El acceso al crédito personal y el financiamiento con tarjetas se transformaron en alternativas inviables para algunas familias, especialmente para el sector de exempleados que se reconvirtieron como monotributistas.
Este segmento encuentra en las empresas fintech una alternativa a su necesidad de pesos para saldar deudas, avanzar en sus negocios o bien cambiar el auto.
La tendencia ya se nota en las cifras del mercado: mientras la cantidad de créditos otorgados por la banca tradicional, algunas empresas Fintech registran un incremento de hasta 70% en la demanda de créditos.
La banca tradicional
Según los datos del Banco Central, la cantidad de dinero otorgado en préstamos personales y tarjetas de crédito a través de la banca tradicional sumó $73.884.905 en agosto contra los $96.534.641 de julio.
"El stock actual de créditos personales y por tarjetas de crédito representa el 49% del total de préstamos, mientras que adelantos y documentos, que usan más las empresas, llega al 28% del total", explicó Alejandro López Mieres, del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas, iProUP. De esta forma, el stock total de créditos incluyendo hipotecarios supera los 1,5 billones de pesos.
En su opinión, al tomar "una base comparativa de doce meses, se ve una caída en los créditos, llámese o saldos de tarjetas, porque las familias ya están endeudadas".
También el dirigente de Consumidores Libres, Hector Polino sostuvo que "las familias están endeudadas y prueba de eso es que junto con la boleta de gas, una empresa envía a los hogares la publicidad de una financiera dispuesta a otorgar créditos para pagar ese impuesto", en diálogo con iProUP.
En este sentido, López Mieles agregó que "la dinámica interanual de los créditos empieza a mostrar el elemento recesivo" porque "está saturada la capacidad de pago" de los clientes.
"En una primera instancia, la gente saturó su capacidad de crédito frente al sistema formal. Ahora recurre a un sistema alternativo, donde las tasas son prohibitivas y donde el nivel de morosidad va a aumentar", consideró el analista.
En el sector financiero, diferentes actores consultados por este medio señalaron a las fintech como la "alternativa" o la "nueva vía" de financiamiento para la clase media profesional.
Fuentes de diferentes entidades bancarias tradicionales reconocieron que hay una "restricción" en el acceso al crédito porque "nos encontramos en una coyuntura de mercado donde existe un nivel elevado de tasas de interés que –sobre todo en el último cuatrimestre– contribuyeron a deprimir la colocación de créditos a nivel sistema".
Desde el Credicoop, indicaron que "a partir de la escalada del dólar y de la política del BCRA, de aumentar los encajes bancarios, entre otros factores, se encareció el costo del dinero".
Así fue que, entre septiembre del año 2017 y mayo del 2018, "el promedio mensual de crecimiento de cartera de créditos personales del sistema financiero fue del orden de los $12.000 millones, mientras que en junio y septiembre ese promedio pasó a ser de $4.800 millones mensuales". Y para octubre esperan "un comportamiento similar".
En esta entidad, los préstamos personales tienen un promedio de $80.000 en agosto y en septiembre observaron "una leve caída de los préstamos promedios liquidados".
Por su parte, el 70% de los créditos que otorgó la ANSES desde diciembre del año 2015 correspondió a beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo, el 58% del universo prestable a titulares de pensiones no contributivas, 33% a los del sistema de asignaciones familiares (SUAF) y 25% a los trabajadores en relación de dependencia (SIPA), según datos suministrados por la oficina de prensa del organismo.
La evolución de los préstamos se observa el impacto de la inclusión de los créditos para titulares de la AUH, dispuesta en julio del año pasado. Para este grupo, en agosto del año pasado se otorgaron préstamos por $5.416,30 millones. En julio pasado, la cifra bajó a $235,5 millones.
Fintech al rescate
En el mundo fintech, como si fuera el mundo del revés, Juan Pablo Bruzzo, CEO de Moni, consideró que en los tomadores de crédito hay una "cierta cautela, que responde a la madurez del cliente, que ante la situación actual prefiere esperar a tomar créditos".
Por su parte, el responsable de Afluenta, Alejandro Cosentino, indicó que en su empresa la demanda de créditos registró un incremento del 70%.
"Vemos una demanda más selectiva, entre que consulta y que define la toma del préstamo", dijo en diálogo con iProUP. No obstante, subrayó que "no vemos una caída de la demanda en valores absolutos", especialmente en el target de esta compañía que toma en promedio préstamos por $8.000 pagadero en tres cuotas.
Bruzzo, cuya empresa triplica sus métricas anuales, resaltó que "en general los bancos están restringiendo el acceso al crédito, por lo que debería haber más demanda, pero hay cierta cautela hasta saber qué pasa en la economía real".
En este sentido, aseguró que "la mayoría de los préstamos fueron otorgados en los últimos 18 meses". Y añadió que aún en estos meses de corrida cambiaria, acuerdo y desacuerdo con el FMI, los inversores extranjeros "ven en la Argentina un potencial de crecimiento". Como siempre los inversores "piden estabilidad económica y claridad de reglas".
En el caso de Afluenta, según reveló Cosentino a iProUP, la demanda de créditos subió 70% y la compañía originó 50% más créditos que hace un año". En esta empresa, el crédito promedio pasó de $40.000 el año pasado a $70.000 en septiembre.
El ejecutivo también precisó que el 20% de los créditos se toman "para cancelar deudas, especialmente para el saldo de la tarjeta de crédito que ofrece una refinanciación un 25% más cara", otro 30% para "mejorar la casa, ante la caída de los préstamos hipotecarios" y otro 20% "para cosas vinculadas al auto", lo que va desde un arreglo hasta el cambio por un mejor coche o por un 0km.
Asimismo, apuntó que la toma de crédito para no caer en la trampa del pago mínimo de la tarjeta es uno de los casos que creció "bastante" en los últimos seis meses.
También agregó que el 15% de la cartera de clientes de Afluentes –como llama a sus usuarios– son "Pymes, pero más que nada monotributistas y autónomos", un segmento de la demanda "a quienes los bancos les escapan, porque no tienen ingresos fijos".
"Nosotros les damos créditos para renovar stock, o comprar mercaderías, somos rápidos y tenemos distintas tasas de interés de acuerdo al segmento", completó.