Las nuevas tecnologías ya forman parte de los emprendimientos que están viendo la luz en estos últimos tiempos, y son los que ayudan a romper con los modelos tradicionales que se venían utilizando hasta ahora.
Entre estos nuevos negocios de la era de la Inteligencia artificial se incluyen restaurantes automatizados, firmas de análisis de datos, machine learning y comida sin ingredientes animales.
Uno de ellos se basa en una base de datos de alimentos con más de 5000 vegetales que permite a un algoritmo proponer una receta específica para imitar con esos componentes productos como mayonesa o leche. Esta es solo una de las nuevas posibilidades que habilita la inteligencia artificial (IA) y que se presentaron durante el encuentro organizado por La Nación y dado a conocer por dicho medio.
"Nuestra filosofía es que el cliente no se tiene que dar cuenta de que va a consumir un producto sin ningún ingrediente animal y en eso nos ayuda IA", contó Sebastián Álvarez, country manager para la Argentina de The Not Company (NotCo), firma creada por tres emprendedores chilenos.
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NotCo ya estrenó en el mercado chileno la NotMayo, un producto creado 100% a partir de vegetales gracias a la combinación hecha con IA.
"Buscamos el mismo valor nutricional, las mismas texturas y sabores. Para eso, la inteligencia artificial necesita datos, nosotros los generamos y se los damos. Si la receta sale mal, se prueba y se empieza a ajustar", describió Álvarez.
El avance de la inteligencia artificial no impacta únicamente en lo que se consume, sino, también en el cómo.
Aquí aparece Leandro Harillo, socio fundador de BINIT e IDIoT (Investigación y Desarrollo en Internet de las Cosas), quien creó Foster, el primer restaurante 100% automatizado de la Argentina ubicado en el microcentro porteño.
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"Desde IDIoT decidimos llevar nuestras ideas a algo que sea creíble y dedicarnos a distintos rubros. Empezamos con la gastronomía porque era tradicional y porque creíamos que podemos transformar la experiencia y crear una propuesta de valor diferencial utilizando tecnología", contó.
"Toda la experiencia está programada con internet de las cosas e inteligencia artificial, y permite ver patrones de consumo, cuestiones que se adaptan a los clientes o bien, por ejemplo, identificar si hay que limpiar un espacio", agregó.
Sobre la presencia de trabajadores en el salón, destacó que la asistencia que necesitaron los clientes en una primera etapa fue menos de la esperada. "Hoy hay una sola persona como anfitrión en el salón que asiste a los clientes", distinguió, más allá de quienes trabajan en el detrás de escena y el desarrollo del servicio. La experiencia de Foster hizo que distintos sectores tradicionales, como la banca, contactaran a Harillo para trasladar esos conocimientos a sus sucursales y tiendas físicas.
Otros ejemplos planteados por La Nación lo dieron Alan Daitch, CEO y fundador de Digodat, consultora de analítica digital y big data; y Luciano Ordóñez, cofundador de 7Puentes, empresa con 10 años de experiencia en data science, machine learning, inteligencia artificial y web data extraction.
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Ordóñez contó que el nombre de la firma nació a partir del problema de los siete puentes, que plantea la siguiente pregunta: ¿cómo puede hacer un visitante para recorrer una ciudad que posee siete puentes y pasar solo una vez por cada uno de ellos? "Nosotros arrancamos hace 10 años a llevar 'la rueda' a las empresas y le explicamos que eso es, hoy, la inteligencia artificial y que tienen que avanzar en ella", definió Ordóñez.
Con clientes locales e internacionales, como Intel, OSDE o Mercado Libre, el emprendedor explicó que uno de los últimos trabajos que hizo la compañía estuvo enfocado en el sector agropecuario.
"Todo lo que es reconocimiento de imagen está muy desarrollado. Hemos hecho proyectos para contar el ganado de forma automática a través de imágenes satelitales o de drones, detectar de forma automática dónde comienza un campo y dónde termina, o dónde están los cultivos y qué se estuvo cultivando", detalló, y reflexionó: "Si bien el reconocimiento de imágenes puede parecer lejano para muchas empresas, por analogía tenemos que empezar a entender que, cualquier cosa que requiera el trabajo de una persona que mira o entiende, puede ser automatizada por la inteligencia artificial".
Por su parte, Daitch, con tan solo 29 años, se convirtió en CEO y fundador de su propia consultora de datos, creada hace tres años y presente en la Argentina, México y Colombia, y que cuenta con un equipo de más de 35 profesionales especializados en la implementación de nuevas tecnologías.
"Hoy tenemos el foco puesto en la omnicanalidad. El gran problema es que se habla del 'consumidor tradicional' y el 'consumidor digital', pero somos las mismas personas que hacemos cosas en los dos mundos", describió Daitch, y continuó: "Todas las organizaciones quieren cruzar los dos mundos, no existe más el cuánto vendí en internet y cuánto vendí en la tienda física. Eso es lo más difícil, cruzar esos dos mundos y es a lo que nos dedicamos hoy para que puedan tener un solo consumidor y entiendan sus patrones de comportamiento generales".
Otro de los proyectos que está tomando mayor protagonismo en Digodat es la generación de contenidos automáticos. Daitch dio como ejemplo que él mismo generó 100.000 posteos automáticos para escuelas y hospitales del mundo. "Hoy es una página muy visitada a nivel mundial, tengo decenas de miles de visitas, la página más visitada está en árabe y no entiendo lo que dice. Eso te da una idea de hacia dónde va la inteligencia artificial", concluyó.