Ya pasaron varios días desde que el Gobierno decretara la "cuarentena obligatoria". Es decir, la imposibilidad de salir de los hogares para cuestiones que no sean "esenciales".
Así, los argentinos que se quedaron en sus casas y no pueden realizar home office se dedicaron a hacer uso intensivo de la web y del entretenimiento digital. Otros, en cambio, están apuntando a las "changas" por Internet (para el país y por tareas encomendadas desde el exterior) para hacerse de ingresos extras, en varios casos en dólares, durante el aislamiento.
Se trata de los microjobs, como se denomina a las tareas que requieren de inteligencia "humana", que se pueden contratar casi al instante y cuya resolución demora entre una hora o dos días.
Uno de los pioneros en la materia fue Amazon, con Mechanical Turk, un servicio que primero utilizó de manera interna para permitir que los usuarios realicen ciertas tareas que una máquina es incapaz de realizar, como verificar que la imagen de un producto en su plataforma sea la indicada o fuera de buena calidad, validar datos o responder encuestas.
Más tarde, el gigante del ecommerce abrió ese servicio a otras compañías que quisieran aprovechar los servicios de inteligencia humana, sin necesidad de contratar personal. Y surgieron competidores que ofrecen exclusivamente este tipo de empleos a personas de todo el planeta sin más requisitos que una computadora y conexión a Internet.
Pero también hay plataformas de trabajo freelance dirigidas a profesionales que brindan la posibilidad de ganar dinero en poco tiempo y obtener ingresos extras si no están trabajando a causa de la cuarentena.
Explosión freelance
En el caso de las plataformas de trabajo a distancia existentes en el país, entre las propuestas laborales que publican sus empresas clientes hay varias tareas que insumen unas pocas horas o hasta un día y se pagan en dólares.
Desde el viernes que comenzó a regir la cuarentena, estas plataformas de empleo freelance vienen mostrando un fuerte avance en cantidad de usuarios que buscan convertir su tiempo en dinero a través de alguna tarea a distancia.
"En los últimos días, notamos un avance de cercano al 50% en la cantidad de freelancers que se anotaron en la plataforma", asegura a iProUP Guillermo Bracciaforte, cofundador de Workana, que cuenta con más de 300.000 profesionales independientes registrados en la Argentina.
No sólo eso, iProUP accedió a un sondeo realizado entre 20.000 empresas de todos los sectores por Freelancer, en el cual seis de cada diez compañías aseguró que destinará más trabajos (que hasta hace poco realizaban de manera interna), a personas independientes que contacte por Internet.
Sebastián Siseles, VP de Freelancer, plataforma que nuclea casi a 500.000 empleados argentinos registrados, asegura que hallar trabajo online es muy rápido y sencillo, y que los proyectos se resuelven también en plazos muy cortos.
Esto engloba "todas las tareas vinculadas con el diseño, lo mismo que traducciones o redacción de textos. Se trata de actividades no muy sofisticadas que pueden tomar un par de horas o de días. Y se pagan entre 50 y 200 dólares", revela a iProUP.
Por su parte, Guillermo Bracciaforte, de Workana, coincide en que la gran mayoría de los proyectos encomendados tiene una carga máxima de dos días por los cuales se paga hasta 300 dólares. Añade que el "65% de los trabajos en Workana se contratan en menos de 48 horas".
"Lo que más abundan son tareas cortas de diseño como banners y arreglos; artículos cortos para blogs y sitios web; pequeños retoques de programación en micrositios; edición de videos cortos de menos de un minuto, entre otras", afirma el ejecutivo de Workana.
"Esperamos que las firmas de comercio electrónico o las orientadas a Internet crezcan en este período, y que esta tendencia se prolongue en el tiempo", revela Bracciaforte, adelantando cuáles serán las industrias con mayor demanda de empleo.
Por lo tanto, es de prever que las actividades vinculadas al diseño gráfico, creación de contenidos (texto, foto y video), los especialistas en finanzas y analistas de marketing, entre otros, sigan siendo muy requeridos para trabajos online relativamente sencillos.
"La demanda de servicios personales, como delivery, será la que más va a crecer en Argentina y el mundo. Y todo lo que son prestaciones de salud explotará, igual que el supermercadismo", añade.
Para todas y todos
Más allá de las plataformas freelance, que demandan ciertos conocimientos profesionales, también están los microjobs, que ofrecen "changas" digitales que, en muchos casos, no ameritan más requisitos que ser usuario de Internet.
Se trata de plataformas con tareas sencillas por pagos que van de 5 a 10 dólares y muchas veces no requieren de más de media hora de trabajo, como búsquedas en Internet, visualización de publicidades, comprar en sitios web, opinar en encuestas online, reporte de fallas en canales digitales, edición de textos o traducciones.
En muchos casos, estos sitios web registran datos de comportamiento del usuario, lo que permite analizar su perfil para la creación de reportes que luego son vendidos a clientes para que realicen actividades de marketing a partir de esos datos.
"He respondido algunas encuestas y toma menos de una hora", afirma a iProUP Silvia Bilbao, vecina del barrio porteño de Almagro que aprovecha sus tiempos libres para sumar ingresos a su salario como operadora de soporte técnico.
Además, confiesa que tiene un usuario creado en más de uno de estos servicios, porque "como las tareas se filtran por perfil, suele haber pocas por semana". Así, se asegura contar con proyectos de manera frecuente.
En efecto, Bilbao asegura que el proceso de alta de la cuenta suele ser algo complejo, ya que hay que consignar muchos datos para hallar las ofertas laborales que más se ajustan al perfil, por lo que recomienda "responderlas a conciencia". "Eso permite que las tareas asignadas sean más fáciles de resolver y realizarlas en menor tiempo y estar listo para la próxima", revela.
Uno de los principales jugadores del sector es Fiverr, que debe su nombre justamente a que todos sus trabajos cuestan cinco (five) dólares. Así, se pueden encontrar tareas que van desde escribir comentarios en un blog o ayudar a hacer perfiles en redes sociales, dar consejos o dictar clases breves hasta tareas de programación y diseño.
Otra alternativa es PeoplePerHour, que propone tareas a partir de los 10 dólares. Además de puestos con conocimientos técnicos (marketing, diseño, programación), incluye ofertas para escribir comentarios en redes sociales, desgrabaciones y traducciones.
Por su parte, Amazon mTurk está pensado para personas con menores requisitos técnicos. El gigante del ecommerce armó una comunidad en la que se relacionan empresas con gente de todo el mundo que puede hacer tareas de escasa dedicación horaria, como revisión de links caídos, control de calidad de imágenes, redacción de subtítulos, atención de reclamos, entre otras.
Otra plataforma de trabajos online con baja calificación técnica es Swagbucks. Las tareas que ofrecen consisten en responder encuestas, realizar búsquedas en Internet, reportar promociones y ofertas online. De esta forma, los usuarios van acumulando puntos en la plataforma que pueden ser canjeados por efectivo u órdenes de compra en Amazon y otros sitios de ecommerce.
En casi todos los casos, habrá que contar con una cuenta de PayPal, método preferido para el pago de los honorarios por las tareas desarrolladas. Por lo tanto, para traer el dinero al país habrá que elegir entre las siguientes opciones:
- Dar de alta una cuenta de Nubi, servicio del Comafi: permite transferir los fondos en pesos a cualquier cuenta bancaria en pesos de la Argentina con una comisión de 12 dólares
- Suscribirse a Plex, fintech que permite trasladar el dinero al banco por un costo de u$s9,70 o, por la mitad de ese costo, dejarla en la caja de ahorro de la firma con CVU y gastar el dinero con una tarjeta Mastercard prepaga gratuita
De esta forma, muchos argentinos aprovechan el "tiempo libre" forzoso de la cuarentena para hacerse de un ingreso adicional que les permita sobrellevar mejor el panorama incierto del coronavirus.