La llegada de Uber a la Argentina estuvo signada por el conflicto con los taxistas, quienes aseguran que compite de manera desleal al no tener licencia para operar en la ciudad de Buenos Aires.
La pandemia provocó que estas apps de viajes sean más requeridas. Según cifras de Ualabee y Opinaia, el 44% de los argentinos tiene temor a viajar en transporte público por los contagios.
"El 2020 fue un año de abruptos cambios de hábitos para todos los argentinos y la industria de la movilidad no fue la excepción. Tras meses de aislamiento, que redujo considerablemente la cantidad de personas transitando, muchos taxistas optaron por diversificar sus fuentes de ingresos sumándose a estas plataformas", aseguran a iProUP desde Beat.
En este marco, el principal jugador del sector lanzó Uber Taxi en Capital Federal, un servicio que permite solicitar viajes en taxi. Y lo hizo con una fuerte campaña para que los choferes que se registraran y completaran 10 viajes:
- Hasta el 30 de noviembre recibieron $10.000
- Luego de esta fecha accederán a $5.000
- Los pasajeros obtendrán un código promocional para acceder a un 30% de descuento en su primer viaje
A diferencia del servicio tradicional, Uber Taxi sigue el tarifario que determine cada distrito, por lo que el conductor debe ingresar en la app el valor a cobrar que arroje el taxímetro, más la comisión de Uber.
Por su parte, los usuarios pueden ver un rango de precios estimado al momento de solicitar un viaje, aunque el costo final variará. Esto rompe con la experiencia habitual de estas apps en las que el pasajero conoce el costo antes de subirse al auto.
Además de Uber, en la Argentina operan Cabify, Beat y –la recién llegada de China– Didi. Pero sólo la californiana agrupa las protestas de los taxistas y autoridades.
Cuestión de precio
En todas las aplicaciones de movilidad, el conductor debe abonar a la compañía una comisión por el servicio de intermediación. Si el cliente paga con tarjeta, entonces directamente se le acredita al chofer el valor del viaje con este fee descontado.
En el caso de Uber, esa comisión es del 25% en promedio. "Una persona puede generar hasta $113.400 por mes si trabaja 40 horas semanales", ejemplifica la ejecutiva de Uber. Beat también cobra una tasa que ronda el 25%.
Por su parte, la china DiDi, que llegó recientemente al país, reduce esa comisión al 15%. "Desde el primer día quisimos marcar la diferencia con la competencia. Los conductores y taxistas son clave y por eso queremos que ganen más que con cualquier otra aplicación", confía a iProUP Felipe Contreras, director de Comunicaciones de DiDi para Sudamérica.
Y completa: "En el caso de los taxistas quisimos dar una señal muy fuerte de integración y por eso no abonarán comisión durante los primeros tres meses desde el lanzamiento. Pasado ese tiempo, les ofreceremos la tasa de servicio más baja del país", revela Contreras.
Cabify asegura ser la única opción legal en el país
Diego Céspedes, gerente de desarrollo de Cabify Argentina, asegura a iProUP que "para GBA no estamos cobrando comisión, así que el conductor se lleva el 100% del viaje: sólo paga un 4,5% de fee de servicio".
"Es un programa que hemos lanzado hace más de un año. En ciudad de Buenos Aires, Mendoza, Rosario y Córdoba la comisión varía entre un 15 y 25%", completa el directivo.
Con respecto a los usuarios, estas aplicaciones usan una tarifa dinámica que suele variar según el horario, la demanda y la zona. Para el siguiente ejemplo, se tomó en cuenta un viaje desde Cabildo y Juramento hasta Alem al 1000, el mismo día y a la misma:
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Beat: $250 y baja a $205 para el servicio más económico Lite (autos patentados entre 1999 y 2007). El vehículo puede ser particular o tax
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Uber: $360 con el servicio UberX
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Uber Taxi: entre $450 y $550 (el valor final lo establece el taxímetro)
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Cabify: ronda los $400 con su categoría Lite
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DiDi: cuesta $250 con servicio Express y $320 con Didi Taxi
¿Fin del conflicto?
Los carteles que siguen adheridos a la luneta de los taxis es contundente: "Fuera Uber". Sin embargo, con el micrófono apagado, los players del mercado no lo consideran un ataque dirigido sólo a esa firma, sino que funciona como un genérico de estos servicios. "Es como Plasticola o Cinta Scotch", aseguran.
Por su parte, los taxistas atribuyen todo a "una cuestión política, del gremio". Algunos de los choferes hasta aseguran: "Yo soy taxista cuando no manejo el Uber".
Pero más allá de que el malestar es contra varias aplicaciones de viajes (en algunas marchas también se nombró a Cabify), lo cierto que los gremios están más enojados con Uber porque es el "genérico" y líder del sector. Aunque las aplicaciones le bajan el tono al conflicto.
"Nuestro competidor es el auto particular. El taxi es en todo el mundo una solución de movilidad para millones de usuarios, por eso surge Uber Taxi que, a nivel global, tiene más de 5 años. Ponemos a disposición la aplicación parar que accedan a más de dos millones de personas por mes", destaca Johanna Picciano, responsable de comunicación de Uber.
La china DiDi llegó al país y busca atraer a los taxistas para que usen la
app
Céspedes, de Cabify, remarca que "las apps de movilidad llegaron para quedarse, forman parte de los nuevos hábitos de consumo y este tipo de los procesos de cambios o innovación provocan siempre una incomodidad".
"Ponemos foco en ser la única app de movilidad segura y legal", señala el ejecutivo. Y subraya "legal" porque Cabify exige habilitación como remis y seguro específico a sus conductores para cumplir con la regulación.
En tanto, Patricia Jebsen, gerente general de Beat Argentina, indica a iProUP : "Los avances tecnológicos a veces generan resistencia de parte de sectores tradicionales. Nuestra prioridad es que los taxistas puedan tener otra fuente de ingresos. Los que están utilizando nuestra app pudieron comprobarlo con ingresos totales por más de $10 millones solo en noviembre", asegura.
A la fecha, Beat incorporó más de 1.300 taxistas, pese a no tener un servicio específico para estos conductores. Sus competidores sí permiten al usuario pedir un taxi y los choferes poco a poco se van sumando, principalmente porque "no les queda otra".
Si bien algunos "tacheros" se están acercando a las apps y la Justicia ya ha fallado a favor de la aplicación, el gremio mantiene su postura, al igual que el gobierno porteño, que sigue indicando que Uber no está operando dentro del marco de la ley.
En Argentina
La app californiana fue la primera en plantar bandera en Argentina en abril de 2016. Hoy cuenta con más de dos millones de usuarios activos por mes en Buenos Aires, Mendoza, Mar del Plata, Córdoba, Salta, Tucumán, Jujuy, Santa Fe, Reconquista, Corrientes, Resistencia, Comodoro Rivadavia, Misiones y Neuquén.
"Este año nos expandimos y apalancamos en el poder de la plataforma. Creamos productos como Flash, para dar soporte al comercio con sus entregas de última milla; Medics, para apoyar a los trabajadores de salud; y Taxi, para potenciar la articulación de la movilidad urbana", señala Picciano, de Uber.
Y completa: "Más 75.000 personas ganaron dinero en los últimos tres meses manejando con nuestra aplicación y para más del 60% es su principal fuente de ingresos".
Cabify llegó al país un mes más tarde, en mayo de 2016, y hoy está operativa en Capital, Conurbano, Rosario, Córdoba y Mendoza. "Aunque no damos datos sobre usuarios, podemos contar que desde el comienzo de la pandemia, gracias a nuestro diferencial en seguridad y legalidad, hemos ganado 9% de market share", reconoce Céspedes.
Las dos empresas (Uber y Cabify) tuvieron todo el mercado durante tres años. En 2019 apareció la griega Beat, que ya funciona en el AMBA y La Plata. Además de viajes, ofrece delivery (en auto o moto) y su servicio Beat Prepago, para que las empresas trasladen sus empleados mediante la compra de crédito.
La griega Beat posee unos 100.000 usuarios en el país
"Mundialmente Beat posee más de 600.000 conductores registrados, de los cuales 100.000 son argentinos. El 19 de noviembre cumplimos nuestro primer año en el país con más de 57 millones de kilómetros recorridos y más de $1.500 millones de ganancias para los conductores", resume Jebsen.
La última en sumarse fue DiDi, que llegó a tierras albicelestes en noviembre y cuenta con más de 550 millones de usuario en 13 países. En Argentina opera en Capital Federal, La Plata y más de 30 localidades de Buenos Aires.
Según la firma, la recepción del mercado argentino ha superado sus expectativas: ya cuentan con 35.000 conductores particulares y taxistas.
"Nacimos hace 8 años en Beijing como una app para conectar taxis y usuarios, por eso queremos poner a disposición de los taxistas nuestra tecnología para que mejoren ganancias y las generen de forma más segura", remarca Contreras.
Y asegura: "Ellos nos han abierto las puertas porque llegamos con un discurso respetuoso, entendiendo que el taxi es una industria relevante y con tradición, que aún tiene mucho que aportar al país. Y para lograrlo la tecnología de DiDi es clave", resalta el directivo, explicando por qué genera menos conflicto que Uber.
¿Se viene una tregua? Todavía es temprano para decirlo. Lo que se sabe con certeza es que estas aplicaciones ofrecen comodidad, seguridad y precios competitivos a los usuarios, a la vez que ofrecen un interesante modelo a los conductores. Y, como ocurre con el ecommerce, tienen un futuro postpandemia prometedor.