La banca europea dijo basta. Al parecer se cansó de que los medios de pago en Europa dependen solo de los gigantes de origen estadounidense, Visa y MasterCard. La hegemonía de ambas firmas es tal que son admitidas en todo el mundo occidental, y están asociadas a todas sus bancas, menos las de Oriente.
El sistema QR (Quick Responsive), una alternativa rápida de los pagos digitales, se ha convertido en un sistema práctico que cada vez tiene mayor protagonismo. Sin embargo, Visa y MasterCard, han optado por comprar firmas que les vuelvan a colocar como los principales actores en los medios de pago, por lo menos en Occidente.
Por todo ello, es lógico que las entidades financieras europeas cuentan con sus propios medios de pago, un objetivo que llevan persiguiendo desde hace años, y que ha sido alentado por los supervisores también desde hace tiempo. La razón es lógica, siempre es buena la competencia, y más a la hora de negociar precios y servicios.
Un acuerdo que busca romper con la hegemonía estadounidense
Los principales bancos del viejo continente han logrado unir sus intereses para dar este salto y desarrollar su propio sistema. De momento, los bancos de Alemania, Bélgica, España, Francia y los Países Bajos firmaron un acuerdo que ha sentado las bases para el futuro lanzamiento de la Iniciativa de Pagos Europea (EPI en sus siglas en inglés).
Entre los bancos españoles que firmaron el EPI están el Santander, BBVA y CaixaBank, los tres principales grupos financieros de ese país. Pero la idea es que se metan de lleno a formar parte de este proyecto, una vez que este nuevo medio de pago paneuropeo inicie su camino, previsto para 2022.
"El 50% de las transacciones de pago minoristas en Europa todavía se realizan en cash"
De momento, el resto de los grandes bancos españoles tienen prevista su entrada en la nueva sociedad, que se está creando para el desarrollo de este sistema de pagos y que contará con su propia tarjeta.
Sin embargo es necesario entender el contexto actual, ya que por más que el efectivo pierda protagonizó, todavía sigue siendo el rey. Esto es así, debido a que más del 50% de las transacciones de pago minoristas en Europa todavía se realizan en cash.
Tarjetas made in…
Según las fuentes consultadas por el portal español económico Cinco Días, aseguran que las pruebas piloto ya están casi finalizadas. Se prevé que debido al nuevo calendario, en 2021 los españoles ya podrán operar con esta nueva tarjeta made in Spain.
El objetivo es que el sistema de pagos español converja con el que se desarrollará en Europa, e incluso con Visa y MasterCard. El cliente no se dará cuenta, pero en España, con su misma tarjeta, utilizará el medio de pago nacional (que será más barato para los bancos y comercios, y puede que para los usuarios particulares). Sin embargo, cuando cruce la frontera española se activará su sistema europeo, y si sale del Continente, automáticamente se activará el sistema de pagos predominante de la región en la que se encuentre.
Tarjetas
Visa y MasterCard
Los números de a poco se van reactivando
España es uno de los países que actualmente está volviendo a lo que se denomina: "la nueva normalidad". El consumo español parece que sigue su senda de recuperación tras finalizar el estricto confinamiento. Según el análisis semanal de BBVA Research, entre el 22 y el 28 de junio ya todas las provincias recuperaron el nivel pre-Covid de gasto semanal realizado con tarjetas españolas, todas asociadas a Visa o Mastercard. Las compras con tarjetas suben un 5% y la caída del gasto queda en un 2%, según el estudio de BBVA.
En conmemoración al Pride, que se festeja en todo el mundo a lo largo del mes de Julio, uno de los principales bancos internacionales solo por móvil, Revolut, ha decidido lanzar una tarjeta arcoíris, como la definen desde el organismo. La entidad asegura que en una muestra de ‘inclusividad’, ha decidido lanzar esta nueva tarjeta "para clientes en el Reino Unido y el resto de Europa".
La tarjeta "arcoíris" de Revolut.
Eso sí, antes de poder pedir esta nueva tarjeta arcoíris, los clientes de Revolut deberán donar un mínimo de 3 libras (o su equivalente en moneda local) a ILGA-Europa, una organización benéfica que lucha por los derechos humanos de lesbianas, gais, bisexuales, transexuales e intersexuales en Europa y Asia Central.