Medio mundo mira a los robots con admiración y el otro medio con recelo. Hablamos de una nueva fuerza de trabajo que, como ya hizo la revolución industrial en su momento, va en camino a dar un vuelco en el mercado laboral tal y como lo conocemos en un gran número de sectores. De hecho, varios ya vislumbran la magia de las máquinas en sus trabajos.
En este contexto, se dio a conocer que más de 50 farmacias de distintas provincias argentinas sumaron a sus equipos, a lo largo de los últimos dos años, robots que gestionan y administran sus medicamentos, bajo el argumento de que reducen los márgenes de error de origen humano y permiten a los trabajadores concentrar su atención hacia el trato para con los clientes.
¿Como funcionan?
Dichas máquinas diseñadas para administrar inventarios almacenan en un primer paso los productos en su interior. Luego, mediante el uso de inteligencia artificial, los identifican y ordenan en base a la demanda comercial de los mismos.
En el proceso, además, propician un control automático y permanente del stock, advierten sobre el vencimiento y limpian los envases de manera periódica. El personal de atención al público se encarga de indicar a través de una computadora en mostrador el medicamento solicitado por el cliente y el brazo del robot se ocupa de agarrarlo dentro de su depósito interno y entregarlo a través de un buzón.
Todo, en el transcurso de un período de entre 8 a 20 segundos. El sistema fue desarrollado para ser empleado en el almacén de farmacias y droguerías, pero la cadena de farmacias catamarqueña Minerva fue la primera del país en solicitar modificaciones en el diseño para que el público pudiese ver el proceso completo que efectúa la máquina.
Florencia Sosa, directiva de la cadena de Minerva Farmacias, aseguró que "la primera vez que tuve contacto con esta tecnología fue durante un viaje a Alemania, donde estos robots se usan para administrar el depósito". "Allí se me ocurrió que para nosotros ese proceso podía ser a la vista del público", contó.
Y agregó: "La farmacia en la que lo instalamos tiene 160 años de historia en una esquina céntrica de (la ciudad de) Catamarca, la cual conservaba paredes de adobe. Por lo que, traer el robot incluyó una modificación estructural del local".
A su vez, la directiva de la cadena, que cuenta con 8 sucursales en la provincia del noroeste argentino, aclaró que "la incorporación del robot no representó del despido de ninguno de los 25 trabajadores de la farmacia. Debimos sumar gente porque la instalación del robot nos permitió ampliar el área de atención al público del local".
"Había personas que antes tenían que estar concentradas en control de stock, reposición, verificación de vencimientos y otras tareas, en las cuales solía hacer un margen para el error humano. Eso ahora lo hace todo el robot, que además acomoda y limpia los productos, permitiendo que nos concentremos en la atención de nuestros clientes", sumó Sosa.
Por otra parte, la directiva describió que el robot está "conectado a Internet y así le puede notificar al fabricante si tiene algún desperfecto que requiera mantenimiento, o nos puede avisar a nosotros cuando es necesario reponer el stock de algún medicamento".
Con la implementación de los robots automatizados, ahora las farmacias de Minerva pueden emplear su capital humano en brindar una mejor atención al público
Marcelo Lambertucci, un farmacéutico cordobés de 55 años que es accionista de Automatiza, la representante para Argentina de la empresa alemana Rowa que diseña y construye robots para la gestión de inventarios de medicamentos, relató que "el primero de estos robots que se instaló en Argentina fue en una farmacia de la ciudad santafesina de Rosario hace dos años. Hoy, ya tenemos 53 vendidos, de los cuáles 33 ya están instalados".
El farmacéutico indicó que "hace unos 25 años, siendo propietario de una cadena de farmacias en Córdoba, hice un viaje a Austria en el que compre una tecnología que era lo más parecido a esto que se conseguía en aquellos años".
"Era la época de la convertibilidad y sistemas como ese sólo había otros dos en el país en una farmacia de Lanús y otra de Morón. Más tarde vendí las farmacias y me dediqué a la automatización. Hace cinco años analizamos esta tecnología porque entendimos que era el futuro de las farmacias y droguerías y elegimos trabajar con la firma alemana Rowa, que no nos habilitó a comercializar sus robots en Argentina hasta que todos nuestros trabajadores no hubiesen completado los cursos de capacitación para poder garantizar el mantenimiento de los sistemas", precisó.
Un brazo robótico se encarga de la provisión y el depósito de medicamentos
Asimismo, Lambertucci remarcó que "el robot utiliza inteligencia artificial para aprender cuál es el movimiento comercial de cada farmacia y así saber cuáles son los medicamentos que tienen mayor demanda y tenerlos más a mano, o darse cuenta cuáles son los horarios de menor demanda para avanzar en sus tareas de control de stock y limpieza", así como apuntó que "estos sistemas vienen de diferentes dimensiones de acuerdo a la superficie y necesidad de cada establecimiento, y su valor puede ir de los u$s80.000 a los u$s120.000 a lo que se suma costo mensual del contrato de mantenimiento".
"Desde que empezamos a instalar robots hace poco más de dos años ya tenemos mas de cincuenta vendidos a farmacias desde Tartagal hasta Ushuaia, hubo clientes que después de verlo funcionar nos compraron para otras sucursales e incluso instalamos uno en un pueblo de menos de 10.000 habitantes y también ahora estamos empezando a trabajar con el sector veterinario; esta es una tecnología que llego para quedarse porque ordena todo el trabajo dentro de cada farmacia", completó, en diálogo con Télam.