Las tarjetas de crédito convirtieron en un gran aliado de los argentinos para salir de algún apuro financiero. Tanto que hasta "tarjetear" se incorporó como verbo al diccionario criollo darle un nombre la posibilidad de financiar algunas compras.
Sin embargo, durante la crisis que viene experimentando el país, agravada por el coronavirus, esta modalidad de pago pierde participación al tiempo que crece la del débito.
De acuerdo con el Índice Prisma, de cada 100 pesos que consumieron los argentinos durante el tercer trimestre con tarjeta:
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$55 se abonó con crédito, una baja interanual de 18%
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$42,30 se pagó con crédito (+10%)
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El resto ($2,7) se canceló con las prepagas (+310%)
Se trata de una tendencia que se mantiene en alza. Los números del informe revelan que la tarjeta de crédito creció entre el segundo y el tercer trimestre 12%, pero la de débito avanzó 19%.
Sin embargo, no se trata solo de una cuestión de cambio de hábito. Los expertos ven con alarma un fenómeno que impacta de manera negativa en la economía.
Causas del fenómeno
Para Ignacio E. Carballo, director del Ecosistema Fintech de la UCA, la caída progresiva de las compras con tarjeta de crédito es una tendencia impulsada por varios factores.
El principal, según su visión, es que "estamos en una crisis económica sin precedentes y en una crisis de esta magnitud la gente no compra cosas caras y el financiamiento sirve para comprar cosas más caras que las que puedo comprar con mi flujo de ingresos mensual".
El segundo ítem que menciona es que este negocio "tiene poco incentivo para los bancos", luego de que se dictara el descenso progresivo de las tasas que hoy están en el 2%.
Para los bancos, el negocio de las tarjetas de crédito no es tan atractivo
Las entidades financieras evitan hablar sobre el fenómeno con el micrófono encendido. "Hace tiempo dejamos de enviar plásticos para capturar clientes y los descuentos son cada son menos. No cierra por ningún lado", advierte el ejecutivo de una importante entidad de la City.
Y completa: "Hoy los bancos damos más promos con las apps de delivery no sólo por el contexto, sino porque en un pago con crédito o débito todavía nos rinde para fidelizar".
Otra fuente del sector financiero coincide en ese sentido: "Las comisiones para las compras con tarjeta de crédito son las más bajas de la región". En efecto, el 2% que se cobra en la Argentina es está por detrás de otros países, según la CEPAL:
- Chile: 2,5%
- Brasil: 3,79
- Uruguay: 4,5%
- Paraguay: 5%
- Colombia: 6,8%
Por otro lado, importante directivo de la banca local advierte el impacto inflacionario que deben absorber las entidades. "Desde el año pasado se redujo a 10 días hábiles el plazo de acreditación de los fondos al comerciante. Pueden pasar 20 días entre que pagamos al negocio y cobramos al cliente", ejemplifica.
Martín Kalos, director de la consultora EPyCA, añade que "la gente necesita crédito por un repunte de la necesidad de crédito de corto plazo por la caída de los ingresos", lo que explica el buen momento de los Planes Ahora con tasa subsidada por el Gobierno.
En efecto, es requerimiento lo indica el avance interanual de 13,5% del Ahora 18 y de casi 42% los de 13 a 24 cuotas fuera del programa. Entre el primer y el segundo trimestre de la cuarentena, en tanto, avanzaron los Ahora 3 y Ahora 6 más del 60%.
"Es muy importante porque la población está pudiendo comprar lo que antes no podía: se abrieron las tiendas de indumentaria. Se trata de del reflejo de la apertura de nuevos locales", remarca Carballo.
Kalos coincide en el diagnóstico y remarca que el mayor crecimiento de estos programas se explica "por la ausencia de la financiación con tasa 0, lo que también hace que parte de esos pagos se vayan a una cuota". En este sentido, los pagos "al contado" con crédito crecieron 10% en el segundo trimestre de acuerdo con el Índice Prisma.
Más débito
Las tarjetas de débito son las únicas que muestran un crecimiento sostenido tanto a nivel trimestral como interanual: 17% y 10%, respectivamente, de acuerdo con el estudio.
Según Kalos, la tarjeta de débito también creció al fuego del crecimiento del comercio electrónico forzado por la cuarentena, que provocó un "cambio estructural en los patrones de consumo" y en el que "través de botones de pago o QR, hay un fuerte uso de este medio".
"Quien se acostumbró con buen resultado a comprar online y que le llegue el pedido a sus casa lo seguirá haciendo. El cambio llegó para quedarse. Es algo que la industria esperaba de cuatro a cinco años y pasó en cuatro o cinco meses", completa.
Por su parte, Carballo afirma que "en la Argentina había muy poco pago con débito. Nos convertimos en consumidores digitales y entramos muy tarde con este medio. A partir de 2016 se saca esa barrera y comienza a implementarse en 2018".
En efecto, el Índice Prisma remarca que el segundo mayor uso que los argentinos le dieron a sus plásticos de débito fueron las compras, con 41,48%, detrás de las extracciones en cajeros (55,67) y del retiro de efectivo en comercios (2,84%).
Pero no sólo eso. También se incrementó el parque de estos plásticos a nivel nacional:
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Débito: avance de 7,73% trimestral en tarjetas activas y 13,82% interanual
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Crédito: baja de 1% y 5,24%, respectivamente
La Argentina tiene la comisión por compra de tarjetas más baja de Latinoamérica
El mayor movimiento se evidenció en el Norte argentino: algunas de sus provincias registraron en los últimos doce meses una profunda baja de tarjetas activas de crédito y una fuerte suba de las de débito. El caso más notorio es el de Santiago del Estero: -16% y +26%, respectiv
amente.
"Hay un impacto particular como el IFE y como el avance del ecommerce", señala Kalos. En este punto, es importante indicar la entrega de plásticos de débito del Banco Provincia, a través de CuentaDNI, que superó los 2 millones de altas durante la cuarentena.
Así, los bancos tienen menos incentivos para ofrece tarjetas de crédito, por lo que apuestan a las débito. Por ello, comienzan a ofrecer más promociones con este medio de pago o bien con crédito a un pago. Algo más que un simple cambio en el patrón de consumo.
"Es una noticia mala para toda la economía y las Mipyme. El hecho de que haya menos consumo es que no están comrpando la heladera o el televisor. Restará ver de cara a los próximos meses cómo se va a revertir esta tendencia", concluye Carballo.
El informe completo