Las empresas de tecnología y de economía del conocimiento, las que suman mayor experiencia en implementar el teletrabajo, piden que la regulación que pretende alcanzar el Congreso respecto de esta modalidad laboral sea general y lo suficientemente flexible como para que, luego, cada sector encuentre el mejor modo de implementarlo y aprovechar los beneficios.
Temen que la imposición de ciertas condiciones impulse a profesionales de estos sectores a buscar mejores oportunidades en compañías del exterior, aunque sigan viviendo en la Argentina.
En una posición coincidente se manifestaron tanto Argencon como la CESSI, las cámaras que nuclean a las empresas de economía del conocimiento en primer lugar, y a las de software y servicio informáticos en el segundo caso. Ambas se mostraron a favor de avanzar con una regulación que establezca principios generales para que diversas actividades aprovechen las ventajas del trabajo remoto. Pero también a tener cuidado con no ponerse tan restrictivos.
Este miércoles, la comisión de Legislación Laboral de Diputados prevé emitir un dictamen para poder avanzar rápidamente con el tratamiento de la ley en el recinto. Se trata de un texto que buscará reunir las voces de una veintena de proyectos que se presentaron en los últimos 60 días de parte de legisladores de distintas fuerzas políticas y que, se supone, tendrá en cuenta las consideraciones que, a lo largo de tres reuniones informativas, manifestaron distintas asociaciones y entidades empresarias, además de magistrados y abogadas laboralistas.
La economía del conocimiento es la que acumula mayor experiencia en la implementación del teletrabajo
Desde que se inició la cuarentena, el pasado 20 de marzo, todas aquellas actividades pasibles de ser ejercidas de manera remota comenzaron a ejecutarse bajo esa modalidad, aun cuando no estuviera implementada en la gran mayoría de las empresas argentinas, especialmente por la resistencia de las organizaciones a avanzar en ese proceso.
Desde Argencon observaron cuestiones vinculadas con la capacitación, con la creación de nuevos registros y con la necesidad de ser cuidadosos con las contrataciones de personal del exterior.
"Que la capacitación se haga en conjunto con el ministerio y con los sindicatos no lo compartimos. No nos parece que tengan que intervenir en ese aspecto. Como tampoco que se creen registros adicionales porque las ART ya tienen registrados a los trabajadores", dijo a iProfesional, Luis Galeazzi, presidente de Argencon.
Para el directivo, el trabajo remoto es variable, y puede desarrollarse en el hogar del empleado pero también en el cliente, o incluso en un bar o en un espacio de co-working, modalidades vigentes en la industria tecnológica y de conocimiento.
"La normativa debe aplicar a cuando el trabajo se realiza en la casa y contemplar qué elementos necesita la persona, como también los gastos vinculados con la conectividad. Pero esto no tiene lógica que se aplique, por ejemplo, cuando el trabajador es circunstancial", subrayó.
En la industria del conocimiento y de la tecnología parte de los trabajos suelen ser por proyectos, es decir, la necesidad de atender un caso puntual y, para ello, conformar un equipo cuyos integrantes no necesariamente son todos empleados de la empresa. La preocupación radica, en casos como estos, en que de haber una oportunidad se pierda por la rigidez de una norma que impediría continuar con formatos que hoy funcionan bien, al menos en ese sector.
Obligaciones y cuidados
Hay coincidencia en que hay cuestiones que deben quedar claras: como los días en que se realiza trabajo remoto y en la oficina, como también las asignaciones de tareas y los tiempos. En estos sectores, se da por descontado que la computadora para hacer teletrabajo es provista por la empresa. Como también que el talento que escasea en estas latitudes puede encontrar mejores oportunidades en el exterior si las condiciones locales desalientan las ventajas existentes.
"La regulación tiene que ser cuidadosa, porque si hay exceso el teletrabajo no va a ocurrir. Sí es cierto que no debe haber una nebulosa pero sí que se vea cada situación en particular por industria para determinar lo que necesita. Las partes deben entender lo que implica el trabajo remoto y qué resultados se bucan porque hay muchas ventajas", señaló a iProfesional, Sergio Candelo, presidente de la CESSI.
El directivo expresó que es necesario darle un marco generar a esta modalidad laboral, que tiene que haber coordinación y también encuentro de las partes.
El derecho a la desconexión y las tareas de cuidado estarán incluidos en el dictamen que se prevé emitir este miércoles
En el sector de la tecnología de la información y las comunicaciones se dan situaciones que no necesariamente se replican en otras actividades. Hay una demanda de unos 5.000 profesionales por año que no siempre logra satisfacerse. En la competencia por el talento, el teletrabajo opera como una de las condiciones para lograr reclutar a un profesional.
"En el sector TIC hay más posibilidad de teletrabajar por esta razón, y el que no lo puede hacer opta por emplearse, desde la Argentina, en una empresa de afuera. Si nos ponemos restrictos corremos el riesgo de que muchos profesionales se localicen afuera. En nuestro caso es el core productivo", agregó Candelo.
La coordinación, la comunicación, la claridad en la asignación de tareas parecieran ser tópicos en los que hay acuerdo. En ese sentido, Vanesa Sisley, presidente de la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados, aseguró que "estamos abordando a un consenso muy fuerte y esperamos dictaminar el miércoles. Es necesario recalcar que se están estableciendo derechos mínimos básicos y generales para las personas que hacen teletrabajo pero también se está delegando la continuidad de la aplicación y las cuestiones más específicas en la negociación colectiva a fin de que sea más acertada su inserción en cada actividad".
Supuestos mínimos
La legisladora del Frente de Todos señaló que ese presupuesto mínimo de derechos establece la desconexión digital, a la que calificó como "novedosa y muy necesario en los tiempos que corren", además del establecimiento de tareas de cuidado que otorgan a los trabajadores la posibilidad de "compatibilizar los tiempos para quienes realizan estas tareas porque hasta ahora ninguna norma lo establece".
Las preocupaciones del sector TIC tienen que ver principalmente sobre los alcances de la regulación cuando se trate de trabajos circunstanciales como también los relacionados con la contratación de profesionales desde el exterior.
Sí hay coincidencia en la necesidad de establecer umbrales mínimos, que pueden contemplar cantidad de horas, entre otros aspectos, como también la necesidad de no invadir horarios marginales porque es necesario respetar la jornada laboral.
"Por eso es necesario tener una ley que incluya conceptos mínimos, no invasiva, que non genere más burocracia y que no se haga a las apuradas sino que sea útil para todos los sectores. En lo social el teletrabajo es positivo y no tiene que complicarse algo que implica beneficios para todos", consideró Galeazzi.
Siley indicó, en tanto, que la idea del dictamen que se pretende cerrar este miércoles es que "un derecho venga a ayudar también a los trabajadores y las trabajadoras en un momento tan especial como el covid 19 pero que quede regulada la modalidad a futuro. Esto es para evitar precarización laboral, flexibilización y para darle previsibilidad a todas las partes, tanto al trabajador como al empleador, y también a la sociedad a través de la participación del Estado como autoridad de aplicación", concluyó.