La caída del poder de compra, la mala situación económica y esta nueva crisis que atraviesa el país (y van...) se combinan para que cada vez más argentinos hagan sus valijas y vayan en busca de nuevos horizontes. En otras palabras, quieren rehacer sus vidas en otro lugar más estable, en el que puedan planificar más a largo plazo y les ofrezca mejores oportunidades laborales.
Tanto es así que ocho de cada diez está dispuesto a emigrar, señalan desde Randstad, consultora especializada recursos humanos. Según expertos consultados por iProUP, quienes corren con mayor ventaja son aquellos profesionales con experiencia o formados en carreras STEM (siglas en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemática).
Aunque la doble ciudadanía siempre es una ventaja, la escasez mundial de talentos en estas áreas ha hecho que la burocracia de trámites y visado haya dejado de ser un dolor de cabeza.
Fuga de talentos
"En este pormenorizado estudio, realizado en 34 países, se observa que en Argentina la tendencia a emigrar está muy por encima que en otros. Es más, en este último tiempo se acentuó producto de la difícil situación económica", afirma a iProUP Maximiliano Schellhas, director general de Staffing de Randstad. Además, recalca que se están recibiendo gran cantidad de consultas, muchísimas más que hace un año, y que "la principal pregunta es: "¿para un perfil como el mío, qué posibilidades hay?".
Los profesionales argentinos son muy bien recibidos en el mundo, no sólo por la excelencia en la formación académica. "Son valorados, sobre todo, por sus competencias blandas: la adaptación al cambio, la resiliencia, la costumbre de lidiar con crisis, caer y volver a levantarse", asegura Schellhas.
Por esta razón, los profesionales de más de 35 años son tan o más requeridos que los recién recibidos: "Tienen más experiencia para manejarse en épocas turbulentas", agrega. A partir de los 45, se apunta a puestos de alta gerencia. "Cuando miran a la Argentina, las corporaciones no entienden lo que pasa. Se agarran la cabeza y destacan que el país es un gran semillero de profesionales dispuestos a emigrar", asegura.
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Matías Ghidini, general manager de la consultora de trabajo Ghidini Rodil, expresa a iProUP que los puestos que se necesitan cubrir en el resto del mundo son los mismos que escasean a nivel local: los vinculados con el marketing digital, diseño, ecommerce, gerenciamiento de proyectos y aquellos relacionados con la tecnología. Más ahora que conceptos como big data, machine learning, inteligencia artificial o ciberseguridad, entre otros, se van pronunciando cada vez con mayor asiduidad. Profesionales que se desempeñan en agronegocios, finanzas, telecomunicaciones, plataformas digitales, asesores, analistas, ingenieros o técnicos rankean alto entre los perfiles que gozan de buena demanda.
Para trabajar en el exterior hay obtener una ciudadanía o una visa aprobada por el país de destino. "Tener ciudadanía y estudio de posgrado hacen que sea más fácil conseguir empleo", asegura Ghidini, y agrega: "Los talentos que posean conocimientos que resulten escasos en ese país también tienen altas chances, por más que no posean la ciudadanía".
Otra de las formas de expatriarse es hacerlo a través de la misma empresa en la que se trabaja en Argentina. Esto puede darse de dos maneras: a través de la expatriación (la compañía paga todos los gastos), o bien la reubicación (el empleado renuncia y luego es contratado en la misma firma de otro país). "Las expatriaciones tienden a la baja porque son más costosas", aclara Ghidini.
¿Cómo se suplen a aquellos que parten? "Así como hay argentinos que se van también hay un flujo que se incorpora de profesionales capacitados, como actualmente ocurre con los venezolanos", resalta.
En los últimos años, la economía del conocimiento se convirtió en el tercer sector exportador, siendo solo superado por el agro y el automotor. Por eso es que surgieron pequeñas multinacionales argentinas que comenzaron a radicarse en otros países de América Latina, en Estados Unidos y Europa, como las firmas del rubro fintech (finanzas y tecnología), agtech (agro y tecnología) y ciberseguridad.
"Hay distintas formas de internacionalizarse, ya sea en la filial de otra nación de compañías argentinas o en casas matrices de las multinacionales locales", agrega Luis Galeazzi, director ejecutivo de Argencon. Andrés Bursztyn, vicedecano de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), no oculta su preocupación por la salida de jóvenes formados en áreas de tecnología. "Las posibilidades de crecimiento y desarrollo profesional locales son buenas al igual que los sueldos, pero la variable que hace que muchos quieran emigrar es la inestabilidad extrema", asegura.
Lo que suele llamarse fuga de talentos, para Bursztyn es una "situación lamentable", por dos motivos:
- "Por toda la inversión destinada a la formación de profesionales, que luego llevan sus conocimientos a otro territorio"
- "La potencialidad de la llamada Economía del Conocimiento: si se van los recursos se pierden las posibilidades de desarrollo"
El título de ingeniería en Sistemas de la UTN, universidad pública y gratuita, en países como EE.UU. se convalida como licenciatura y maestría por su extensión. "Imaginate lo que es el grado de formación local", agrega el ingeniero.
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Quiero emigrar: ¿por dónde empiezo?
La Argentina suele ser catalogada como tierra de inmigrantes, sobre todo de quienes provienen de países latinoamericanos. Sin embargo, las sucesivas crisis hicieron que hoy se ubique entre los territorios de mayor emigración de la región.
De hecho, está en el top 30 de naciones con emigrados de alta calificación, según la OCDE: casi un millón de argentinos ya desarrollan sus actividades en otras latitudes, siendo los dos principales destinos España y Estados Unidos, según especifican del Instituto de Políticas de Migraciones de la Universidad de Tres de Febrero (UnTreF). Entre quienes buscan alternativas fronteras afuera, esas dos naciones también acaparan la mayoría de los pedidos, si bien en los últimos años se sumó Australia, informa Randstad a iProUP.
En materia salarial, todos los expertos coinciden en un punto: "La remuneración depende del país, de la compañía, del rubro en el que se desempeña y del cargo a ocupar. En otros lugares, claramente el sueldo en dólares supera al del mercado doméstico, aunque el costo de vida también resulta más elevado", indica Bursztyn.
Si bien las áreas tecnológicas en Argentina también están asociadas a altos ingresos, Ghidini da cuenta de la variable que hace la diferencia afuera: "La ventaja es la posibilidad de ahorrar y crecer sostenidamente en el marco de una estabilidad macroeconómica que permite proyectarte".
En Internet hay una gran cantidad de portales para conseguir información y foros de discusión con usuarios que ya emigraron o lo están evaluando, como las páginas "Yo Me Animo Y Vos" y "Me Quiero Ir". En Facebook las personas se nuclean según ciudades o países. Y también son comunes los grupos de whatsapp de argentinos por el mundo.
Las páginas contienen detalles de todo tipo: hasta cuánto cuesta la yerba, el fernet y el dulce de leche en los distintos destinos. En las guías de recomendaciones se destacan los siguientes criterios:
- Edad: la juventud suele ser una ventaja competitiva, pero los perfiles de más de 45 pueden demostrar mayor cantidad de títulos y trayectoria profesional
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- Ocupación: hay países como Australia que elaboran listados con profesiones escasas, lo que facilita conseguir empleo y realizar los trámites para residir
- Nivel de estudio: los títulos de grado y posgrado son elementales, aunque también hay países como EE.UU. en los que se valoran aspectos técnicos
- Visas: la opción más frecuente entre los jóvenes que no cuentan con la doble ciudadanía para radicarse en Europa son las llamadas visas de "Working Holiday", que permiten trabajar en forma legal. La extensión suele ser de un año
Los destinos disponibles actualmente son: Alemania, Australia, Austria, Corea, Dinamarca, Francia, Holanda, Hungría, Irlanda, Japón, Noruega, Nueva Zelanda, Portugal y Suecia. Y, para mayores de 35, sólo está habilitado en Francia, Hungría, Irlanda y Nueva Zelanda. España anunció que lanzaría este tipo de visado, aunque aún no lo hizo.
Estados Unidos, en tanto, endureció su política migratoria y los jóvenes pueden aplicar a visas de "Work & Travel", que poseen una extensión de cuatro meses. Para profesionales, la alternativa más popular es el Programa EB-5, para obtener la residencia permanente mediante una inversión del orden de los 500.000 dólares.
Otra posibilidad es la lotería de visas, un programa para ofrecer la residencia permanente a ciudadanos de determinados territorios, incluido Argentina.
- Costo de vida: depende del país y la ciudad. Por ejemplo, en Sidney, Australia, donde en los últimos cinco años se triplicó el número de argentinos, compartir una habitación de dos personas cuesta entre 120 y 150 dólares cada uno.
El precio incluye la luz, impuestos e Internet, entre otros servicios. En cuanto a la comida, la referencia son u$s70 por persona por semana. Un plan de teléfono celular implica una erogación de u$s30 por mes. En salidas, una cena en un restaurante y una salida a un bar implica un desembolso del orden de los u$s35.
Según Bernardo Carignano, director del sitio "Yo me Animo y Vos", un profesional informático percibe entre u$s20 y u$s55 por hora. Es decir, al trabajar 40 hs por semana, puede ganarse u$s800.
"Al descontar los impuestos, quedan u$s690. Por lo que en una semana se podría ahorrar al menos 400 dólares, en un mes u$s1.200 y en un año acceder a la compra de un auto usado", concluye.