Finalmente, Facebook ha publicado su propuesta para desarrollar un token que actúe como activo digital a través de sus propiedades digitales (presumiblemente Facebook, Instagram, Whatsapp, etc). Este anuncio no representa realmente ninguna novedad para los expertos de la industria, ya que hace largo tiempo que la red social viene explorando la tecnología blockchain y sus posibles casos de uso.
Era simplemente una cuestión de tiempo para que se tuvieran más detalles sobre el proyecto. Libra, como así se ha denominado, surge según los conceptos volcados en el whitepaper, para colaborar a la inclusión financiera, facilitando la bancarización de millones de personas a lo largo del mundo que no tienen la posibilidad de acceder a servicios financieros básicos, ya sea por falta de identificación gubernamental o restricciones para acceder al sistema financiero tradicional y al crédito.
Según el Global Findex Database del Banco Mundial, existen en la actualidad miles de millones de personas que no tienen acceso a servicios financieros. Teniendo en cuenta que, de acuerdo a otro reporte de esta entidad, los ingresos estimados por los bancos para el 2020 en mercados emergentes (derivados de la población no bancarizada) rondarían los 380.000 millones de dólares y que la penetración de la conectividad a través de dispositivos móviles en dichos mercados es superior al 50%, claramente existen incentivos económicos muy importantes para el desarrollo de Libra.
Siendo Facebook una de las redes sociales más populares del mundo occidental, ampliar sus servicios a estos mercados con altos índices de conectividad, brindando la posibilidad de realizar micropagos, adquirir servicios y productos o simplemente envíar dinero tokenizado (con un activo digital nativo controlado), es una gran oportunidad.
No es de extrañar, sobre todo si se tiene en cuenta como WeChat Pay es utilizado desde hace varios años en China.
Entonces, es importante hacerse las preguntas fundamentales a la hora de analizar si un activo digital puede ser considerado una criptomoneda pública y descentralizada. El sentido de realizar estos cuestionamientos no es para establecer un criterio sobre si Libra es mejor o no que otras propuestas basadas en tecnología blockchain, sino para comprender la naturaleza de esta propuesta y sus características particulares.
-¿Libra es resistente a la censura? No, ya que por distintas regulaciones no puede ser utilizada en países o con personas sobre los que existan sanciones económicas. Cualquier entidad regulada tiene que cumplir con este procedimiento (compliance).
-¿Tiene limitaciones geográficas? Sí, ya que al no ser 100% resistente a la censura, tiene restricciones implícitas sobre su ámbito de utilización a nivel global y tiene que cumplir con reglamentaciones locales según el ámbito de competencia donde aplique.
-¿Es neutral? No, ya que, al ser una entidad regulada, naturalmente tiene que cumplir con la normativa que aplique según cada caso.
-¿Es abierta? De acuerdo a lo explicado en el whitepaper, Libra comenzará inicialmente como una red permisionada. Si bien plantea la intención de avanzar hacia una red abierta no permisionada con el correr del tiempo, en su gestación al menos no surge como un proyecto abierto.
-¿Es pública? No, dado que, al manejar información financiera, deberán cumplimentar con las regulaciones sobre protección de privacidad.
Ante estas respuestas, la propuesta de Libra parecería asemejarse más a un actor tradicional sujeto a las regulaciones típicas de la industria, buscaría, entonces, cumplir el rol de un banco global digital más que el de una criptomoneda pública y descentralizada.
La iniciativa de Facebook analizada desde esta óptica, parecería ser una opción que busca capitalizar directamente sobre sus millones de usuarios a través del uso de un token nativo que actúe como medio de pago.
Este escenario podría derivar en una competencia directa entre Facebook y la banca comercial que no decida participar del proyecto y desarrolle sus propias soluciones basadas en tecnología blockchain.
Respecto a la privacidad y los posibles uso de Libra, lógicamente han surgido preguntas por parte de los reguladores. Estos son algunos ejemplos claros de interrogantes que, lógicamente, se espera que Facebook explique:
-¿Cómo funcionará este tipo de propuesta de pagos a través de un activo digital y qué garantías existen de que cumplirá con todos los requisitos legales y regulatorios?
-¿Qué tipo de información financiera tiene Facebook sobre sus usuarios y cómo la ha obtenido?
-¿Qué información crediticia tiene Facebook para poder determinar si ofrecer una gama de servicios financieros a sus usuarios en función de su historial?
-¿Cómo protegerá Facebook la información financiera de sus usuarios?
La pregunta recurrente entre el público no especializado es si Libra presenta características similares al Bitcoin. Por lo expuesto previamente la respuesta es claramente negativa.
Bitcoin es una criptomoneda con un tope de emisión estipulado desde su concepción, un mecanismo de ajuste automático del nivel de dificultad del algoritmo en función del poder de cómputo de la red para mantener su tasa de emisión y un ecosistema público y descentralizado.
Adicionalmente, es abierto, ya que cualquiera puede contribuir como nodo para contribuir a su sustentabilidad. Queda en evidencia que son muchas diferencias respecto a la propuesta de Facebook.
¿Será LIBRA un nuevo jugador global en el mundo de los micro-pagos, la banca y el consumo de servicios digitales? Teniendo en cuenta la penetración masiva de Facebook a nivel global, lógicamente que podría convertirse en un gran jugador dentro de la industria financiera. Sin embargo, el marco regulatorio, legal e impositivo presentaran escollos importantes con los cuales la red social tendrá que lidiar para poder posicionar su propuesta, que parece ser más un competidor directo del sistema financiero tradicional que una opción disruptiva de forma pública y descentralizada.
* Director de la Diplomatura en Criptoeconomías: Blockchain, Contratos Inteligentes y Criptomonedas del ITBA. La diplomatura comienza el próximo 3 de Julio. Inscripciones e información: Escuela de Postgrados (+54 11) 3754-4843/4848.