexible desde hace muchos años, podemos dar cuenta de los beneficios que el teletrabajo tiene para la organización y para sus colaboradores. Por empezar, esta modalidad nos permitió seguir productivos en este difícil momento, pues un 80% de nuestra planta ya venía trabajando de forma remota.
Además, como es sabido, en la industria IT uno de los mayores problemas es la atracción de talento. ¿Qué buscan los profesionales actuales? Tener horarios flexibles, balancear al máximo la vida laboral y la personal, ser desafiados de manera constante y tener devoluciones frecuentes para poder evaluar su aporte a los proyectos. Por eso, tanto millennials como centennials valoran hacer home office.
Cuando la necesidad del aislamiento se termine, las estructuras empresariales serán distintas. Esto pasará por la experiencia vivida, que ayudará a que muchos prejuicios se caigan y acelerará drásticamente el ritmo del cambio digital.
¿Qué supuestos quedaron desmentidos? El primero es la dedicación de los colaboradores. El mencionado estudio de Adecco señala que el 42% de los trabajadores le dedica más horas al trabajo desde su casa que en la oficina, mientras que un 40% cumple exactamente las mismas horas como si estuviera en su lugar de trabajo. Lo más importante: sólo el 18% admite trabajar menos horas desde su hogar. Además, 6 de cada 10 encuestados afirman que trabajan más relajados desde su vivienda que yendo a la oficina.
Muchos líderes pensaban que era necesario compartir el espacio físico para que exista una buena comunicación. Eso fue desmitificado, pues el 60% de los colaboradores afirma estar conectado con su equipo durante las horas laborales mientras que apenas el 2% dice que no logra mantener una relación fluida a la distancia.
A su vez, entendemos que tener un líder que pueda integrar todos los procesos es clave para la efectividad de la compañía. Por eso, en esta modalidad, es vital el puesto del Project Manager, ya que le da continuidad y fluidez a la información necesaria para que los equipos puedan trabajar de modo organizado, al tiempo que ofrece contención a los colaboradores.
En tal sentido, el nuevo liderazgo deberá condensar conocimientos técnicos, pero también habilidades blandas que le permitan guiar a grupos que, en definitiva, sabrán tanto o más que esos líderes.
Por todo esto, parece indiscutible que el home office ha llegado para quedarse. Entonces, ¿cómo se prepararán las empresas que aún no entraron en la transformación digital? Será preciso acompañarlas para que puedan dar el salto a la nueva economía.
*Pablo Azorín es CTO y co-founder de BairesDev