Hace algunos años, Facebook se jactaba de su popularidad afirmando que era el tercer país más poblado del mundo. En la actualidad, podría decir que es el primero: cerca de 2.400 millones utilizan la red social, poco menos que la suma de la población de China y la India, que tienen más de 1.300 millones de habitantes cada uno.
También imitando a una nación, la empresa invitó a sus usuarios a votar sobre sus términos y condiciones de uso hace un lustro, en el marco de su proyecto de gobernanza.
Pero, sin dudas, su paso más audaz en este sendero fue anunciado en los últimos días: la creación de un "Banco Central", que acuñará dinero digital para convertirse en la moneda más utilizada en las compras y pagos digitales.
El proyecto se llama Libra y su dinero online, que no se guardará en monederos sino en celulares, llevará el mismo nombre. La empresa de Mark Zuckerberg no lo hará sola, sino que creó una poderosa organización que tiene como socios a "pesos pesados" de la economía digital, entre los que se destacan:
- Comercio electrónico: eBay y Farfetch
- Monedas virtuales: Coinbase y Xapo
- Medios de Pago: Visa y Mastercard
- Fintech: PayPal, Stripe, Kiva y Mercado Pago
- Servicios digitales: Uber, Lyft y Spotify
- Fondos de inversión: Andreesen Horowitz, Thrive Capital y Ribbit Capital
Libra funcionará bajo una blockchain, la tecnología detrás de Bitcoin y otras monedas virtuales. Se trata de una especie de libro contable inviolable en el que se va registrando un historial de todas las transacciones.
El éxito de estas divisas es que no tienen una autoridad central. El poder se distribuye entre los miles de nodos (computadoras de usuarios) repartidos en Internet, que son los encargados de autorizar las operaciones. No obstante, esto no se cumple en la iniciativa que lidera la red social.
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"Libra no es descentralizada como Bitcoin. Los nodos que validan transacciones son las propias empresas que forman parte del consorcio, para lo cual pagaron u$s10 millones", subraya Marías Bari, CEO de Satoshi Tango, una casa de cambio de monedas virtuales.
En efecto, ese fue el precio de entrada al "banco central" de Facebook, pese a que ninguno de los miembros tendrá más de 1% de participación. Los montos aportados se convirtieron en tokens, el equivalente de las acciones en el mundo cripto: son activos que pueden cambiarse –en este caso– por Libras.
De esta forma, el modelo de esta nueva divisa encierra la figura de una autoridad monetaria en la que los miembros del consorcio serán sus directores. La estrategia es clara: dominar la circulación de dinero virtual y crear el "dólar" de Internet, gambeteando la regulación de los gobiernos y minando el rol de los bancos.
La iniciativa hace temblar a las autoridades de los países. Al punto que el parlamento estadounidense pidió que Facebook congele el proyecto "hasta que el Congreso y los reguladores puedan examinar el tema y tomar medidas".
Desde el Banco Central Europeo también advirtieron que la iniviativa deberá atarse a los requisitos de otros medios de pago. "Deberá cumplir con todas las condiciones regulatorias, tanto de confidencialidad como de blanqueo de capitales", advierte el vicepresidente de la entidad, Luis de Guindos.
Sin embargo, el plan ya está en marcha. Y tiene como finalidad algo más que llegar al 31% de la población mundial (1.700 millones de habitantes) que no está bancarizada.
Zuckerberg, banquero central
Libra será una especie de stable coin. Es decir, una moneda digital de cotización estable, ya que estará respaldada por activos reales: dólar, euro y bonos soberanos de diferentes naciones.
De esta manera, lo que se busca es evitar la fluctuación que experimentan otras divisas virtuales como el Bitcoin, que pasó de u$s20.000 en diciembre de 2017 a los casi u$s11.000 actuales, con acentuadas alzas y bajas en ese lapso.
"Es una suerte de convertibilidad de activos financieros de bancos centrales y será una manera de evitar la volatilidad", remarca a iProUP Federico Murrone, gerente de Operaciones (COO) de Xapo, una firma de divisas digitales creada por el argentino Wenceslao Casares (ex Patagon).
Así, el plan del consorcio liderado Facebook es llegar a ser el "Banco Central" de Internet. De hecho, las firmas participantes controlarán las transacciones dentro de lo que se llama la Libra Reserve, una palabra que rememora a la Reserva Federal de EE.UU.
"Aunque resulte paradójico, así se iniciaron los bancos centrales en el mundo. El de Inglaterra, por ejemplo, nació a partir de entidades privadas que se juntaban para definir cómo iba a emitirse dinero", señala a iProUP el economista Martín Kalos, director de la consultora EPyCA.
"La moneda no es de Facebook, sino que hay varios miembros fundadores, lo que le da una mayor soberanía. Además, está bien representada la industria, con los principales jugadores, lo que le dará una fuerte tracción inicial", remarca el COO de Xapo, empresa que también forma parte del consorcio Libra.
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Con respecto a la emisión de divisas, función de una autoridad monetaria, los expertos coinciden en que no estaría vinculada a las necesidades de la asociación sino, más bien, a la cantidad de dinero fiduciario (dólar, euro) que los usuarios ingresen o extraigan del sistema.
De acuerdo con Kalos, "en el Bitcoin se sabe el límite de la emisión (termina cuando llegue a 21 millones de monedas), lo que le otorga cierto valor: la escasez planificada". Pero en Libra no hay ninguna regla al respecto, "sino que va a estar definida por lo que digan los socios, ya que la oferta y demanda habilita al consorcio a crear más Libras".
En este punto coincide Manuel Beaudroit, gerente de Marketing (CMO) de la firma de divisas digitales Bitex, quien indica que los integrantes de la asociación podrían ejercer algún tipo de control ya que, si bien tiene algunas características de descentralización del Bitcoin, "depende de empresas que pueden tener sus intereses".
El directivo remarca que el principal objetivo de este nuevo activo digital es muy claro: "Reemplazar al billete verde como moneda global". En esto concuerda Murrone, quien afirma que la meta es "convertirse en el dólar de Internet".
Para esto que esto ocurra, Kalos advierte que antes debe transformarse en dinero. Es decir, cumplir con tres características básicas:
- Medio de pago: que sirva para comprar cosas
- Unidad de cuenta: que haya precios indicados en esa moneda
- Reserva de valor: que pueda ser utilizado para ahorrar, al conservar su valor en el tiempo
Para el economista, si la Libra consigue satisfacer estos requisitos quedará habilitada para crear instrumentos financieros, al igual que un banco central. "Es muy pronto para decirlo, pero podría lanzar bonos o letras. Es decir, promesas de repago con deuda, porque el que pagará es el que emite la moneda".
Bancos y gobiernos, fuera
Los ausentes sin aviso en el consorcio Libra son los bancos, tanto los tradicionales como los digitales, ya que uno de sus propósitos es evitar intermediarios.
"Libra usa blockchain y criptografía para validar transacciones, lo que le permite crear una red de transferencias internacionales distinta a la SWIFT de los bancos, que quedó obsoleta porque se creó en la década del '70", explica Bari, de Satoshi Tango.
De esta forma, se enviará y recibirá dinero sin abonar las comisiones de las entidades corresponsales que se utilizan como "puente" para validar los giros al exterior.
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"Un pago internacional demora entre tres y cinco días hábiles en completarse. Además, los costos son elevados: en promedio, una transacción de este estilo se come el 7% del monto", afirman a iProUP desde Mercado Libre.
Gustavo Neffa, socio y director de Research for Traders, aporta otro punto en este sentido: "Se trata de un reto directo a Bitcoin pero sobre todo al Ripple, moneda a la que muchas instituciones, entre ellas los bancos, apadrinan".
En tanto, Murrone apunta que habrá un cambio de paradigma en las operaciones internacionales, ya que permitirá abaratarlas del mismo modo en que WhatsApp redujo el costo de las llamadas a otros países. "Cuando es digital, la distancia no es relevante", completa. Así como se alejó de los bancos, buscará estar fuera de la órbita estatal. Al ser una entidad supranacional con sede en Suiza, Libra logró poner distancia de los gobiernos.
En este punto, Chris Hughes, quien formó parte del grupo que creó de Facebook junto a Mark Zuckerberg y mantiene una postura crítica desd que se retiró de la red social, escribió una columna en el Financial Times donde señala que este nuevo activo pone el poder en "manos equivocadas" y llamó a los reguladores a actuar ya pues "muy pronto será demasiado tarde".
"Esta divisa insertará una capa corporativa en el control monetario, situada entre los bancos centrales y los individuos. Inevitablemente, estas compañías pondrán sus intereses privados –beneficios e influencia– por encima de los públicos", describió el empresario.
Qué se podrá hacer
Libra intentará lograr algo que Bitcoin no pudo: convertirse en una moneda digital transaccional. Es decir, brindar agilidad para pagar las compras cotidianas. De hecho, ese fue el génesis de Bitcoin Cash, que no logró la masividad que se esperaba.
Según Bari, con Libra "se pagarán productos y servicios digitales, porque algunas compañías del consorcio son de consumo. También podrá enviarse dinero por las redes sociales, como WhatsApp, Facebook e Instagram".
Desde Mercado Libre informan a iProUP que en los sitios de comercio electrónico "algunos precios, además de estar mostrados en moneda local, podrían estar exhibidos también en Libras. Y muchas billeteras podrán contar con saldo" en ambas divisas.
Según Beaudroit, otras de las funcionalidades será abonar en comercios con códigos QR, como ocurre actualmente con la billetera virtual Mercado Pago. O con Calibra, la wallet que lanzará Facebook basada en esta nueva divisa.
Pero, además, Libra permitirá ser una moneda de ahorro, ya que al tener respaldo en signos monetarios fuertes –como el dólar o el euro– tendrá volatilidad casi nula en su cotización.
Beaudroit agrega: "Será mejor moneda de ahorro que el peso, si bien aún no sabemos si va a ser igual o superior al dólar". Lo positivo es que los saldos podrán convertirse en efectivo rápidamente.
"Todos los que ofrecemos una wallet vamos a tener usuarios que quieran tener Libras", anticipa Murrone.
De esta forma, con una moneda y un banco central propios, los pesos pesados de Internet están creando una economía digital fuera del alcance de los gobiernos y los bancos. Y se consolidan como el epicentro de las transacciones que se realicen en una "nueva nación": una superpotencia 4.0, de más de 2.400 millones de habitantes.