La impresión 3D es una de las últimas ‘tendencias empresariales’ en la Argentina , con novedosos proyectos que emplean la innovación para desarrollar todo tipo de objetos, ante una necesidad concreta.
De esta forma, distintas ramas industriales como la ingeniería, la medicina, la música y hasta la orfebrería se lanzaron a probar los alcances de esta tecnología, que ahorra costos y cuenta con un potencial enorme.
Ahora, sus diferenciales empezaron a ser empleados en la biotecnología, una rama de las ciencias biológicas consistente en aplicaciones tecnológicas que utilizan sistemas biológicos y organismos vivos, o sus derivados, utilizados para la creación o modificación de productos o procesos para usos específicos.
Bajo este concepto es como nace Life SI, una empresa argentina de impresión 3D pionera en ‘bioimpresión’, a partir del uso de tejido y células vivas.
Bioimpresión 3D: cómo surgió el negocio de Life Si
Concretamente, Life SI se dedica al desarrollo y aplicación de sistemas de impresión 3D de tejidos biológicos, una tecnología que apunta a la fabricación de tejidos orgánicos funcionales de manera artificial. Así los describe Aden Díaz Nocera, CEO y fundador de Life SI a iProUP.
Los primeros pasos de la empresa fueron a mediados de 2015, luego de que Díaz Nocera renunciara a su trabajo anterior, lo que le dió el puntapié de incursionar en la tecnología de fabricación aditiva y armar el primer prototipo de bioimpresora 3D, en el Lab3Bio, el laboratorio de la Universidad Nacional de San Martín.
Life SI es una empresa de tecnología 3D que aplica 'bioimpresión' para fabricar tejido y órganos humanos
El emprendedor resalta que, si bien hubo inversión progresiva, su estrategia de financiamiento en la etapa temprana del proyecto se vio fuertemente concentrada en "concursos de emprendimientos, que nos posibilitaron conseguir posterior a financiamiento privado de varios fondos".
A partir de allí, su negocio no hizo más que expandirse, ampliar su equipo de trabajo y, año a año, desarrollar nuevos modelos impresos. El año pasado, dieron un paso más allá y llegaron a exportar una serie de los equipos que fabrican a Córdoba.
Recién en 2020, la firma logró montar su propio laboratorio de ingeniería de tejidos en Córdoba, con la meta de avanzar hacia la aplicación clínica de sus servicios.
Tras largos años de divulgación y desarrollo, los equipos desarrollados por Life SI están instalados en diversos institutos del Conicet, universidades y otras compañías biotecnológicas del país. En enero de 2022, logró exportar por primera vez sus equipos al exterior: envió equipos para la Universidad de Chile, con el fin de apoyar estudios centrados en la regeneración de tejido óseo.
Sobre el negocio, el ejecutivo destaca que trabajan en la fabricación de tejido humano funcional en el laboratorio: "La principal aplicación sobre la que se trabaja es en el servicio de ensayo de nuevos cosméticos sobre epidermis humana fabricada en nuestro laboratorio, como método alternativo al uso de animales", adelanta.
Bioimpresión 3D: ¿en qué se diferencia de la impresión 3D tradicional?
Díaz Nocera explica que una de las grandes diferencias de la bioimpresión 3D y la impresión 3D convencional son los materiales utilizados: "En lugar de utilizar filamentos o resinas, para poder crear tejidos biológicos se emplean materiales que cumplan una función estructural, como el colágeno y células propias del tejido que se busca reconstruir".
A diferencia de la impresión 3D tradicional, la bioimpresión emplea materiales como el colágeno y células propias del tejido de una persona que se busca reconstruir
Lo particular de este tipo de impresión es que estas células pueden "provenir de pacientes específicos, orientando así la investigación hacia la medicina personalizada".
Los beneficios de la bioingeniería en impresión 3D es que permiten a la compañía ampliar el campo de aplicación: ya no solo se enfocan en la ingeniería de tejidos, sino también en aplicaciones farmacéuticas o de alimentos funcionales.
Particularmente sobre el funcionamiento de sus máquinas, relata que las bioimpresoras 3D que desarrollan permiten "colocar jeringas estériles en el cabezal que se mueve en tres dimensiones, en lugar de tener un cabezal que funde plástico".
A medida que este cabezal se desplaza, se deposita el material que está dentro de la jeringa. "Dentro de esa jeringa se colocan células, correspondientes al tejido del paciente que queremos construir y, así, el émbolo va empujando lo que contiene la jeringa", describe el ejecutivo.
El circuito completo comienza en la resonancia magnética de un paciente, a partir de la cual se toma la geometría del órgano o tejido de interés. Luego, se arma la geometría tridimensional en computadora, para aplicar el mencionado proceso posteriormente.
Bioimpresión 3D: cómo planea Life SI reemplazar la donación de órganos con esta tecnología
Consultado por los principales clientes del grupo, Díaz Nocera avisa que sus principales clientes son institutos de investigación y universidades, mientras esperan que la aplicación clínica de la bioimpresión 3D se regule en el país. Entre ellos, aparecen la Universidad de Buenos Aires (UBA), la Universidad de Quilmes, la Universidad de Mar del Plata y el CONICET.
Una de las líneas de investigación interna de la empresa apunta a reemplazar la donación de órganos por la fabricación de los mismos
Las líneas de investigación que llevan a cabo quiénes utilizan las bioimpresoras 3D de la empresa abarcan principalmente ingeniería de tejidos para aplicaciones en piel, hueso y cartílago, pero también otros rubros específicos como nanotecnología e impresión 3D de medicamentos.
"Para lanzar un medicamento, una farmacéutica tiene que hacer un proceso que dura alrededor de 15 años desde su formulación en laboratorio hasta que llega a la farmacia", advierte Nocera.
En este sentido, el emprendedor cuenta que "Life SI tiene como objetivo salvar vidas y mejorar su calidad con la tecnología como herramienta fundamental. Una de las líneas de investigación interna de la empresa apunta a reemplazar la donación de órganos por la fabricación de los mismos, así como tejidos para pacientes específicos".
Díaz Nocera expresa que, si bien es un hito a largo plazo, ya avanzaron en "aplicaciones para llegar a ese objetivo" y apuntan a mantener su crecimiento durante los próximos años.