Los ahorristas no tienen muchas alternativas para volcar sus pesos sobrantes, por las limitaciones que impone el cepo cambiario para ir al dólar.
Así, los plazos fijos se transforman en la salida más directa y sencilla para que el argentino medio intente escaparle a la inflación, y a la pérdida del poder de compra de los ingresos sobrantes.
Antes de volcarse a esta herramienta de inversión y considerando en contexto, te contamos tres aspectos clave que tenés que conocer antes de realizar una de estas colocaciones.
Los mismos se vinculan a las tasas de interés que están pagando y a la relación con los precios de la economía, donde muchos analistas temen que su rentabilidad se diluya en los próximos meses.
1. Plazo fijo: tasas de interés uniformes
De acuerdo a la última normativa del Banco Central sobre el tema, desde principios de junio estableció que para los plazos fijos para los ahorristas, "sin importar el volumen o razón social, deben pagar una Tasa Nominal Anual de 30,02% (TNA) y una Tasa Efectiva Anual de 35% (TEA)", informó en un comunicado.
Esto representa una suba de 3,4 puntos porcentuales respecto a lo que abonaba el sistema financiero hasta el último día hábil de mayo (26,6% anual).
Más allá de la normativa oficial, cuando se observa la tasa de interés puntual que ofrece cada uno de los principales bancos del país, se evidencia una uniformidad en la oferta de rentabilidad hacia sus clientes que buscan colocar un plazo fijo.
Según propios datos del BCRA, todos los bancos líderes (los que manejan el mayor volumen de depósitos del sistema), de forma uniforme, otorgan 30,02%, ni un punto porcentual más, tanto para clientes como para no clientes. Hecho que demuestra que las entidades no están buscando captar al ahorrista, porque hay mucha liquidez en el mercado por la emisión monetaria. "De no haber ese mínimo impuesto por el BCRA, probablemente la tasa de los plazos fijos estaría por debajo", afirma a iProfesional Roberto Geretto, Economista Jefe del Banco CMF.
Otro representante bancario acota por lo bajo: "Ningún banco quiere pagar más de esa tasa porque da pérdidas. Se nos obliga a dar 30% y perdemos plata con eso".
Con demasiados pesos en los bancos, poca demanda crediticia y la actividad económica en el freezer, a la entidades financieras "no les sirve" captar más billetes nacionales de los que disponen, ya que no tienen a qué clientes volcarlos mediante préstamos.
En síntesis, las tasas de interés ofrecidas por los diez bancos que manejan el mayor volumen de depósitos son:
Los bancos líderes no se sacan ventaja en la tasa de interés ofrecida para los plazos fijos
A su vez, los bancos más chicos, que son los que requieren captar pesos por el poco volumen de dinero que manejan por las acotadas carteras de clientes que poseen, tampoco brindan una tasa de interés superior a la de los líderes. O sea, también se limitan a ofrecer 30,02% anual.
2. Plazo fijo: rendimiento al filo de la inflación
La segunda cuestión a analizar es si la renta del 30,02% que ofrecen los plazos fijos es atractiva o no, como para ganarle a la inflación de todo el año. Es decir, si realmente será positiva esta tasa respecto a la inflación.
En el mercado hay coincidencia que en el primer semestre estos instrumentos sí se han comportado por encima de los precios de la economía. Por ende, han sido una buena apuesta para los ahorristas dentro del contexto tan particular.
"Hoy en día los plazos fijos rinden a una tasa del 30% anual, es decir, un 2,5% mensual. Mirando los datos de inflación de los últimos meses vemos que el plazo fijo tuvo un rendimiento positivo en términos reales, ya que la suba de precios fue del 1,5% mensual en abril y mayo", resume a iProfesional Diego Piccardo, economista de la Fundación Libertad y Progreso.
La gran duda es qué puede suceder en esta segunda parte del año, debido a que el consenso de los economistas locales y extranjeros es que la inflación será en todo el 2020 cercana al 50%.
Es decir, más allá que los plazos fijos rindieron bien en el primer semestre, "no quiere decir que a futuro sea una buena inversión para mantener el valor real de nuestros ahorros", acota Piccardo.
De hecho, de terminar el 2020 con un total de incremento de precios cercano al 50%, la tasa actual de las colocaciones en 30% quedaría negativa en el mismo lapso. Sobre todo porque en el último semestre la inflación iría por arriba de la actual tasa de interés.
En este sentido, detalla que a medida que se vaya levantando la cuarentena, "vamos a observar un incremento de la inflación que va a superar el 2,5% mensual que rinden los plazos fijos, por lo que va a perder atractivo utilizar este instrumento", advierte
En síntesis, concluye que más allá que este instrumento haya tenido ganancias reales en el primer semestre, "no implica que en el segundo semestre suceda lo mismo porque avizoramos una aceleración inflacionaria por la elevada emisión monetaria e incremento de la velocidad de circulación del dinero a causa del levantamiento de la cuarentena".
3. Plazo fijo: falta de alternativas, genera demanda
El tercer y último aspecto que puede modificar el equilibrio en la elección del plazo fijo, se refiere a las pocas alternativas que existen para "salir" del peso en medio de esta coyuntura tan complicada desde lo económico, político y financiero.
Con un cepo cambiario cada vez más estricto, por la escasez de dólares en las arcas del Banco Central, el acceso al mercado cambiario para dolarizar los ahorros se vuelve complejo. Sobre todo por el límite ya existente de u$s200 mensuales.
Además, el mercado informal tiene precios cercanos a los $130, que se ubican alrededor del 35% por encima del dólar solidario ($97 con el impuesto del 30%). Un nivel que parece elevado y no dispuesto a convalidar por muchos. Además de los contratiempos que implican tener que justificar la adquisición y utilización posterior de divisas de una plaza ilegal.
Por lo tanto, para los ahorristas que no pueden comprar en la plaza oficial más divisas de las permitidas, y que no quieren arriesgar sus excedentes de pesos en instrumentos bursátiles volátiles que les son poco conocidos, el plazo fijo se transforma en uno de los pocos caminos "seguros" para no salir perdiendo por completo ante la inflación.
Es decir, por más que en los próximos meses la suba de precios acelere, mejor que tener los pesos estacionados es colocarlos a plazo y obtener una renta que se le acerque, al menos, al alza generalizada.
Los montos colocados en plazos fijos en pesos bajaron apenas comenzó la cuarentena pero luego subieron con fuerza
En el gráfico se observa cómo comenzaron a subir las colocaciones a plazos fijos durante la pandemia.
"Previo a la pandemia había $1,2 billones en este instrumento y luego, por el miedo que produjo el coronavirus, disminuyeron a $1 billon. Pero, actualmente, el sector privado tiene $1.4 billones en plazos fijos de 30 a 59 días", finaliza Piccardo.-
Fuente: iProfesional